Brad Pitt es el encargado de salvar al planeta de la mayor amenaza zombie que puedas imaginar. Y se presentó para sorpresa de todos en el cine Callao en el preestreno mundial de la película al que asistimos en riguroso 3D y en primicia.
Brad Pitt a la carrera
Guerra Mundial Z se presenta como la película de acción y terror de este verano, previsto su estreno para agosto. Es una superproducción con ganas de convertirse en un clásico del género zombie que bebe más del videojuego que de la influencia cinematográfica en cuestión de planteamiento.
Me explico. Guerra Mundial Z es una película que supera los límites de velocidad, avanza sin frenos y puede llevarse alguna multa como se despiste. Los zombies no son torpes y parsimoniosos, son animales rabiosos que saben conducir un camión y aún le queda un mínimo de inteligencia para actuar en grupo, capaces de gobernar una ciudad entera en pocos minutos, decididos y difíciles de matar. Aparecen en cualquier esquina, no tienen piedad y no hay puerta ni muro que se les resista. Los pocos que van quedando fuera de su terrible mordisco se defienden a base tiros y hacer piernas. Entre ellos, Gerry Lane –Brad Pitt- y su familia.
Gerry es un investigador de la ONU retirado por discrepancias con la organización que tiene fama de sobrevivir en los lugares más peligrosos del planeta. Los dirigentes de la ONU que han sobrevivido en un portaviones le fuerzan a colaborar para detener la pandemia a cambio de proteger a su mujer y sus hijas. Y demos gracias que, además de alto, guapo y elegante es listo y está al servicio de la humanidad porque el bueno de Brad tendrá que encontrar una solución a la peor crisis vírica de la historia humana: la rabia. El periplo de Gerry incluye Corea, Israel y Escocia en aviones infectados de zombies en busca del paciente cero, ese que inició la enfermedad y que podría responder a las preguntas necesarias para encontrar una cura.
Zombies que matan, nunca mueren
Guerra Mundial Z se inspira en el libro homónimo que arrasó hace pocos años en las librerías de medio mundo, invadidos como estamos por una fiebre zombie que incluye series, libros, películas y videojuegos, la película recoge los tintes de manual de supervivencia en los que se inscribe la novela: “Movimiento es vida”- reza el protagonista. Pero, inteligentemente, la cinta se convierte en puro nervio y aceleración constante aunque, en algún momento, se pasa de frenada –posiblemente por la trama familiar que ofrece respuestas narrativas, pero no dramáticas-.
A destacar la secuencia en Israel y el avión de pasajeros en la que te quedas literalmente mudo y con el corazón en un puño. Su versión en 3D no aporta nada nuevo excepto porque los efectos digitales cantan el triple y algunos detalles de rigor de este formato, pero la acción trepidante está asegurada. Y las risas, claro. Los héroes de toda la vida hacen equilibrios entre la proeza y el ridículo y en Guerra Mundial Z el pie de Brad Pitt a veces explora el vacío. Por cierto, el grupo Muse se encarga de la banda sonora.
Frase destacada de Guerra Mundial Z:
Gerry Lane: “movimiento es vida”
Es curioso esto que dices del videjuego.
No sé si conoces el Star Craft. En él, hay una raza alienígena con la que una de las tácticas más utilizadas es crear un montón de bichitos rápidos como demonios para superar las defensas de tu contrincante en tiempo record. Es curioso porque lo poco que he visto del trailer parece exactamente una adaptación de esta táctica, el zerg rush, con zombis.
No me apetece mucho verla, porque estoy saturadísimo de no-muertos, pero nunca se sabe, si es por ver un zerg rush en pantalla grande…
Pues zerg rush es la táctica de estos malos y feos correcalles. Que es lo que es la peli, un correcalles. No está mal, yo que no soy un activo cinéfilo de zombies, me divertí con la peli. Es más acción que otra cosa.
Yo iré a verla este finde, ya os contaré. Pero de momento me atrae la propuesta y la peña aquí está acudiendo en masa a verla.