Mar. Mar 19th, 2024

A veces la sala de cine sirve como habitación para crear mitos que todos compartimos. “It Follows” es uno de esos casos: retroclásico instantáneo.

“Tienes que creerme. Necesito que recuerdes lo que te voy a decir. Esta cosa te va a seguir. Alguien me la dio a mí. Yo te la he pasado a ti. Donde sea que estés, hay algo caminando lentamente hacia a ti. Lo único que puedes hacer es pasárselo a otra persona.”

Una chica rubia se baña a la luz del día en la piscina del patio trasero de su casa. Jay está ensimismada observando la tranquilidad del vecindario, los árboles y el cielo. De pronto, nota cómo una hormiga camina sobre su brazo y ella realiza un movimiento asesino ejecutado con ternura: sumerge suavemente el brazo en el agua y la hormiga se desprende de ella para después flotar sin vida en la piscina. Esa noche Jay ha quedado con un chico que se llama Hugh para ir al cine. Mientras esperan para sacar las entradas Hugh dice sentir envidia de los niños, porque tienen una vida inocente y libre de preocupaciones.

¿Tú también ves a tres chavales?
¿Tú también ves cuatro chavales? Dime que sí.

No tiene sentido discutir la calidad –¿qué demonios es eso?– de la película, sino escribir sobre lo mucho que nos puede cambiar una obra que antes o después todos vamos a compartir. “It Follows” es una cinta de ‘arte y ensayo’ convertida en película ‘mainstream’ gracias a la excitación de algún crítico de cine que de vez en cuando necesita sentirse importante. En ella lo terrorífico, el ente, la cosa, es una. Puede tomar distintas formas, pero siempre es una. Y es un algo desconocido, sin principio, sin final, sin explicación. Este algo persigue a nuestra chica, de manera lenta pero inexorable, en un juego de terror sencillo y bellísimo. Es asombroso entrar en un mundo tan rico y terrorífico punteado por elementos tan simples.

Esta es la segunda película del director David Robert Mitchell tras “El mito de la adolescencia” (2010) –un drama veraniego sobre adolescentes en busca de amores platónicos. En “It Follows”, más allá de ser un film de género, aparecen dos temas enormes de fondo: la ansiedad sexual y el despertar de la edad adolescente a la edad adulta. Mitchell parte de una combinación efectiva de cine: sexo, adolescentes y asesinos sobrenaturales, en la que consigue que el sexo sea, y esta vez de verdad, un elemento esencial para comprender la película –primero como origen del mal, la primera relación sexual es el origen de la maldición de la chica, y después como solución, a través del sexo la chica puede pasar la maldición a otra persona. ¿Por qué ligan tan bien sexo y muerte en las películas de miedo?

Parece un poco simplista entender la película como metáfora de las enfermedades de transmisión sexual, aunque sería muy cachondo que se utilizara en las escuelas como parte de la educación sexual de los niños. No obstante, el director no explota el sexo y renuncia a mostrar las escenas más explícitas. No es solamente una cuestión de no mostrar el sexo, en general repite la fórmula con muchas secuencias: solo da las explicaciones justas, muestra poco, y siempre que es posible echa mano de la elipsis. Mitchell sabe que lo más terrorífico es lo que no vemos y lo que no conocemos, y va hasta el final con esta doble idea. Varios elementos (el grupo de adolescentes, el vecindario de casas y la música electrónica de sintetizadores) nos remiten a las películas de John Carpenter, especialmente a “Halloween” (1978). El clímax final en una enorme piscina cubierta  parece un obvio guiño a Déjame entrar (2008) aunque el director dice estar pensando en el “Cat People” de Jacques Tourneur.

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¿Quieres oír algo terrorífico? «Te quiero, como amigo».

Tres apuntes al planteamiento del filme

Doy por hecho que no has visto la película y por lo tanto no tengo intención de hacer spoilers. Lo que cuento a continuación ocurre en los primeros 20 minutos de la cinta; hay tres detalles interesantes que me gustaría destacar.

(Apunte n. 1) La escena que sirve de prólogo a la trama principal, la primera escena, nos muestra a una chica vestida con poca ropa y con altos tacones rojos que parece huir de algo que no podemos ver y que solo ve ella. Podemos pensar que es algún tipo de paranoia o trastorno psicológico que sufre la chica. Esta mini-película tiene un tono ligeramente diferente a todo lo que va a venir después: lo primero es el registro, hay algo gracioso en la escena, como si Mitchell quisiera ridiculizar la situación: una coreografía brillante de cámara y un tipo de humor distante que no volverá a aparecer en el film. Lo segundo es que en esta escena inicial no podemos ver lo terrorífico y observamos la situación desde fuera; aún no estamos malditos y solo lo estaremos cuando Jay lo esté.

(Apunte n. 2) Uno se imagina a un grupo de chavales de 18 o 19 años perseguidos por una maldición y lo más sensato sería que un adulto se hiciera cargo de la situación. Pero en “It Follows” los padres de los chavales ni están ni se les espera. Los adultos no son en ningún momento considerados como posible ayuda para solucionar la maldición. Como curiosidad además, en muchos casos el ente terrorífico toma forma de persona adulta. Esto refuerza la idea del film como mundo burbuja en el que los adolescentes tienen que dar el paso a la vida adulta a través de un salto terrorífico, y ahí los padres no pintan nada.

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Jay tiene mala suerte con los chicos.

(Apunte n. 3) Ahora voy a hablar de una de las imágenes promocionales de la película, una imagen que apunta a lugares comunes del género: en ella vemos a Jay (Maika Monroe, ¡qué descubrimiento!) atada a una silla de ruedas, en ropa interior y con expresión de terror en su rostro. La escena sorprende al no elegir el camino que esperamos: el chaval que secuestra a Jay no pretende torturar a la chica, solo quiere hablar con ella, quiere alertarle y mostrarle que el mal que les acecha es real y no un simple rumor o un mito. “Eres una chica. ¡Puedes tener sexo siempre que quieras!”, le dice el chaval. El acto de Hugh es horrible y a la vez podemos entender que también compasivo.

Final y coda. Película icónica para ir al cine en pareja o en pandilla, para reponer en una medianoche lluviosa, para colgar pósters en el armario, para charlar en los bares, para tatuarte la cara de Maika Monroe en el culo. «It Follows» encuentra su voz propia cuando da el salto abstracto de ser una mamarrachada de terror a ser un film sobre la pesadilla de despertar a la vida adulta y sexual. Un retroclásico instantáneo, hecho de retales, referencias y clichés de horror, para una generación que necesita dar forma a sus propios miedos. Ya sabes: donde sea que estés, hay algo caminando lentamente hacia a ti. Ya puedes correr, saltar y gritar. O no corras, yo qué sé… Si total… te va a pillar igual. Haz lo que te dé la gana.

Tu rubia favorita flotando en el agua
Tu rubia favorita flotando en el agua.

Frases destacadas de «It Follows»:

  • Hugh: «Donde sea que estés, hay algo caminando lentamente hacia a ti. Lo único que puedes hacer es pasárselo a otra persona.”
  • Jay: «Estoy asustada, necesito encontrarle.»
  • Hugh: «Puede parecerse a alguien que conoces, o ser un desconocido entre la gente.»

Por Victor Blanco

Periodismo y Audiovisual en la URJC. Mi padre suele decir: “Ya no se hacen películas como las de antes”. Y es verdad, ¡ahora se hacen mucho mejores!

2 comentarios en ««It Follows»: El sexo y sus monstruos»

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