Debut del director Alfredo Montero en una cinta que narra la historia de un grupo de amigos atrapados en una cueva a través del recurso narrativo del metraje encontrado.
El enfoque de «La cueva» viene determinado, como su propio director indica en la entrevista que publicaremos en estos días, por una serie de referencias evidentes como podrían ser, desde el lado de las películas de metraje encontrado, «El proyecto de la bruja de Blair» o «Rec«. La primera, pionera en la utilización de un recurso narrativo que imprime a las imágenes el aspecto de haber sido rodadas desde el amateurismo, recaudó sumas ingentes con un presupuesto más que limitado. La segunda, uno de los filmes de terror españoles más sugestivos de los últimos tiempos.
Otras referencias
De otro lado, cabría destacar en el imaginario colectivo otro tipo de reminiscencias que aparecen inevitablemente durante el visionado de la ópera prima de Alfredo Montero. Serían, películas que sitúan a sus personajes en situaciones extremas. En lugares de no retorno en los que las normas morales e incluso las leyes se subvierten o directamente se eliminan en favor de la supervivencia. Así, «127 horas«, «Viven« o la extraordinaria «Enterrado« se erigen como espejo en el que el director de «La Cueva» ha intentado mirarse, quizá, a veces, sin poner en el metraje demasiado de su propia cosecha.
De este modo, y aunque la película tiene virtudes indiscutibles como su puntillosa voluntad de realismo e incluso momentos brillantes y ciertamente angustiosos como la escena submarina o los intentos de evasión de su protagonista armada tan solo con la antorcha de la cámara, «La cueva» parece en ocasiones una suerte de pastiche en el que sin embargo se adivinan cualidades más que interesantes a desarrollar por Montero en sus próximos proyectos.
Frases destacadas de «La cueva»:
- Jaco: «Voy a hacerte un planito a lo Scorsese de esos que te gustan«
- Celia: «Se pueden aguantar semanas sin comer, pero sin beber agua solo se aguanta tres días«
- Jaco: «Deja de decir que nos vamos a morir porque no nos vamos a morir«