Russell Crowe y Mark Wahlberg regresan a la gran pantalla con La trama, un film heredero de su momento social y de enredado argumento, que posiblemente sea sólo apta para los amantes del género.
Entre asesinos y amantes…
Un policía es acusado del asesinato de un presunto violador y asesino de una joven puertorriqueña. Por suerte, se libra de la cárcel gracias a la mediación de las altas esferas políticas y judiciales. Billy Taggart (Wahlberg) es apartado del cuerpo y se convierte en detective privado. Mientras su vida sentimental discurre felizmente junto a una encantadora actriz a punto de estrenar su primer papel protagonista; que además, es la hermana de la joven asesinada.
Nueva York se encuentra en campaña electoral. Nicolas Hostetler (Crowe), quiere ser reelegido pero sospecha que su mujer Cathleen Hostetler (Catherine Zeta-Jones), tiene un affaire. Teme que esta circunstancia haga peligrar su candidatura. Entonces encarga al detective Billy Taggart que la investigue. Pero el detective descubre algo más, el supuesto amante de su mujer, es el jefe de campaña del rival en las elecciones que, además, es asesinado.
Todos parecen culpables en La trama
Estos son los prolegómenos de un thriller policiaco en el que existen tantas y tantas tramas y sub-tramas que si disfrutas de guiones en los que una y otra vez, una nueva prueba o personaje o vuelta de tuerca señala a un nuevo culpable o giro en la historia, entonces, La trama no te defraudará.
El cielo nocturno de La Gran Manzana se convierte de nuevo en escenario de un filme que no será un clásico de nuestros días pero que hará las delicias de los amantes de los entramados políticos, económicos e investigaciones fuera de toda ley, donde todos parecen culpables y solo nuestro príncipe destronado, se enfrentará contra todo lo que se interponga en su camino a base de mamporros, tiros, engaños, amenazas y chantajes. El filme hace suyos todos los tics del género en la actualidad: una cámara nerviosa, excitada y desquiciante. Una fotografía barroca de foco extremo. Una banda sonora industrial y abrumadora, que apoya los momentos de tensión, como es su deber y mandamiento.
La trama se mueve al hilo de los tiempos
Los actores hacen lo que deben, poner cara de circunstancias, beber como cosacos –es de destacar los litros de alcohol que se derraman por la garganta de los protagonistas- y ejercer dentro de lo que las condiciones de la historia exigen: el soberbio amo de la ciudad frente al torturado perdedor que tiene mucho que demostrar. La película se desliza es un ambiente al hilo de los tiempos. Corrupción política, crisis moral y contubernio de los poderes del estado. Frente a esto, la esperanza puesta en algún héroe que sumerja del infierno personal, sin nada que perder, para convertirse en valedor de una sociedad ansiosa de justicia. Aunque el héroe de este nuevo siglo, no siempre resulta vencedor.
Frases destacadas
Nicolas Hostetler : Nueva York es un sitio duro.