Michael Brandt y Derek Haas responsables de guiones como “Se busca”, “El tren de las 3:10” o “A todo gas 2” regresan con este thriller policíaco titulado «La sombra de la traición», que arranca con el asesinato nocturno de un senador de Estados Unidos que lleva el sello distintivo de un asesino soviético, de nombre clave “Cassius”, obliga a un agente jubilado de la CIA, Paul Shepherdson, a formar equipo con un joven agente del FBI, Ben Geary, para resolver el caso, ya que para entrar en el FBI realizó una tesis doctoral sobre la figura del asesino ruso.
Hay algo que me atrae sobremanera sobre la figura de los asesinos con artilugios personales, como por ejemplo el nazi apodado “estilete” en “El ojo de la aguja” de Richard Marquand. En este caso tenemos a un ruso cuyo nombre en clave es “Cassius”, que te saja la yugular con un cable de metal con la facilidad con la que una hoja de papel cae al suelo. Además, eso de que encima forme un grupo que se hacen llamar “Los siete de Cassius” pues tiene una plusvalía argumental.
Una vez más estamos ante una desafortunada traducción del título original “The double”, que sería “El doble” que hace mención tanto a que hay un asesino que copia las maneras de asesinar de otro, como a que hay agentes dobles, vamos que el FBI tiene un topo en el seno de la organzación. En síntesis que el espectador está permanentemente ante un juego de apariencias.
Pero obviamente Brandt no es Thomas Alfredson y ambos guionistas dejan flecos que no se sostienen, de pronto pasan cosas para las que no hay explicación, o que de repente un personaje aparece como por arte de magia restándole toda brizna de verosimilitud. Así que para que nadie vaya engañado y el respetable se haga una idea de verdad, esta mezcla de thriller y espías está más cercana al trabajo realizado por el actor y director Richard Benjamin en “Espías sin identidad”, tanto a nivel formal como argumental.
Michael Brandt no se puede quejar porque ha contado con dos grandes pesos pesados como son Richard Gere y Martin Sheen, a los que dirige bien y no están sobreactuados. Por su parte, Topher Grace que hasta ahora había lidiado con papeles de guaperas jovenzuelo aquí tiene un papel complejo en el que está correcto pero no llega a lucirse.
Así que cuando uno sale de ver este largometraje no deja de pensar que gran película se podría haber realizado si le hubieran dado un par de vueltas más al guión, y se hubieran limado aspectos como engarzar las situaciones o haber desarrollado arcos más verosímiles. Así las piezas de este puzzle hubieran quedado mejor encajadas y hubiera cobrado todo el sentido y la lógica del mundo. Y, desde luego, si llegan a jugar con los nombres de los senadores romanos y le hubieran dado una coherencia interna real hubiera sido una película brillante.
Frases destacadas:
Tom Highland: “Es Cassius, ha vuelto”
Tom Highland: “Los jubilados pierden ciertos privilegios”
Paul Shepherdson: “Se supone que los espías no tienen costumbres”
Paul Shepherdson: “Agente Geary. ¿Por qué uno escribe una tesos sobre Cassius para entrar en el FBI y no en la CIA?”
Brutus: “Nos entrenó a todos a su manera”
Paul Shepherdson: “Respeto sería lo último que sentiría hacía un criminal como él”
Calificación: 4