Pablo Larraín se arriesga con su primer film de habla inglesa dirigiendo un biopic sobre la figura de Jacqueline Kennedy y la forma de sobrellevar el asesinato de su marido.
Un biopic diferente
«Jackie» es una película que ha dado mucho de qué hablar desde su paso por diversos festivales, principalmente por atreverse a abordar un acontecimiento tan icónico en la historia de los Estados Unidos desde el punto de vista de su 37ª Primera Dama. Noah Oppenheim firma un guion menos convencional de lo que a primera vista podría parecer, sin limitarse a contar el antes y el después de los hechos de forma cronológica ni a intentar narrar de nuevo la investigación del homicidio, el cual todavía está sujeto a más de una teoría conspirativa. Jacqueline Kennedy es la protagonista absoluta de la película y por ello a lo largo de ésta la veremos en distintas facetas de su vida en la Casa Blanca.
Al igual que su guion, la dirección y puesta en escena elegida por su director tampoco se amoldan a biopics más convencionales como por ejemplo «Ray» (Taylor Hackford, 2004) o «La dama de hierro» (Phyllida Lloyd, 2011). Su apartado visual apuesta por recrear lo más fielmente posible la estética de los sesenta, no sólo en lo que atañe al vestuario o al diseño de producción, sino también a la fotografía. Por ello las dimensiones de la película se asemejan a los ya en desuso 4:3 y en numerosas ocasiones se incluyen planos de archivo, especialmente en las secuencias que procuran recrear algún acontecimiento público de la vida de Jackie Kennedy, siendo bastante difícil en ocasiones distinguirlos del material rodado a propósito para la película.
Aun así, el personaje de Jacqueline Kennedy puede hacerse difícil de empatizar o entender en ciertas ocasiones, seguramente debido a su narración no-lineal, por lo que en ciertas escenas puede parecer que el comportamiento de la protagonista carezca de lógica o sea caprichoso. Jackie no es un personaje que intente caer bien y eso puede chocar a más de un espectador.
A por la segunda estatuilla
Lo más destacable de toda la cinta es, a todas luces, la brillante interpretación de Natalie Portman. No solamente se dedica a imitar fielmente la expresión corporal y la forma de hablar de su personaje (y eso es algo fácil de contrastar si se echa un vistazo al tour realizado por Jacqueline Kennedy en la Casa Blanca en 1961), sino que consigue hacer suyo el papel y transmitir la impotencia y el desasosiego en los momentos más dramáticos, siendo éstos sin duda los más memorables del film. Portman vuelve a demostrar que es una de las mejores actrices de su generación y con «Jackie» añade otra estupenda interpretación a su filmografía. Es por ello que para los fans de la actriz ver esta película en versión original se convierte en algo imprescindible.
El personaje de Natalie Portman es la protagonista absoluta de la película y por lo tanto es muy difícil que otros personajes tengan la oportunidad de brillar como ella. El que más cerca se encuentra de todos ellos es Peter Sarsgaard, quien aquí interpreta a Bobby Kennedy, el hermano menor de John y posterior candidato a la presidencia. Vale la pena destacar la presencia del recientemente fallecido John Hurt, quien aquí encarna a una figura bastante importante en la vida de Jackie, especialmente después del asesinato de su esposo.
Falta de pulso narrativo
A pesar de los esfuerzos de Larraín y Oppenheim por hacer un retrato fiel en todos los aspectos posibles a los hechos reales, no resulta suficiente como para que se convierta en un biopic imprescindible. «Jackie» adolece de un ritmo excesivamente pausado en ciertas escenas, especialmente a lo largo de su segundo tercio, seguramente debido a la reiteración de su discurso en muchas de sus secuencias, tanto de forma visual como en boca de los personajes. Está claro que consigue humanizar a sus protagonistas, pero el riesgo de intentar algo así da como resultado a que, tal como he mencionado unas líneas atrás, las contradicciones de Jackie se puedan percibir como ilógicas o sin sentido.
¿Quiere decir eso que el experimento de Pablo Larraín es un fracaso? No del todo. Son precisamente sus formas atípicas las que pueden conseguir que ciertos espectadores se interesen por la nueva película del responsable de la cruda y arriesgada «El Club« (2015). Si se está dispuesto a entender las idas y venidas de su protagonista puede ser una película bastante satisfactoria y con los valores suficientes como para ser recordada con el paso de los años.
Frases destacadas de «Jackie»:
- Jackie Kennedy: «I will march with Jack, alone if necessary.»
- The Priest: There comes a time in man’s search for meaning when he realises that there are no answers. And when you come to the horrible and unavoidable realization, you accept it or you kill yourself. Or you simply stop searching.
- Jackie Kennedy: I believe the characters we read on the page become more real than the men who stand beside us
- Jackie Kennedy: I never wanted fame. I just became a Kennedy.
- Jackie Kennedy: I value my privacy. I always have.