Mar. Mar 19th, 2024

El director de teatro Adrian Noble filma su particular bisección-homenaje sobre la vida de uno de los pintores más singulares del Reino Unido. La película se queda corta en lo que a largometraje televisado una tarde de domingo se refiere.


Si queremos saber más de este personaje deberíamos de buscar otros estímulos más allá de esta propuesta, pues el filme de Noble no es más que un acercamiento a la vida privada del artista de Lancashire. La historia narra las peripecias del joven Laurence (Timothy Spall), de su relación con una madre (Vanessa Redgrave) que le atormenta a cada segundo su existencia. Un conflicto personal donde los sueños de profesionalizarse como pintor se verán truncados por la falta de apoyo de su madre, un apoyo clave, por otro lado pues la relación (casi) tóxica que mantiene con ella le lleva a perder su oportunidad ante un pujante de la ciudad de Londres en los años 30.

Las transiciones en ella son propias de un estudiante de segundo año de Audiovisuales. Las escenas entre el joven Lowry y la madre nunca llegan a despegar, la causalidad de las secuencias (haciéndose banales ciertas palabras de Lowry) intercambiando monólogos en el montaje interno. A pesar de la insistencia de su realizador en formalizar la idea de un sentimiento (algo ocurrido a toda mente del creador) de vacío y de duda basado en el hecho del ¿por qué hago yo esto?. Los diálogos entre madre e hijo (en ocasiones) llegan a rozar lo verecundo.

La escena postcréditos es, quizás la mejor definición el deseo de redención de un artista, con una mirada a cámara del personaje eje central aunque personalmente prefiera la versión de «Mr. Turner» (2014) que él mismo interpretó hace siete años. Pues mientras que esta cinta se dejan entrever algunos gestos manieristas en el suave trazo del pincel y la mirada fija en el lienzo de la obra, en la película de Mike Leigh el actor británico llega a bordar el fanatismo con el que el artista de Covent Garden fue conocido y la obsesión por captar el instante (Barco de esclavos).

Frases destacadas:

  • Elizabeth Lowry: «[…] He tenido una pesadilla, he soñado que mi cama era un ataúd», «Ambos sabemos hacia donde se dirige mi vida Lawrence», «[…] con quién sino ibas a estar mejor. […] Tú y yo, juntos, para siempre», «Nunca, nunca quise tener un hijo, Lawrence», «Lo he sacrificado todo por ti, ¿qué has hecho tú por mí?»
  • Laurence Stephen Lowry: «Pintar, madre. Acabé siendo pintor por usted, madre», «Siento la necesidad de captar un modo de vida. […] Cada ladrillo, cada edificio está hecho de mí», «La gente cree que es libre, pero no es así. Todos estamos atrapados en un cuadro», «Soy un hombre que pinta. Nada más, nada menos»

Tráiler de «La Sra. Lowry e Hijo»:

Por Eduardo F. Gómez

Graduado en Comunicación Audiovisual. Contador de historias y amante de los sintes electrónicos a partes iguales. Considero que las sonrisas no deberían de tener límite alguno.

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