Tras “La casa del reloj en la pared”, Eli Roth vuelve a producir otro largometraje que bien podría haber dirigido.
Una vez entras, nadie te puede ayudar
En Estados Unidos cuando llega la festividad de Halloween fuera del ámbito de las grandes ciudades proliferan este tipo de espectáculos locales. Los lugareños hacen casa del terror con escenas típicas de películas de terror en sus graneros. No es caro entrar y suelen ser muy divertidas. Scott Beck y Bryan Woods toman esto como gran localización para su nuevo trabajo. Los protagonistas son seis amigos que ven un anuncio a la salida de la típica fiesta de disfraces de Halloween de una casa de terror. Lo que promete la publicidad es una experiencia extrema a base de explotar sus miedos más profundos. Obviamente, la experiencia acabará siendo mortal cuando los monstruos se hagan reales.
A diferencia de su exitosa “Un lugar tranquilo” de partida toman elementos clásicos del género. Bucean en los clásicos de la década de los 80´s, concretamente en “Halloween” de John Carpenter o “La casa del terror” de Tobe Hooper para construir la trama. Además, toman prestado algunos ingredientes de “Saw”, clásico firmado en 2004 por James Wan. Y finalmente, deciden tomar no olvidan homenajear al productor de la película, Eli Roth. El resultado es un híbrido funcional que juega con los iconos y estereotipos de los subgéneros que deciden explorar. Se aprecia que el reparto se siente cómodo con los personajes, y se entregan a esta aventura nocturna donde jugarán con sus mayores temores.
Objetivo: salir con vida
“La casa del terror” resulta ser un filme entretenido. Funciona porque no es pretencioso. Busca entretener. El objetivo de sus creadores es hacer un slasher para un público mayoritario, y lo consiguen. Esto hace que acaben sumergiendo a sus criaturas en territorios que peuden resultar demasiado comunes. Lo hacen con tal descaro, que al espectador común no le importará. De hecho, es un filme que está hecho especialmente para un público joven que no ha visto esos clásicos que sustentan el marco referencial. La narrativa es correcta, carece de tiempos muertos. Las situaciones que crean son verosímiles. El objetivo de los protagonistas es salir con vida y hacen lo que pueden. Otra cosa es el desenlace. Lo que dejará descolocado al espectador es ese doble final que posee esta historia. El segundo resulta totalmente precipitado y un tanto inverosímil.
Frases destacadas:
- Bailey: “Se supone que esto da miedo”
- Payaso: “Todavía quieres ver mi cara”
Tráiler oficial de “La casa de terror”