Javier Bardem es un actor muy mediático, eso lo sabemos todos. Lo que no todo el mundo sabe es que está tremendamente comprometido con la liberación del Sáhara. Este es uno de los principales motivos por los que se puso a trabajar codo con codo con Álvaro Longoria para grabar “Hijos de las nubes, la última colonia”, momento en que ambos pasaron del cine al documental.
En él descubriremos la situación real del Sáhara Occidental, la última colonia africana según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la responsabilidad de las potencias internacionales como Estados Unidos, Francia, así como las reacciones de figuras relevantes de la política española.
Así, los creadores de este documental se posicionarán del lado de los refugiados saharauis, una postura que queda patente no solo en las declaraciones de algunos afectados sino en los comentarios de Javier Bardem de su vivencia en la zona desde que en 2008 acudieran al festival de cine del Sáhara, FiSahar, y comprobara con sus propios ojos el modo de vida de los refugiados. El problema de esto no es que Bardem dé su punto de vista sino que es este el que vertebra el documental y, en mi opinión, lo que debería haber conducido la obra es la voz de los saharauis, no la del actor español.
Sin embargo, pese a ello, Elena Anaya es la narradora que, ayudada de gráficos y mapas de la zona, explique la historia de un pueblo que, desde que 1975, cuando España la abandone como colonia, fue tomada por Marruecos y que 18 años más tarde continúa sin tener autonomía. Sin embargo, la negativa de los líderes políticos marroquíes a hacer declaraciones nos impide una vez más conocer la perspectiva del otro bando. También es muy llamativo el «no» que dieron políticos españoles como Miguel Ángel Moratinos o José María Aznar y extranjeros como Kofi Annan o Valéry Giscard.
Esta falta de declaraciones queda suplida por las entrevistas a activistas como Aminetu Haidar, integrantes de diversas ONGs, familias enteras de refugiados e incluso algunos políticos de relevancia internacional, lo que nos permite tener una visión muy amplia-aunque no completa- del problema del Sáhara Occidental. Así, Álvaro Longoria pasa su primera prueba como director y con nota, consiguiendo un documental que, pese a sus 80 minutos de duración, consigue mantenernos con la mirada fija en las pantallas de cine.
Frases destacadas:
Canción saharaui: “Mamá, no llores por mi, moriré como un mártir ya que prefiero morir a vivir en el exilio”.
Mujer saharaui: “Llevamos 35 años en tiendas de campaña, viviendo en campos de refugiados. La sociedad saharaui no tiene trabajo ni educación […]. Esperamos que Dios nos ayude a valernos por nosotros mismos, a volver a nuestra tierra”.
Voz en off (Elena Anaya): “Los hijos de las nubes no conocían fronteras, durante años habían vivido persiguiendo las nubes, que poseían el tesoro más preciado del mundo”.
Bader Badadi, estudiante saharaui: “La libertad no se regala, se quita”.
Calificación: 7.
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