El cine argentino ha gozado de respeto y popularidad más o menos velada a nivel internacional, especialmente desde hace algunos años, alcanzando uno de sus mayores éxitos recientes con la celebrada El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, que se alzó con el Oscar. En esta ocasión, Argentina ha seleccionado como candidata para intentar repetir galardón en la Academia de Hollywood a un filme sólido con mucha intrahistoria local. Se trata de Infancia clandestina, de Benjamín Ávila.
Ambientada en la época de finales de los años 70, bajo el mandato presidencial de Jorge Videla, cuando el país se veía convulsionado políticamente y un grupo de revolucionarios se ocultaba de forma clandestina. Precisamente de ahí toma el título una película en la que el espectador va siguiendo el punto de vista del pequeño Juan, un niño cuyos padres son activistas y quieren derrocar el régimen. El chico, de 12 años de edad, vive oculto bajo otra identidad y tiene que comenzar de cero en otra ciudad como Ernesto (nombre que sus padres le encomiendan como homenaje al Che). El director Benjamín Ávila se basa en recuerdos personales, al ser hijo de una madre desaparecida en la época descrita.
El debutante Teo Gutiérrez Moreno, en una deslumbrante actuación, enarbola la mirada de un niño en el que vamos descubriendo cómo va creciendo y madurando entre situaciones de todo tipo, tanto en el ámbito personal como en el escolar. Ernesto (antes Juan) va traspasando el umbral infantil, descubriendo el primer amor, yendo a festejos con sus amigos mientras observa todo tipo de cosas extrañas y reuniones que tienen lugar en su casa. Su familia se circunscribe a su padre (César Troncoso), madre (Natalia Oreiro) y su entrañable tío Beto (Ernesto Alterio), personaje fundamental a lo largo de la vida de ese pequeño. Beto es para el niño todo un referente, mucho más que sus padres incluso, porque es quien le hace ver la vida como un juego que puede ser disfrutada, aún en los momentos más complicados posibles. Porque por muchas guerras y conflictos en que uno se meta, sin ver el lado divertido de la vida nada tiene sentido…
Los intérpretes realizan buenos trabajos, junto a Cristina Banegas (abuela materna) pero quizá Alterio destaque sobre el resto gracias a un personaje más carismático y que es de lo mejor que ha hecho nunca.
Hay que destacar también que aunque en realidad es una coproducción hispano-argentino-brasileña, tras su estela está en la producción Luis Puenzo (autor de La historia oficial, que se llevó el primer Oscar para Argentina en 1985, como mejor película extranjera). No es fácil predecir el futuro de una película pero Infancia clandestina está tan lograda y agrada tanto en líneas generales, que convence por su realización, dotes artísticas y recreación histórica. Cinta notable.
Frases destacadas:
Tío Beto (a Ernesto): Pase lo que pase no te traiciones
Daniel (a Beto): ¡Sos un romántico de mierda!
Ernesto (a María): Quiero estar con vos para siempre
María (a Ernesto): ¿Me lo prometes?
Ernesto (a María): Con toda mi alma
Calificación: 7
A ver, a ver … En los finales de los ’70, el país se veía convulsionado políticamente como lo estuvo desde el ’30 con la revolución del Gral. Uriburu, en la que participó el «democrático» Perón siendo teniente, creo.
Los «revolucionarios» se ocultaban de forma clandestina porque era subversivos terroristas que desmadraron especialmente el país a partir de 1973 hasta 1976 de una forma nunca relatada porque no es «políticamente correcto» decir la verdad (atentados, asesinatos, robos tipo comando, socave a absolutamente todas las instituciones, y destrucción de la educación y la salud pública, etc., etc.).
Los padres de Juan «quieren derrocar al régimen» como antes quisieron derrocar a la «democracia peronista» que instauraron a sangre y fuego formados al amparo de una «dictadura» militar (la de Onganía) que derrocó al gobierno constitucional de Arturo Illia, uno de los poquísimos (sino el único) presidente honrado que hemos tenido en Argentina.
«Dictadura» ésta que formó a la guerrilla (!!) y propició que sangrientos guerrilleros se instalaran en el poder subrepticiamente, como la actual ministra de seguridad, Nilda Garré, que fue «comandante» del ERP o Montoneros (que eran dos organizaciones distintas pero se entrecruzaban cuando les convenía).
La reciente historia argentina, me temo, es un poquito más compleja que los clichés que adopta esta película. Saludos desde la pobre Argentina gobernada por «la reina loca».
Sobre todo, saludos a los argentinos que se exiliaron allí hace 40 años «escapando de los milicos genocidas» y siguen jodiendo a España en lugar de regresar a la patria y gozar de los múltiples beneficios y alegrías del gobierno «nacional y popular»
Alicia, totalmente de acuerdo con vos!! Excelente tu reflexión. Por otro lado, te comento que mi mamá es de apellido RESOAGLI, su abuela vino de corrientes con sus dos hijos. Sera pura casualidad o estremos emparentadas?