Mar. Mar 19th, 2024

Casey Affleck dirige un típico filme postapocalíptico austero, cuidando al detalle todos los aspectos narrados en él

Casey Affleck debuta tras las cámaras en la ficción tras su (¿falso?) documental «I’m Still Here» (2010). Lo hace desde un sello independiente, elebarando con mimo un filme pequeño, refinado y a la vez detallista. Una película de género, sumergiéndonos de nueva en la visión de un mundo postapocalíptico donde los supervivientes vagan por las zonas más despobladas de los Estados Unidos.

Con un plano fijo dentro de una tienda de campaña, la cinta se abre con Caleb, a quien da vida el mismo Affleck, y Rag (Anna Pniowsky). Un prólogo sin cortes que dilata en cierta medida la entrada en materia, la realidad de un mundo desangelado, en el que un padre y su hija vagan por la naturaleza huyendo del encuentro con otros seres humanos. Una premisa que nos rememora a cintas similares, véase filmes como «La carretera» o en menor medida, y más debido en cierto modo a su temática, a «Hijos de los hombres». Se trata de un lugar que, dándose a conocer a partir de un seguido de deslavazados flashbacks, los cuales ocupan muy pocas partes del metraje y están introducidos con sutileza psicológica y nunca como subrayado, las mujeres se han extinguido a raíz de una enfermedad desconocida.

La pequeña Rag, por algún motivo que desconocemos, parece ser inmune a esta desgracia. Así pues, en un mundo de hombres, se verá obligada a hacerse pasar por niño bajo la indicación de un padre protector que vive con el temor constante de que le pase algo a su pequeña. La película abordará la exploración del espacio, que se basa en territorio salvaje dentro del bosque, algún rancho abandonado, parajes nevados y restos de una ciudad de aspecto muy deprimente. A su vez, incidirá en la evolución y motivaciones psicológicas de los dos protagonistas, su pasado y su presente y cómo abordar su propio futuro. Y en todo este entramado, la figura del otro, del extraño, se antojará siempre amenazante. Un desconocido al que no se quiere conocer, del que nunca se saben sus intenciones. Siendo también ellos extraños para los demás, y comportándose incluso de manera inmoral en según que momento con sus semejantes. ¿Es el hombre un lobo para el hombre? ¿Es la sociedad del bienestar tan solo un invento para evitar esta esencia maligna del ser humano?

La cinta cuenta con numerosos aciertos, desde la ambientación a las actuaciones como el mantenimiento de un tono acorde a lo que sucede en cada una de sus sencuencias. Hay maestría y saber hacer durante todo el metraje, con un acertado uso de una banda sonora discreta, punzante y necesaria. Una fotografía y una dirección que nos sumergen de lleno en la realidad física y psicológica de los personajes. Sin embargo, pese a su falta de errores, la cinta se antoja simplemente correcta. Y lo es por lo poco arriesgado de su misma esencia, la ausencia de originalidad al presentar una historia que, pese a estar irreprochablemente realizada, no aporta nada nuevo y da la sensación de ser lo mismo que llevamos viendo desde hace años.

Frases destacadas:

  • «No es un lugar seguro para quedarse»
  • «Me buscan a mí porque soy una niña»

Tráiler de «La luz de mi vida»:

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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