Mar. Mar 19th, 2024

En esta reseña huiremos de hablar de DC Comics y de series inspiradas en ellos, el motivo es simple, entendemos que esto es un producto cinematográfico original.

Inspirándose en autores clásicos

Todd Phillips, en su nuevo trabajo, decide llevar a las nuevas generaciones a un nuevo plano narrativo donde se mezclan los estilos imperantes en la década de los setenta con los actuales. Este largometraje bendecido en Venecia con el León de Oro rebosa amor al cine, aunque no entendemos ni compartimos el motivo. Eso nos lleva a pensar en la calidad de la producción internacional que está por venir a las carteleras, si “Joker” es lo mejor cómo será el resto. Porque el largometraje es muy bueno, pero en realidad estamos ante un ejercicio que podríamos tacharlo de neoclasicista. Lo es hasta el punto que en el arranque de los títulos de crédito. Phillips abandona el logo actual de Warner Bros para optar por la imagen corporativa de la década de los setenta, y acaba el filme con el clásico The End, como si hubiéramos acabado de ver “El halcón maltés” o “Casablanca”. Para construir este nuevo cosmos donde surge el famoso villano del universo de DC toma dos obras maestras de dos grandes realizadores del séptimo arte, nos referimos a Martin Scorsese y Sidney Lumet.

En “Broadway Danny Rose”, Woody Allen escribe: “¿Sabes cuál es mi filosofía? Que es importante pasarlo bien, pero también hay que sufrir un poco, porque, de lo contrario, no captas el sentido de la vida”. Todd Phillips parece darle la vuelta a esta frase, por ese motivo toma a Arthur Fleck, más conocido como “Joker”, para sumergirle en una auténtica tragedia original al margen del mundo del cómic. La vida de este buen hombre es pura tristeza y dolor. Se gana la vida ejerciendo como payaso en las calles, mientras intenta forjarse una carrera como monologuista durante las noches, a la par que intenta cuidar de su madre enferma.

Para él la vida poco a poco comienza a perder el sentido porque aprecia que el ser humano es todo crueldad y desprecio. Es ahí donde Arthur Fleck se emparenta con Travis Brickle (“Taxi driver”), dos personajes solitarios en una gran urbe. Este hermanamiento va más allá de lo intelectual, también se aprecia en lo formal, porque Todd Phillips toma la estética del clásico de Scorsese, nos referimos a la fotografía y diseño de producción, para construir el mundo donde se forjará este sociópata. De tal forma que el director de “Resacón en Las Vegas” nos sumerge en la soledad depresiva de Fleck, hasta el punto que este personaje toma prestado del famoso taxista la forma de ilustrarnos en una imagen el momento en que su mente se disocia. Es obvio que nos referimos a la mítica imagen en la que se encañona con los dedos de la mano y se dispara en la sien. Como se aprecia, este personaje es demasiado infeliz como para querer suicidarse, parafraseando de nuevo a Woody Allen en su filme “Delitos y faltas”, por ese motivo decidirá devolverle al género humano toda la infelicidad de que le dan cada día con el café.

Para ahondar en la tragedia, este humorista intenta por todos los medios encajar en la sociedad, por eso acude al psicólogo, pero la política y los ricos van en contra de los pobres. De las ironías de la vida es de donde surge su risa incontrolable. Joaquin Phoenix se desliza con esa risa histriónica por la delgada línea del ridículo. La razón es que puede resultar un tanto estomagante. En su defensa, debemos decir que eso es un fallo del director por sobrescribir tanto la acción.

Hay dos personajes que supondrán el punto de inflexión entre la cordura y la locura de Fleck. Nos referimos a Thomas Wayne, padre de Bruce, más conocido por todos como Batman, y el presentador de televisión, Murray Franklin. Es aquí donde Phillips va un paso más y deja a un lado esta estética y narrativa, para bucear en otro grande del séptimo arte, hablamos de Sidney Lumet. De toda su filmografía, hace para y fonda en “Network-Un mundo implacable”. Lo usa para construir el universo a ese presentador de moral y ética un tanto dudosa, que nos llevará al sorprendente desenlace. Es como si el personaje principal del clásico de Lumet, Howard Beale, hubiera sido poseído por Max Schumacher, el productor implacable de Beale. Murray es el auténtico villano de esta función y principal detonante de la forja de “Joker”. Este presentador toma la basura de las calles y lo convierte en programa de televisión, parafraseando una vez más al gran Woody Allen y tomando un diálogo de su magna y oscarizada obra “Annie Hall”. Es ahí donde se lucen un excelente Robert De Niro, que nos brinda otro personaje secundario para su excelsa galería, en la que viven Al Capone, Louis Cyphre, etc., y un Joaquim Phoenix que con toda seguridad alcanzará una nominación al Oscar al mejor actor principal.

Así es la vida

Está claro que “Joker” debe ser entendida como una reorganización y reinicio de este universo. Atrás quedan las coloristas estéticas de Tim Burton que Joel Schumacher llevó al paroxismo, o las afectadas y barrocas escenografías de Nolan. Phillips apuesta por una estética neo-noir, totalmente neoclasicista. Las nuevas generaciones de cinéfilos pensarán que este largometraje es un paradigma de modernidad, cuando lo cierto, es que no hay nada nuevo bajo el sol. Así es la vida. Queda claro que el objetivo real de Todd Phillips es dar una pátina de autor a este mundo de villanos surgidos del mundo de las viñetas. Es más, se nota la mano de Bradley Cooper, que con cada trabajo se aprecia que es un inteligente productor y lo ha aprendido todo de David O’Russell. Quiero llamar la atención del potencial espectador del uso instrumental de las canciones que pueblan la banda sonora, como «Smile» de Jimmy Durante o «Laughing» de The Guess Who. Estos son tan evidentes como efectivos. Es más, podríamos decir sin temor a equivocarnos que Phillips, Scott Silver y Cooper son los autores intelectuales de esta estratégica maniobra de hibridar diseños de producción y estilos narrativos para obtener algo nuevo. Así como de la gran campaña de marketing que está catapultando este filme a entrar en la quiniela de los Oscars desde el momento de su estreno en salas.

Frases destacadas:

  • Arthur: “Creo que me sentía mejor encerrado en el psiquiátrico
  • Arthur: “Lo peor de tener una enfermedad mental es que la gente espera que te comportes como si no estuvieras.”
  • Arthur: “Mi madre siempre me dice que sonría y que ponga una cara feliz.”
  • Arthur: “Solía pensar que mi vida era una tragedia, pero ahora me doy cuenta que es una comedia
  • Penny: “Nunca le he oído llorar, siempre ha sido un niño muy feliz
  • Arthur: “Durante toda mi vida, no sabía si existía. Pero yo sí, y la gente comienza a darse cuenta.

Tráiler oficial de “Joker”

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

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