Barney Elliott firma una ópera prima inteligente y valiente bajo el titulo de «La deuda» que obtuvo varios premios en la última edición del Festival de Málaga.
De la historia a la ficción
El 3 de octubre de 1968 en Perú Juan Velasco Alvarado depuso al presidente Fernando Belaúnde Terry, electo democráticamente. Este inicio una serie de reformas en nombre de la justicia social, entre ellas una agraria el 29 de junio de 1969. De tal forma que se expropiaron tierras a la oligarquía terrateniente a cambio de bonos del Estado y se las repartieron entre los campesinos. En 1973 con la crisis económica estos bonos perdieron todo su valor. Este marco histórico sirve al guionista y realizador Barney Elliott para construir esta inteligente ópera prima que se alzó merecidamente en la pasada edición del Festival de Málaga con un par de Biznagas, una al mejor guion y otra a la mejor actriz secundaria. Se trata de un curioso thriller que se mueve en las turbias aguas de la economía, sociedad y la política. La “ficción” surge cuando décadas después los bancos extranjeros quisieron hacer negocio con esta deuda impagada para sacar provecho a pesar de Juan Velasco Alvarado que repercuta en el programa social del Gobierno. Y como siempre será el ciudadano quien pague las consecuencias.
Los tiempos de crisis son el caldo de cultivo ideal para ver como los voraces capitalistas intentan especular con la deuda. Ese es el telón de fondo de esta interesante película producida y protagonizada por Stephen Dorff. Obviamente se reserva el papel más interesante y que da nombre a la película “Oliver’s deal”, que podríamos traducir como “El trato de Oliver”. Este ambicioso hombre de negocios acabará descubriendo las consecuencias de sus negocios porque el altruismo no existe. Siempre hay un interés detrás de toda ayuda.
El imperialismo del capital
Antes se explotaba la tierra y el agua, las riquezas naturales. Los imperios se construían en torno a la explotación de recursos. Ahora existe un nuevo imperio regido por el dinero en esta nueva economía global. Este capitalismo feroz, que busca el crecimiento constante e ilimitado, no conoce de marcos legales o personas. Es más llega a explotar algo tan intangible como la deuda. Idea explorada en el fascinante documental “Inside job” (Charles Ferguson, 2010). El tema no es que uno valga lo que es capaz de endeudarse. La realidad es más perversa y este thriller sirve para poner de relevancia que se puede especular con la deuda y obtener réditos. Eso lleva a los banqueros a comportarse como mafiosos y a realizar negocios un tanto oscuros. Lo triste es que siempre serán los mismos los que paguen, es decir, el pueblo. Es a los ciudadanos a los que se les acaba recortando en servicios y en derechos. Todo ello hace que este largometraje sea oportuno, bajo el manto de la ficción subyace una realidad brutal que podemos ver todos los días en los informativos.
De lo local a lo global
Elliot consigue levantar un filme valiente, con una gran factura, entretenido y real como la vida misma, para desgracia de todos. Lo cierto es que todo tiene un precio, y eso es algo que descubren nuestros protagonistas. Inclusive el salvar aquello que más queremos y apreciamos. Esa es la triste realidad. Su creador teje bien las relaciones entre los distintos personajes en este verosímil relato cuyo mensaje va de lo local, la realidad peruana, a lo global, la extrapolación del mensaje final del filme. Es de ley destacar finalmente la labor de Elsa Olivero, que conmueve a cualquiera con ese pedazo de personaje que es la enfermera María. Sin olvidar a nuestro exportable Carlos Bardem, que se está especializando en secundarios de lujo, en este caso interpreta al terrateniente Ricardo Caravedo, empeñado en adelantarse a Oliver para adquirir la deuda; Alberto Ammann y David Strathairn, que está perfecto como tiburón financiero.
Frases destacadas de “La deuda”
- Oliver: “Tome el dinero Sr. López. Es un buen trato”
- Alonso López: “¿Por qué el precio es tan bajo, Sr. Campbell? Me crie en esa tierra, debería valer más”
- Oliver: “¿Sabes que después de hoy tenemos más del 25% de la deuda agraria de Perú?”
- Gamarra: “Yo ya he vivido esto, ¿recuerdas? Esos lugares son como cárcel para gente como nosotros. Tu no quieres eso para tu vida. Por lo menos aquí eres libre”
- Nathan: “Tienes que diseñar un plan de salida para Perú”
- Gamarra: “Para él sois solo unos cholos, indios de mierda. ¡Nada más! No va a cumplir lo que dice”
- María: “¿Cuánto dolor tiene que aguantar una persona para que su condición sea considerada necesaria? ”
- Manuel: “La reforma agraria no es una deuda que se arregle entre dos partes, Señor Campbell”
- Oliver: “Hay que pagar las deudas. Así funciona el mundo”
“La maldición de Lake Manor”, Mal título para una buena película
“Mank”: la reivindicación del guionista
«El arte de volver»
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