Mar. Mar 19th, 2024

El singular autor griego, Yorgos Lanthimos, regresa a las carteleras con un filme dirigido a pequeñas grandes minorías.

De intrigas palaciegas

El quinto largometraje de Lanthimos podríamos catalogarlo como lo más comercial que ha realizado hasta la fecha, es más, podríamos decir que es un filme de encargo. El motivo es simple. Los guiones, por lo menos en los cuatro trabajos previos, están escritos a cuatro manos entre el propio Lanthimos y su mano derecha, Efthymis Filippou. En este caso el guion corre a cargo de la novel, Deborah Davis y Tony McNamara, que ha desarrollado casi toda su carrera en el campo televisivo. El personaje en torno al cual gira esta historia es Ana Estuardo, reina de Inglaterra, Escocia e Irlanda hasta su muerte. Gracias a ella, Gran Bretaña se convirtió en toda una potencia. Durante su reinado se desarrolló el sistema bipartidista. De su matrimonio con Jorge de Dinamarca tuvo 19 hijos, de los cuales tan sólo uno logró cumplir más allá de los dos años. Al poco de ser coronada, y tras dirigir las tropas en la Guerra de Sucesión Española le otorgó el título nobiliario de Lord Marlborough a John Churchill, y le ascendió a Capitán General. Esto fue debido al gran lazo que unía a Ana con su consejera, amiga y esposa del noble, Sarah Jennings. El filme también refleja muy bien el sistema bipartidista y la lucha intestina entre los torys y los whigs por ganarse el favor de la reina, donde al igual que en la guerra cabía todo: traiciones, espiar al contrario, manipulaciones, etc. La última reina de los Estuardos falleció en el palacio de Kensington, de un complejo cuadro. Tras sufrir reiterados ataques de gota y un accidente cerebro vascular, tuvo un episodio de erisipela que acabó en septicemia.

Con todo este material histórico, Davis y McNamara construyen un guion estructurado en ocho capítulos, donde los personajes se relacionan de manera triangular. El primero lo conforman: la reina Ana, su consejera Lady Sarah y Lord Marlborough, sobre sus hombros recae todo el poder político y militar del país. El segundo lo conforman, Ana, Sarah y Abigail, una prima pobre de la consejera que busca de nuevo su puesto entre la alta burguesía. Y finalmente, tenemos el conformado por Abigail y los dos jóvenes miembros del partido de los torys, Booker y Harley. Ellos se encargarán de llevar a cabo las intrigas palaciegas necesarias para alcanzar sus objetivos políticos y sociales. De la intersección de estos tres triángulos surge un guion magnífico lleno de alegorías y mucho humor negro. Salvando las distancias y en versión femenina se podría decir que estamos ante la versión dramática de “Tom Jones”, filme firmado en 1963 por Tony Richardson, donde Albert FInney daba vida a un bastardo que busca su hueco en la sociedad en el siglo XVIII.

Y la actualidad

Sobre el estupendo guion destaca la enorme labor de las actrices Olivia Colman, Rachel Weisz y Emma Stone, sobre todo la de Colman. Todas tienen muchas bazas para estar entre las nominadas en los próximos premios de la Academia de Hollywood, y Colman parte como clara favorita a mejor protagonista. El momento donde tiene que hablar y mantener toda la dignidad a pesar de tener un ictus es memorable y magistral. Weisz, por su parte, está estupenda, a la altura de las circunstancias dándole la réplica. Y la que sorprende es el registro nuevo de Stone. Acostumbrados a verla en papeles sin sustancia, carentes de arcos, aquí nos demuestra lo que vale, sorprenderá a más de uno.

Finalmente, tenemos a Yorgos Lanthimos, que nos ofrece una historia de corte clásico, pero que imprime su sello particular en la narrativa cinematográfica. Para ello juega con distintos tipos de lentes, encuadres inusuales, movimientos de cámara a contralectura, una banda sonora con acordes dominados por instrumentos de cuerdas que carecen de las típicas armonías clásicas, que el espectador suele escuchar en este tipo de largometrajes de época. De tal forma que, acaba rompiendo todo el academicismo de la historia y de la puesta en escena con una narrativa novedosa. El motivo es claro y único: el director griego busca establecer un claro paralelismo en el comportamiento humano, la sociedad y el poder entre ese momento histórico y la actualidad. El fin último es tomar este guion para hacer una particular crítica socio-política. Además, nos brinda una historia de amor repleta de intereses donde Abigail usa a sus amantes para obtener sus réditos sociales. Estamos ante un personaje que busca envenenar el alma de otras personas para cambiar los designios propios o los de su país.

El espectador antes de pagar por la entrada debe saber que a pesar de su apariencia académica y clásica acudirá a ver una historia que versa sobre los tiempos modernos, por eso su narrativa cinematográfica es un tanto singular, que la hará estar en todas las venideras listas de premios.

Frases destacadas:

  • Lady Sarah: “El amor tiene sus límites
  • Lady Sarah: “Siempre hay un precio que pagar, y yo estoy dispuesta a pagarlo.”
  • Ana Estuardo: «¿Me vas a hacer el amor o vienes a violarme?«
  • Abigail: “Los hombres no deben sorprender a las mujeres.”
  • Lady Sarah: «A las damas también nos gusta divertirnos«

Tráiler oficial de “La favorita”

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

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