Ahora en Filmin podéis ver el segundo trabajo del realizador canadiense Xavier Dolan titulado Los amantes imaginarios, es una estupenda película de aires afrancesados centrada en el mundo de los anhelos sexuales que acabarán convirtiéndose en pequeñas obsesiones.
Xavier Dolan todo un romántico
El film comienza con una frase del escritor romántico francés, Alfred De Musset, que dice: “La única verdad es el amor incondicional”. Y es el perfecto punto de partida para esta experiencia cinematográfica en la que todo espectador se sentirá en mayor o menor grado identificado con alguno de los personajes que pueblan el film. Porque este explora el territorio de las correspondencias amorosas. Hay que reconocer que mejor motor dramático no puede tener este film que exuda romanticismo por sus cuatro costados y cierto grado de lirismo.
Quién no se ha sentido atraído por alguien y este no le ha correspondido, y en un intento vano desesperado de atraer a esa persona este le ha toreado un rato. Esta romántica e interensantísima película de amores fou nos cuenta como dos amigos Marie (Monia Chokri) y Francis (Xavier Dolan) organizan una cena y a ella acude Nicolas (Niels Schneider). Pasados unos días, este les enviará una carta a ambos para quedar a tomar un café. El tema es si sobrevivirá la amistad de Marie y Francis al encuentro con bello joven, al convertirse enemigos en el amor.
Heridos por la belleza
La mirada de Dolan sobre sus criaturas se enraíza conceptualmente en la Nouvelle Vogue pero trasciende a sus maestros con ese carácter inquieto, juguetón a ratos, detallista, hasta el punto que enfatiza los movimientos y los gestos de los personajes, explotando la cámara lenta en todas sus posibilidades, porque en el fondo señoras y señores está naciendo un esteta. Eso se aprecia en detalles como la secuencia en la fiesta cuando los dos “amantes” miran a Nicolas y apreciamos los dos cánones de belleza tan distintos que poseen Marie, más clásico, más griego, le ve como a un efebo, mientras que Francis lo ve más como carnal, como los chicos más pasionales salidos del pincel de Jean Cocteau. Me fascina su simplicidad narrativa.
El marco conceptual de este joven realizador se mueve entre los maestros como Jean-Luc Godard y François Truffaut, pasando por el manchego Pedro Almodóvar y acabando con el taiwanes Won Kar Wei , tanto por el tratamiento del color, la estética vintage (qué será objeto de ironía en un momento concreto del metraje)o el uso instrumentalizado de canciones en el score. Así en algunos momentos uno se puede sentir trasportado al mundo de Jules et Jim, Banda Aparte o Happy Together. Pero su amor por el séptimo arte va un paso más y nos deja claro su profunda pasión por Audrey Hepburn y su devota cinefilia hacia Desayuno con diamantes.
Humildemente esta película no va de tríos, nos plantea en todo caso un “triángulo” amoroso, y si entrecomillado porque para que exista tal debe haber amor en los tres lados de la relación, y como bien descubriréis si os animáis a verla, uno de ellos no cumple ese requisito. Realmente versa sobre amores frustrados, gente herida por personas que se creen guapas y que están por encima de todos, cuando en realidad por dentro son todo lo contrario. Así que más romántica no puede ser la propuesta de Dolan.
Frases destacadas de Los amores imaginarios:
Francis: ¿Adivina con quien he quedado el sábado?
Amante de Marie: “¿Alguna vez piensas en actores de Hollywood mientras follas? Como Marlon Brandon, James Dean, Paul Newman.
Mujer Joven 2: “Lo que amas es el concepto”.
Francis: “No todo lo vintage es bonito”
Marie: “Por lo menos no parezco una prostituta de Blade Runner”.
Francis: “Tengo muchas ganas de besarte”.