Mar. Mar 19th, 2024
Santiago Mitre dirige La cordillera

Santiago Mitre crea en una Cumbre de presidentes latinoamericanos un film de intriga política donde brilla, una vez más, Ricardo Darín.

Las turbias bambalinas de la política

Hay políticos que son hombres invisibles, es decir, carecen totalmente de carisma. Ese es el caso de Hernán Blanco, el presidente argentino recién electo, que afronta con equipo de confianza su primera cumbre de Estado. Esta tiene lugar en Chile. Es un encuentro muy importante porque de ahí surgirá una organización que aglutine a todos los países latinoamericanos, y en el fondo se debate el futuro energético de toda Sudamérica. Luego, su vecino estadounidense no querrá perder su influencia e intereses económicos con sus amigos del sur.

Santiago Mitre, realizador de sobra conocido por el público español por grandes títulos como El estudiante o Paulina, se atreve con su inseparable guionista Mariano Llinás a sumergirse en las turbias aguas de la alta política. Para ello hay que ser ciertamente valiente y muy inteligente. El motivo es muy simple: los críticos analizamos con lupa este tipo de largometrajes, y no solemos perdonar cualquier mínima falta de rigor o verosimilitud, tanto en el guion como en la construcción de la narración. Los diálogos de «La cordillera» rebosan verosimilitud, y crean momentos tan curiosos como la llegada de Hernán Blanco al aeropuerto chileno o la negociación final con Dereck McKinley o el presidente mejicano.

Ricardo Darín, Dolores Fonzi, Erica Rivas protagonizan "La cordillera"

“La cordillera” posee varias líneas de trabajo que hacen de este largometraje un interesante y estimulante thriller político, posiblemente a la altura de los que podía realizar en su momento Alan J. Pakula. Ambos guionistas consiguen definir con claridad las estrategias y alianzas geopolíticas de cada país integrante, así como sus intereses manifiestos en la cita de gobernantes. Además, con suma rapidez presentan a los distintos personajes. Es brillante la presentación del personaje central. Mitre como parte de la base de que es un hombre invisible para el pueblo, lo es para el espectador también, por ese motivo será su equipo quien nos lo presente y lo defina. Es todo un acierto no presentarle físicamente hasta que lleguemos a la cima de las montañas andinas.

El político y sus secretos

Será ahí donde Hernán Blanco deberá enfrentarse a sus propios demonios, de tal forma que el filme se adentra en el terreno del thriller y el drama familiar. Ahí brilla el psiquiatra y las sesiones de hipnosis, dos recursos (personaje y técnica) que dan gran intensidad al relato. Obviamente, todo personaje tiene su pasado y sus secretos. Sus luces y sus sombras. Y el psiquiatra se convierte en el catalizador de esa parte de la trama. Llegados a este punto de la trama el largometraje gana en intensidad y fuerza. Todo ello aboca a nuestro personaje a una pesadilla privada y pública. En el plano familiar deberá lidiar en el seno de la reunión con ese huracán que es su hija, Marina Blanco, que a la postre le pondrá en una delicada situación de orden público y profesional. En el terreno político tendrá que posicionarse en un bando, y eso afectará a todo el pueblo argentino y a sus relaciones internacionales. Es en este punto del desarrollo donde introducen un personaje que carece de toda importancia, parece en un principio que será más relevante, pero sólo sirve para subrayar aspectos obvios, nos referimos a la periodista Claudia Klein, interpretada por Elena Anaya. Este personaje es una suerte de caricatura mala de Ana Pastor. Es, sin duda alguna, lo peor de “La cordillera” y es el peor trabajo de la actriz palentina hasta la fecha. Mitre no consigue enderezar su labor en ningún momento. Está totalmente sobreactuada. Se convierte en la nota discordante del conjunto, y su labor cae en el ridículo más absoluto al enfrentarse a un animal escénico de la talla de Darín.

Mariano Llinás, Santiago Mitre son los guionistas de La cordillera

La mirada de Mitre sobre sus criaturas políticas es intensa y feroz. Los sitúa en un entorno geográfico excelente, al que saca todo el partido, dotando a la narración de múltiples metáforas. Sirvan de ejemplo esos picados de la carretera. Crea momentos sumamente brillantes e intensos. Aquí es imposible e injusto no mencionar la excelente fotografía de Javier Julia, al que todos recordaréis por la excelente Relatos salvajes. Es difícil que el espectador se aburra, aunque es cierto, que algunas ideas queden demasiado subrayadas. Dice el dicho que la realidad siempre supera la ficción, tras ver “La cordillera” es inevitable sentir ciertos escalofríos. Es magnífica la recreación de una cumbre de estas características, y la forma en que ponen de manifiesto los diversos intereses personales, económicos y políticos de una cumbre de estas características. Es perfecta la labor de producción, porque luce cada euro invertido, se aprecia en cada pequeño detalle.

Frases destacadas:

  • Luisa Cordero: “Mucho ha ido a pagar iniciativas y mucho a pagar la campaña
  • Ministro Castex: “Lo importante es la cumbre. Esto no está pasando. Sólo la cumbre.
  • Hernán Blanco: “No puede estar sola en medio de este baile.
  • Presidente de Brasil: “Yo soy un hombre de Estado, no un iluminado.
  • Presidente de Méjico: “Yo no voy a reventar esta cumbre yo solito
  • Hernán Blanco: “Brasil es un aliado estratégico y eso es innegociable.
  • Presidenta Chilena: “Si alguien pensaba que esto iba a ser aburrido, pues se equivocaba
  • Klein: “La política tiene un concepto del bien y del mal distinto al del pueblo llano
  • Hernán Blanco: “El mal existe señorita Klein. No se llega a presidente si no lo ha visto un par de veces al menos.

Trailer oficial de “La cordillera”

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

Un comentario en «“La cordillera” y la importancia del hombre invisible»
  1. Muy buena critica, hace que ir al cine a ver una película se convierta en una tarde de fiesta. Gracias, es cierto que Ricardo Darín es un magnifico actor, yo lo descubrí por casualidad y le sigo siempre que el resto del reparto o del director no me chirrie demasiado

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