Os recomendamos Lore por ser una valiente, brillante y novedosa propuesta en un universo muy visitado por diversos realizadores. Era necesario que surgiera.
Se estrena en nuestro país Lore, segundo trabajo de la realizadora Cate Shortland, con el que nos ofrece una novedosa aproximación a la muy visitada postguerra mundial en Alemania poblada por nazis y judios. Esta original propuesta posee dos claras fuentes de inspiración. En primer lugar, la novela “The Dark Room” de Rachel Seiffert y en segundo lugar, la experiencia personal de la realizadora.
Lore, una chica adolesceste, es la hermana mayor de cuatro hermanos. Estamos en 1945, la II Guerra Mundial ha finalizado. Alemania ha caído y los aliados se han repartido. Su padre es detenido por ser miembro de las SS. Su madre le propone a Lore que vaya a casa de la abuela, para ello tendrá que cruzar el país con sus hermanos. Durante el viaje Lore no sólo se enfrentará a las consecuencias de las acciones de sus padres sino también al hostil ambiente de postguerra. Un joven judío llamado Thomas le ofrecerá su ayuda, el único problema es que es judío, y a Lore desde pequeña le han enseñado que es el enemigo.
Lore: una inteligente propuesta.
Desde Ingmar Bergman con la mítica El huevo de la serpiente ( 1977) hasta Cate Shortland y su pequeña Lore, han sido numerosos los directores que antes o después se han aproximado a este particular tema. Puede que sea la fuerza del paso del tiempo y la consecuente sedimentación de todo lo que pasó, los factores que hayan posibilitado que podamos ver en pantalla grande este tipo de argumento. Esta arriesgada propuesta obviamente tenía que nacer fuera del marco de la industria Hollywoodiense.
Tras la maravillosa La vida de los otros (Florian Henckel von Donnersmarck, 2006) quedó claro que era una cuestión de tiempo que el séptimo arte acabaría por tocar el tema de cómo sobrevivieron esos seres inocentes cuyo único pecado fue nacer en el seno de una familias patológicas. Ellos desde su inocencia, unos porque todavía no poseen la capacidad de tener razonamiento abstracto y otros porque aún vivían en un mundo de fantasía, son claramente incapaces de valorar correctamente la realidad que les rodea, y de repente se ven abocados a adentrarse en una realidad dura para la que no están preparados.
Lore y la perdida la inocencia
Los valiente que acudan al cine a ver Lore, apreciarán que Shortland va un paso más allá de El tambor de hojalata (Volker Schlöndorff, 1979), porque en aquel caso era un adulto en el cuerpo de un niño desde donde se nos narraban las cosas. Aquí vemos como los niños deben tomar decisiones en consecuencia a la escala de valores, creencias y temores inculcados con cada vaso de leche. Y de esta manera la realizadora australiana en un tour de forcé conminará al espectador a establecer un vínculo de empatía con el personaje central. Por ese motivo, exprime al máximo las posibilidades actorales de Saskia Rosendahl para brindarnos una magnífica interpretación que imposibilita al espectador a abandonar la trama en ningún momento, atrapándole intelectualmente. Estructuralmente posee muchos nexos en común con las road movies al plantear un viaje personal e intelectual en el que sus jóvenes protagonistas, en este caso a pie, van evolucionando poco a poco mientras van atravesando la vieja Alemania en busca de su madre y abuela. Y en consecuencia, poco a poco irán perdiendo la inocencia y acabarán por descubrir un mundo hostil en el que deberán sobrevivir.
Frases destacadas de Lore:
Mutti: “Se ha muerto. Se ha acabado. Está muerto Lore”.
Lore: “Antes de la victoria hay dolor”.
Lore: “Los americanos tienen cárceles especiales para niños como tu”.
Thomas: “En todos los sitios hay alguien que ha hecho algo. A nadie le importa”.
Lore: “No puedo dejar de pensar en ello”.
A mí me ha encantado. Me acordé de Matadero 5 y su subtítulo, “la cruzada de los niños”, y así titulé el artículo que escribí en Hoyesarte.com. Muy muy muy recomendable.
Anda. A mí me peareció una película muy necesaria y que era lógico que tarde o temprano alguien la hiciera.