Continuamos con la aventura del magizoólogo Newt Scamander, saltando el gran charco de Nueva York a París.
Situándonos meses después de los acontecimientos de «Animales fantásticos y dónde encontrarlos», vemos cómo ha continuado la vida de nuestros protagonistas. Newt (Eddie Redmayne) sigue cuidando de los animales y arde en deseos de viajar al extranjero para continuar con su trabajo. Tina (Katherine Waterston) se ha convertido en una autor de prestigio y sigue investigando el caso del obscurus, Queenie (Alison Sudol) y Jacob (Dan Fogler) siguen con su relación, y el mago tenebroso Grindelwald (Johnny Depp) ha conseguido escapar. El destino hará que todos se reencuentren en París para encontrar a Credence (Ezra Miller) y a obscurus al que daban por muerto en Nueva York, que es la clave para sacar a la luz los planes de Grindelwald.
Más que hermanos
Los dos pilares maestros que sostienen esta cinta, y puede que sean los que más curiosidad puedan despertar en la audiencia, son los personajes interpretados por Johnny Depp y Jude Law, que son respectivamente el mago tenebroso Gellert Grindelwald y la versión joven del querido profesor Albus Dumbledore.
De Deep podemos decir que destaca el trabajo que ha hecho con su personaje para diferenciarlo del que fuese su homónimo en las películas de Harry Potter, Lord Voldemort. Ambos villanos, ambos magos tenebrosos en su correspondiente época, y aquí es donde Deep ha tenido que trabajar duro para poder dar una versión diferente y realista de lo que esperamos de este ser malvado. Por supuesto, su toque personal está muy presente, porque se ha confirmado que la idea de un ojo de cada color es suya. Además, el actor ha sabido darle un toque de humanidad a Grindelwald, algo de lo que carecía Lord Voldemort. Obvio que solo nos ha dejado ver pinceladas de lo que tienen preparado para el personaje, pero de momento solo podemos decir que nos ha encantado.
A su vez, Law ha tenido un trabajo más difícil, y es el hacer suyo esta versión joven de ese mítico personaje que es Albus Dumbledore. El motivo es que muchos espectadores, fans sobre todo, lo tienen ya definido e idealizado. Law ha sabido jugar con el acento y el diálogo para que veamos en él al venerable Dumbledore que todos conocemos, y sobre todo que recordemos la imagen de quién es y de quién será en un futuro.
Para añadir algo más de dificultad a la interpretación, vamos viendo notas de una gran polémica que no gustará a muchos, y es la homosexualidad del personaje. Este tema que en la saga original no se percibió nada, pero es algo que los lectores de Harry Potter y los más puestos en el tema si conocemos. En el séptimo y último libro nos brinda más información sobre este aspecto del personaje, a la vez que establece un puente con los acontecimientos de esta nueva saga cinematográfica de «Animales fantásticos». Ya se ha comentado que esta narrativa se irá desarrollando a lo largo de las tres próximas entregas que quedan para concluir esta historia, y según lo que hemos visto en esta parte, estamos ansiosos por ver más.
Mucho truco y poca magia
Personalmente el filme me ha parecido un poco soso a comparativa con el anterior, pero siendo una saga compuesta por 5 partes parece que estamos ante la que nos da mucha información y poca resolución, dando detalles de lo que está por venir pero dejando por el camino dudas sin resolver y que difícilmente serán resueltas. El guión de por sí flojea por muchos lados, y el filme deja una sensación agridulce donde intuimos que en el montaje final se ha eliminado muchas escenas que ayudarían al espectador a entender mejor las cosas. De 2:15 h. de duración, la cinta se queda a su vez larga y corta. Larga porque hay momentos muy densos, y corta pues el sabor de boca como si faltasen cosas entre medias de algunas escenas.
A por la próxima
Es de ley dejar claro que la película es por y para fans del niño mago, así como el universo que engloba, algo de lo que pecaba también su antecesora. Si como fiel seguidor de las aventuras de Potter nos ha costado seguir el hilo argumental, debemos dejar claro que si el potencial espectador posee sólo la información básica de este singular mundo creado por Rowling le costará bastante digerir y comprender determinados aspectos del filme.
Mirando el lado positivo, «Los Crimenes de Gridewald» tiene unos efectos especiales magníficos y una fotografía más acorde con el Wizarding World que la saga Harry Potter original. La ampliación del canon que J.K. Rowling nos brinda en esta entrega, puede que sea lo más disfrutable por los fans, pues parece ser que es el punto fuerte de esta saga, sirviendo como una herramienta de la propia autora británica para seguir contando todas las ideas que se le quedaron en el tintero, y que no pudo añadir en los libros de Harry Potter.
La excelente actuación de Eddie Redmayne como Newt Scamander provoca que sigamos cogiéndole cariño a esta franquicia y a este interesante personaje. A esto le sumamos que la parte de «Animales Fantasticos» no desaparece, pues ese encanto de la interacción del protagonista y su amor por las bestias sigue presente. Esta pasión por ellas es lo único que encaja bien con la narrativa, y ello le permite a los guionistas seguir ampliando esta encantadora historia.
Frases destacadas:
- Leta: “Eres capaz de amar a cualquier tipo de bestia, Newt.”
- Newt: “Ya se de que bando estoy.”
- Dumbledore: “Eramos más que hermanos, señor”
- Tina: “…como los de una salamandra”