Mar. Mar 19th, 2024

Irónica y ácida comedia sobre la cosmogonía de los enlaces nupciales y la sociedad actual, que nos rescata a dos actores como Winona Ryder y Keanu Reeves.

Los polos opuestos se atraen

El sector de la crítica siempre nos quejamos de las penosas traducciones que se hacen desde los departamentos de marketing de las distribuidoras de los títulos extranjeros. Esta vez, rompemos una lanza por el equipo de marketing de Diamond Films España por su acertada versión al castellano de “Destination Wedding”. También es cierto que cuando uno entra a ver una comedia romántica estadounidense entra con miedo y pavor porque sabe que va a pasar en el mejor de los casos noventa soporíferos minutos. Hemos de reconocer que “La boda de mi ex” ha supuesto una grata sorpresa porque, por fin, hemos conseguido hacernos unas risas. El director, guionista y productor Victor Levin ha sido astuto y ha visto que había un filón sin explotar en el manido género de la comedia romántica.

El guionista, director y productor Victor Levin ha tenido una idea que resulta ser de lo más rentable porque solo tenemos dos personajes que vertebra toda la acción. Estos son Lindsay y Frank interpretados por Winona Ryder y Keanu Reeves, que vuelven a coincidir tras 25 años en una historia de calado romántico. El espectador debe recordar que dieron vida a Mina Murray y Jonathan Harker en la adaptación cinematográfica de Francis Ford Coppola de “Drácula”. En segundo lugar tenemos una única localización, el pequeño y pintoresco pueblo universitario de San Luís Obispo, situado en el estado de California. Hasta allí acuden nuestros protagonistas que son invitados a la boda del ex novio de Lindsay y hermanastro de Frank. Este decide hacer el enlace nupcial en un viñedo.

Curiosa comedia

Los novios deciden emparejarles, de ahí que les ubiquen en asientos contiguos en el avión, les ponen en habitaciones contiguas, les sientan en la misma mesa. En realidad, ellos tienen personalidades opuestas, y ven el mundo de distinta manera. Ese el punto de partida de gran parte de las situaciones cómicas. Cuando Levin está metido en arena decide pasarse a la comedía que podríamos catalogar como de vergüenza ajena, como por ejemplo, la secuencia del polvo en el viñedo. Y finalmente decide apostar por hacer una crítica a las típicas bodas estadounidenses, de tal forma que los chistes poseen una buena dosis de ironía.

“La boda de mi ex” posee un buen ritmo. Las interpretaciones son geniales. Winona Ryder y Keanu Reeves saben conformar esa extraña pareja, y sobre todo, dotarle de química y verosimilitud. Saben recitar esos diálogos que resultan ser tan chispeantes como mordaces.  Por todo ello, nada más que podemos decir que hacen un divertido y sorprendente trabajo. Además, Levin consigue salirse de la típica estructura, dando un cierto toque de frescura al filme. Juega a romper con las expectativas. Lo malo es que al final decide no apostar por un final abierto, con lo que se rinde a la más absurda comercialidad, pero se le acaba perdonando porque nos ha brindado noventa minutos que resultan ser divertidos y entretenidos.

Frases destacadas:

  • Lindsay: “Sólo trato de ser madura
  • Frank: “Nuestro país vive en la autocomplacencia
  • Frank: “La gente artificial no envejece
  • Lindsay: “¿Y si el amor le llega a todo el mundo?

Tráiler oficial “La boda de mi ex”

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

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