Mar. Mar 19th, 2024
Crítica de "La horca"

Actores novatos, found footage y un fantasma son los ingredientes de esta veraniega horca, de los productores de «Insidious» y «Paranormal Activity»

La dura vida en el instituto

La horca es un filme de terror teen para ser disfrutado en cines de verano con las manos llenas de palomitas, tu pareja a tu vera y un cubo de vuestro refresco favorito. Y enuncio estos elementos indispensables porque puede que sea lo que más disfrute el joven espectador, porque lo que acontece en la pantalla es sumamente aburrido.

La horca (2)

Todo comienza a las 8:48 p.m. del 29 de octubre de 1993 en el salón de actos de un instituto estadounidense. Allí se está representando la obra de teatro titulada “The Gallows”. Los padres del joven Charlie Grimille están grabando todo con su videocámara. En la obra, el personaje de Charlie es condenado a morir ahorcado. Pero lo que no saben es que serán testigos de un fatal accidente cuando la puerta de madera debajo de los pies de Charlie se abra y él caiga con la soga en el cuello, muriendo inmediatamente en la horca. Veinte años después del trágico suceso Pfeifer, una joven estudiante del mismo instituto, decide volver a representar la obra maldita. En este caso, el papel de Charlie lo representará Reese, el líder del equipo de fútbol americano del instituto. Como no puede ser de otra manera no puede faltar el abusón de turno, Ryan, que da la casualidad que es el mejor amigo de Reese. Estos dos en compañía de la novia de Ryan, Cassidy, deciden sabotear la representación. Pero, lo que no saben es que una malévola presencia les cambiará todos sus planes.

Sensaciones artificiales

Escrita, dirigida y producida por Chris Lofing y Travis Cluff a cuatro manos este título supone el enésimo filme de terror teen realizado con falso recurso del found footage. Cierto que abarata costes, pero está tan manoseado, que no funciona. El primer acto de “La horca” es demasiado largo, la presentación realmente aporta poco o nada, los personajes son tan estereotipados que el espectador conoce de sobra su comportamiento. En el desarrollo ambos creadores no saben si apostar por un modelo “Candyman” o Carriey toman una decisión salomónica y toman de los dos un poco. Del extraordinario largometraje de Bernard Rose aquello de que no hay que nombrar tres veces a Charlie porque aparece y te ahorca. Este argumento se cae por su propio peso, porque antes de Charlie la malévola presencia ya existía. Del clásico del italo-americano toma que los malotes del instituto deciden aguarle la fiesta a Pfeifer, en este caso función. Pero la descripción de la vida cotidiana del mundo juvenil dista eones de la acertada mirada de Brian de Palma.

THE GALLOWS

Pero el listado de errores de bulto es mucho más largo. A saber. Incoherencias diversas como dejar una cámara encendida durante una conversación privada. Los realizadores juegan con la iluminaación nocturna aleatoriamente, sin justificación clara. Abusan de la música y de los efectos de sonido para crear situaciones de tensión, con lo que el espectador verá mermadas sus expectativas de verse asustado. Si atendemos al montaje de la cinta, le falta ritmo, hay momentos donde no hay acción y el tedio se apodera del espectador. Sin olvidar la eterna pregunta ¿quién ha editado las imágenes por los padres de Charlie, Ryan o la policía? Que son las tres fuentes de las imágenes de las que se nutre la narración de “La horca”.

El resultado global es un largometraje sumamente artificioso y predecible, donde lo único novedoso es ver cómo se acaban las pilas a la cámara, con lo que Lofing y Cluff nos anticipan que entramos en el desenlace de la historia. Mejor pasar de largo sobre el tema de la dirección de actores, sus diálogos suenan profundamente irreales y falsos, siendo incapaces de llorar o asustarse de verdad.

La horca (6)

Frases destacadas de “La horca”

  • Charlie’s father: “They made a great job en The Gallows”
  • Charlie: “They are coming for me”
  • Ryan: “Fuck this, I’m going, this is bullshit, it’s not real, Charlie, Charlie, Charlie!”
  • Reese: “They are coming for me. No one else”
  • Reese: “Don’t say his name”
  • Reese: “This place is super creepy at night
  • Pfeifer: “You shouldn’t say that name!”

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

Un comentario en ««La horca»: no digas su nombre»

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