Se estrena la última de las nominadas a Mejor Película en los Oscar, una simpática película “feel good”.
Si hace aproximadamente un año nos hubieran dicho que una de las películas favoritas de esta temporada de premios iba a estar dirigida por Peter Farrelly, uno de los dos hermanos creadores de comedias tan poco receptivas de alabanzas entre la elite hollywoodiense como fueron “Dos tontos muy tontos” (1994) o “Algo pasa con Mary” (1998), más de uno no se lo habría creído. Y sin embargo, en su primera aventura sin Bobby, Peter está recibiendo un aplauso casi unánime e incluso consiguió una nominación a mejor director en los Globos de Oro, aunque no ha entrado en la categoría en los Oscar (si lo ha hecho como guionista).
Grandes compañeros de viaje
Y es que realmente poco tiene que ver “Green Book” (2018) con sus anteriores trabajos. Y es que lejos de ser una absurda comedia con grandes toques de zafiedad, la plasmación del relato verídico del tour del virtuoso pianista negro Don Shirley por el sur de Estados Unidos, es un relato bienintencionado y divertido muy del gusto de la Academia . Esto no quiere decir que la película no goce de virtudes en el apartado de realización, pues Farrelly demuestra una elegancia y una sutilidad a la hora de mover la cámara en interés del relato, así como a la hora de abordar diferentes problemáticas (raciales, sexuales…) sin el trazo grueso mostrado en el pasado.
Pero si destaca por algo la película sin ninguna duda por la actuación de sus dos protagonistas. No es que Viggo Mortensen o Mahershala Ali merezcan ninguna reivindicación a estas alturas, tan cierto es esto como que el trabajo que realizan en la cinta es de un nivel superior. Mortensen destaca sobre todo por acercarse de manera sincera a un papel, el del chófer de Don, tan alejado a lo que había realizado anteriormente con una transformación personal (no tanto física) completa, y Ali es básicamente uno de los mejores actores del momento, y aquí vuelve a demostrarlo dejándose la piel además en cada recital de piano. Y si hay algún actor en la actualidad que tenga una risa mejor, me gustaría verlo.
(Demasiadas) Buenas intenciones
Así, la película se ve con tremendo agrado gracias también a un libreto medido, que fluye directo pero sin banalizar los temas que trata. Es una pena entonces, eso sí, que según va acercándose al desenlace, la película vaya cayendo en los pecados del cine tradicionalmente conocido como “feel good”, en el que, a pesar de todas las problemáticas sufridas, la sensación final de superación y realización será suprema. Así pues a los que se les atraganten los finales azucarados es probable que sufran una indigestión ante un desenlace que podía haberse abordado de una manera más natural y que dejase un poso más profundo.
Por lo demás, no deja de ser la típica película que cumple una cuota durante la temporada de galardones y que, por suerte en este caso, es bastante mejor de lo acostumbrado por lo citado anteriormente. No resulta extraño que encandile al público general, nunca demasiado dispuesto a ser molestado o contrariado. En cualquier caso, una propuesta bastante interesante viniendo de Farrelly.
Frases de la película
- «Esta mundo está lleno de gente solitaria por miedo a dar el primer paso.»
- «Requiere valor cambiar el corazón de la gente.»
- «No todo el mundo puede tocar a Chopin. No como yo.»