Estreno anómalo desde Portugal en el que nos sumergimos en una experiencia audiovisual histórica
La llegada de títulos portugueses a las salas comerciales españolas en un hecho casi totalmente aislado. Resulta curioso pues que precisamente en el periodo de un mes vayamos a disfrutar de nada más y nada menos que de cuatro estrenos. Por un lado tenemos la cinta que hoy nos atañe, «La venganza de una mujer», un filme de 2012 firmado por Rita Azevedo Gomes que supone toda una sorpresa entre la cinefilia española. Por el otro, viviremos la entrega semanal de la trilogía «Las mil y una noches» del ya más conocido Miguel Gomes, quien sorprendió con su obra en Cannes y Sevilla. Más lejos quedan las obras de las dos figuras más consagradas del país vecino como lo son Pedro Costa o el ya fallecido Manoel de Oliveira, cuyas «Cavalo Dinheiro« y «Visita ou Memórias e Confissões» se puedieron ver en festivales como Filmadrid.
La decadencia de una mujer
El filme de la cineasta portuguesa nos sumerge desde el artificio estilístico, el cual abordaremos más adelante, en una vivencia cargada de una melancolía, tristeza y sed de venganza extremas. Sentimos el banal aburrimiento de quien ha saciado su curiosidad gozando de una vida acomodada y el brutal contraste que nace con el de una mujer ha experimentado el amor y el horror demostrándole cual es el verdadero pesar de la existencia. Roberto conoce a partir de una prostituta que fue una duquesa española el caprichoso desarrollo de los acontecimientos siempre ligados al poder, el deseo amoroso, el castigo y la muerte. Los romances prohibidos, la clandestinidad amorosa, los celos y la represión marcarán para siempre el carácter de una mujer cuyo dolor no será solventado bajo venganza alguna.
«La venganza de una mujer» crisol artístico
«La venganza de una mujer» se abre con unos títulos de crédito blancos proyectados sobre un sanguinoliento fondo rojo cuyo empuje cromático nos invita a adentrarnos en una historia en la que la fuerza de sus colores guiarán el rumbo vital de sus protagonistas. Y todo ello antes de aparecer en pantalla una figura que se posiciona como genio creador de un relato que evidencia el artificio narrativo y enseguida lo muestra con unas telas pintadas que emulan el paisaje que bien podría ser el atrezzo de una obra teatral. Y es que esta adaptación de uno de los más famosos cuentos escritos por el francés Barbey d´Aureville (1808-1889), incluido en el libro Les Diaboliques, aúna en la misma proyección del arte cinematográfico, diversas disciplinas que se fusionan con armonía así como son la literatura, el arte pictórico, el teatro o la música. -LUIS SUÑER
El arte de hacer películas
El relato se sucede a través de estampas preciosistas frontales, enmarcadas entre columnas y cortinajes, con una composición y una atención a los detalles completamente pictórica. Concretamente de la corriente barroca italiana de inspiración tenebrista como la de Caravaggio y José de Ribera, que enfrentaba los cánones de belleza del Renacimiento con el realismo mundano. De este modo Azevedo Gomes muestra el sufrimiento de la protagonista a través de un motivo iconográfico religioso como es la de la Magdalena penitente, pero a través del naturalismo y de una iluminación de claroscuros. Una de las principales inspiraciones del caravaggismo se encuentra en la primera etapa de la obra de Diego Velázquez, en la que destacó por la cotidianidad con la que afrontaba temas muy potentes, universales, que en el caso de la película son el amor, el engaño, el hastío, el odio, o la propia venganza. También del pintor sevillano se va a recurrir a la síntesis de narraciones en un mismo plano, como en un cuadro ya de madurez como es Las hilanderas, con atención a diferentes niveles de la historia y a lo que sucede en cada uno de ellos al mismo tiempo. Incluso la directora se apropia del mismo acto de tejer para establecer con él un paralelismo con un cortejo prohibido. A través de este ejercicio de estilo, se enfrentan la idea de mímesis (a la que se renuncia en gran medida) con la de representación (teatral si se quiere), reflexionando sobre la imagen, tanto estática como móvil, a través de los propios mecanismo del medio audiovisual, y desvelando la labor del cineasta como creador que obras imperecederas. – SOFIA PÉREZ DELGADO
Frases destacadas:
- Roberto: «¿Enamorado? ¿Yo? ¡Qué estupidez!»
- Duquesa de Sierra Leone: «Una venganza tan profunda que he de morir»
Efectivamente, qué experiencia más enriquecedora para los amantes del cine entendido como arte. Nosotros tuvimos ocasión de verla (y reseñarla, por aquí: http://ubikmag.com/la-venganza-una-mujer-rita-azevedo-gomes/) y la verdad es que la seguimos teniendo como de lo mejorcito que hemos visto recientemente… ¡Enhorabuena por el blog!