Fernando Colomo regresa con toda su frescura y vitalidad con un filme sobre segundas oportunidades y reencuentros, con dos actores de gran tirón cómico: Carmen Machi y Paco León.
Las raíces del maestro
Todos sabemos que las comparaciones son odiosas, pero en este caso es necesaria para entender lo que hace grande a esta comedia. Fernando Colomo a sus 72 abriles recién cumplidos nos demuestra tener más vitalidad, talento y profesionalidad que otros realizadores encumbrados a golpe de marketing como Santiago Segura. Su nuevo trabajo “La tribu”, con todos sus defectos y virtudes, es una buena muestra de ello. Este veterano cineasta se ha ido adaptando a lo largo de su carrera, sin perder un ápice de su personalidad. Comenzó en la llamada «la comedia madrileña» con la estupenda “Tigres de papel” donde nos hacía un retrato de la transición española a través de los ojos de una pareja separada con un hijo de catorce años. Fue de los primeros en irse a Nueva York a dirigir la genial “La línea del cielo” donde nos contaba la historia de Gustavo, un fotógrafo que quiere triunfar en la Gran Manzana y se da de bruces con las diferencias culturales. Regresó a sus territorios más castizos con la estupenda “Bajarse al moro”, y nos divertimos mucho con “Alegre ma non troppo” y “El efecto mariposa”. Como se aprecia en las pruebas, Colomo es director con mayúsculas, algún día se reconocerá su talento, porque posee inquietudes y sabe adaptarse a los tiempos.
A todo ritmo
Las situaciones cómicas de “La tribu”, al igual que “Sin rodeos”, están construidas sobre las viralizaciones en internet, la televisión basura y el empoderamiento de la mujer. La gran diferencia es la frescura, no es una fotocopia de otro largometraje. Colomo una vez más nos habla de nuestros delirantes tiempos. Fidel es el jefe de Recursos Humanos de la empresa Omnicron. Es prepotente, despiadado y tirano, que si tiene que poner a 300 familias en la calle no lo duda un momento. Un desliz sexual, con vídeo viral incluido, le lleva a un pozo sin fondo. Para salir del agujero decide ponerse en contacto con su madre biológica, Virginia, una limpiadora de planta de un hotel de Barcelona, que en sus ratos libres se convierte en toda una “streetdancer”. Madre e hijo, con la ayuda del grupo de baile “Las Mamis”, descubrirán que, uno se debe aceptar a sí mismo, asumir tus errores del pasado y quién eres. Colomo, al igual que Segura, ha construido una comedia con claras influencias estadounidenses sobre las segundas oportunidades en la vida. La gran diferencia es la originalidad con la que trata el tema, adentrándose sin tapujos en el terreno de la crítica social para elaborar algunas de las mejores situaciones cómicas. En el lado negativo de la balanza tenemos ese humor grueso e infantiloide que campa a sus anchas en los primeros veinte minutos del filme. Superado eso, usa la amnesia para adentrarse en el terreno de la comedia de enredo, pura y dura. Ahí es donde se luce Paco León dando vida a un personaje absolutamente desfrontalizado, gracias de un Traumatismo Craneoencefálico, que al igual que el personaje de Verdú en “Sin rodeos”, dice verdades como puños. Ahí entran en juego lo mejor del filme, esas mamis, que ayudan a socializar a ese monstruo que es Fidel. Así es como el personaje principal hace un viaje de ser un Judas a convertirse en un Forrest Gump, para finalmente ser un ser humano con defectos y virtudes. Surgiendo de una manera orgánica la moraleja de esta historia: «sentir orgullo por quién eres».
Las grandes tablas de Colomo se aprecian en el vertiginoso ritmo que le da a la cinta. Es imposible aburrirse. Ahí rentabiliza la música de tintes urbanos, donde el Reguetón es la estrella. Así, poco a poco, elabora una ingeniosa comedia de sabor ochentero, con chiste muy finos y otros muy burdos, estableciendo un equilibrio que ayuda hacer digestiva la cinta, y provoca que al espectador se le puedan ir los pies en su butaca al ritmo de «El hombre lapa». Sólo esperamos y deseamos que Colomo vuelva a triunfar, por todas las razones expuestas, con esta comedia desinhibida, fresca y llena de ritmo, a la que le perdonamos todos su defectos, y recomendamos porque el espectador pasará un buen rato, que a la postre es lo que busca y necesita.
Frases destacadas:
- Fidel: “No sé qué me pasa. Hablo difícil.”
- Hermano: “Este colega tiene el disco duro muy borrado”
- Fidel: “Tengo innasia transitoria”
- Fidel: “Porque los gorditos enanos me han echado.”
- Carmen Machi: “Sabe hacer muchas cosas, pero no se acuerda”
- Carmen Machi: “El baile lo cura todo.”
- Presentador de TV: “Gente buena hay en todas partes, pero buscamos historias con corazón.”
- Fidel: “Nunca pensé que trabajar en un supermercado fuera tan divertido.”
- Carmen Machi: “Orgullo Fidel.”
- Fidel: “Lo que somos capaces por dinero.”