“ Lo mejor para ella” llega a las pantallas españolas tras su satisfactorio paso por las carteleras norteamericanas.
La realidad brinda curiosas historias
El filme se estrenó coincidiendo con la festividad de Martin Luther King Jr., que es cuando aprovechan las distribuidoras para poner en el mercado los largometrajes que tienen como temática la discriminación racial, como por ejemplo “Selma” o “El gurú de las bodas”. En este caso se trata de la apuesta de Universal a través de su filial “Relativity”. El director y guionista Mike Binder, que ya había trabajado con el oscarizado Kevin Costner en “Más allá del odio” (2005), es quien le brinda a Costner la oportunidad de unirse a la lucha de la defensa de los derechos de los afroamericanos, produciendo e interpretando esta historia donde no todo es negro o blanco, como bien reza el título original del filme.
Curioso resulta el costumbrismo que posee la cinta, y sobre todo que la realidad nos otorgue una historia que es un cliché de los estereotipos raciales. Binder construye un relato interesante y relevante. En su contra juega la pátina de dramón televisivo judicial que posee. Como telón de fondo tenemos la paternidad responsable y en la superficie el conflicto racial. Dos figuras masculinas se disputan el rol del padre del año: Elliot Anderson y Reggie Davis, que son respectivamente el abuelo materno y el padre de la joven Eloise. Lo que les une a parte de su amor hacia la niña son sus debilidades: ambos son drogodependientes. El primero da debida cuenta del Jack Daniels mientras que el otro fuma crack. Lo que les diferencia es el nivel socioeconómico y el color de la piel, algo que a su vez marca su posicionamiento social y los clichés propios de cada personaje.
No soy racista PERO…
Ambos tienen en frente a Wee Wee, la abuela paterna de Eloise y madre de Reggie, interpretada por la actriz afroamericana Octavia Spencer, que también fue bendecida por la Academia con un Oscar. Dice el dicho que no hay más ciego que el que no quiere ver, y eso es lo que la pasa en cierta medida. Al final será ella el elemento catalizador, la que les enseñe a cada uno el origen de sus problemas y una posible solución. Elliot se ampara en el argumentario: “ yo defiendo lo que está bien o mal sin mirar el color de la piel”, pero realmente apreciamos que carece del menor interés en ver rehabilitado a su yerno. Por ese motivo podemos calificar de racismo suave la postura del abuelo. Reggie también posee sus prejuicios solapados: ambos deberán a aprender que el perdón y la reconciliación entre ambos es el único camino para proteger a Eloise y velar por su felicidad.
Un retrato muy costumbrista
Los estadounidenses, independientemente del color de su piel, son muy dados a resolver sus problemas por la vía judicial, y a la vez poco propensos a expresar sus sentimientos, a contarte lo que realmente sienten; les educan de esa manera desde pequeños. De repente un día los puedes ver fatal y llorando, esos momentos de “debilidad” son escasos y aislados porque a los cinco minutos es como si no hubiera ocurrido nada de lo que has visto, y su vida es absolutamente “normal”. También es fácil verles beber de manera compulsiva, tanto cuando les va bien y están de fiesta, como cuando les va mal, al perder a alguien o cuando les dejan por otra persona. No tienen sentido de la medida.
El rencor es un gran enemigo
Binder juega mucho con los límites entre el rencor y el racismo. El espectador será quien tenga que juzgar si en el fondo no hay tanto problema racial y lo que realmente subyace es un brutal resentimiento porque Reggie no estaba donde tenía que estar en el momento en que la hija de Elliot dio a luz a Eloise y no advirtió de los problemas de salud que padecía, motivo por el que falleció durante el parto. El director y guionista juega con profesionalidad en ese filo de la navaja y le da algo de profundidad dramática a “Lo mejor para ella”.
El racismo es un problema social importante que no conoce de fronteras. Lo interesante ahora será ver si el mensaje de fondo cala el público europeo y si “Lo mejor para ella” es capaz de generar discusiones gracias a los clichés de este drama con visos televisivos, que todo sea dicho es el fin último de Binder.
Frases destacadas de “Lo mejor para ella”
- Eloise Anderson: “Si estás perdido, dímelo. No me importa, abuelo”
- Elliot Anderson: “Sí, estoy perdido”
- Elliot Anderson: “Soy abogado. Sabes para qué somos buenos, ¿no? Para nada”
- Duvan Araga: “No veo mucha televisión. No me resulta una forma enriquecedora de entretenimiento”
- Rowena Jeffers: “Mi segundo nombre es matemáticas, cariño”
- Rowena Jeffers: “Tenemos una versión distinta de lo que es «seguro».”
- Jeremiah Jeffers: “Tiene un problema con la gente negra. Si no, no estaríamos aquí, ¿verdad?”
- Jeremiah Jeffers: “Tu comportamiento es muy previsible. Eres un estereotipo perfecto. Ni siquiera te das cuenta del daño que haces. Más allá del daño que le hiciste a la pequeña”