No he visto la primera parte, pero lo que sí me quedó claro tras ver “Ira de Titanes” es que Jean Paul Sartre se equivocaba al decir que “el infierno es el otro”, no, el infierno particular de cada uno es la familia. Y qué pinton y resultón queda Tenerife como decorado, es lo mejor del filme interpretado por Sam Worthington, Liam Neeson y Ralph Fiennes, que vuelven a convertirse en dioses bajo las órdenes de Jonathan Liebesman.
Una década después de la heroica derrota del monstruoso Kraken, Perseo, un semidios hijo de Zeus, intenta disfrutar de una vida más apacible como pescador de una aldea y padre soltero de su hijo de 10 años, Helio.Los dioses, peligrosamente debilitados por la falta de devoción de la humanidad, comienzan a perder el control sobre los Titanes encerrados y sobre su feroz líder, Cronos, padre de los hermanos Zeus, Hades y Poseidón, que llevan mucho tiempo en el poder. El triunvirato había derrocado a su poderoso padre mucho tiempo atrás, abandonándole a su suerte hasta pudrirse en el lúgubre abismo de Tártaro, un calabozo situado en las profundidades de los infiernos. Perseo no puede ignorar su verdadera vocación cuando Hades se alía con Ares, hijo divino de Zeus, para cambiar de bando y hacer un trato con Cronos para capturar a Zeus. La fuerza de los Titanes aumenta a medida que los poderes divinos de Zeus disminuyen, y el infierno se desata en la tierra. Con la ayuda de la Reina guerrera Andrómeda, del semidios hijo de Zeus Agenor, y del dios derrocado Hefesto, Perseo se adentra en una valiente y peligrosa búsqueda en los infiernos para rescatar a Zeus, derrotar a los Titanes y salvar a la humanidad, una vez más.
“El mundo no tiene ni pies ni cabeza” dice Hefesto en un momento concreto del metraje, a lo que añado, ni la industria cinematográfica de Hollywood. Les da igual destrozar o reinterpretar según sus necesidades la mitología griega, todo en pro de la acción, la diversión y la recaudación de palomitas. Hay que reconocer que aburrir no aburre, pero no deja de ser un despropósito. Todavía no nos hemos dado cuenta del daño que hizo “300” de Zack Snyder al cine de sandalias, al género del peplum. Con esos gritos que parecen sacados del último tema de Chimo Bayo, y esos Oplitas que parecen salidos de O2 Wellness. En fin que la tomadura de pelo está servida, y personalmente yo no llevaría a mis hijos a ver esta película, y menos en 3D, porque la tarde te saldrá por un dineral y la economía doméstica no anda para tonterías.
Frases destacadas:
Zeus: “Se avecina una calamidad que afectará a Dioses y hombres”
Perseo: “Jamás abandonaré a mi hijo”
Zeus: “Traicionado por mi propio hijo”
Hades: “Ríes como si tuvieras una elección, pero no la tienes”
Calificación: 3
Desde luego te toca ver cada cosa…
Bueno, al menos otra persona que también opina como yo de que 300 le pegó una patada en el cielo de la boca a la coherencia histórica en películas (sean estas de la época que sean) Cosas como esto (no la he visto, pero con la primera ya tuve) no dejan de confirmarlo.