He tardado en sacar la crítica porque necesitaba centrar mis emociones tras el visionado del filme, que es para lo que me necesitáis a fin de cuentas. Ahora en frío y con la cabeza centrada voy a permitirme un lujo, comenzar esta crítica parafraseando a Rhett Butler: no sé cómo estará el actor Goerge Clooney en los cacareados “Idus de Marzo”, no la he visto, pero tras el visionado de “Los descendientes”, francamente queridos, ni lo sé ni me importa, ya le llegará su momento, pero no creo que supere a este personaje. Lo que me fascina y desde luego, me parece impresionante, es la creación de este maravilloso y conmovedor Matt King, que le traerá mil y un premios, desde Globos de Oro pasando por Baftas, Donattellos, crítica neoyorquina, para acabar en la noche de los Oscar de Hollywood, alzando al aire la estatuilla dorada. Eso será así, sobre todo, porque se lo merece. Sin duda, supondrá la cima en la carrera del chico de Kentucky, y eso que nos cautivó a todos por aquel hombre que iba haciendo millas aéreas por doquier. Pero, os prometo, pagar una entrada por entrar a ver “Los descendientes” está más que justificada y es imperdonable perderse la que posiblemente, y sin temor a equivocarme, será su mejor interpretación.
Alexander Payne, Nat Faxon y Jim Rash se han encargado de trasladar la novela de Kaui Hart Hemmings a la gran pantalla. Todo el mundo piensa que Matt King, por el mero hecho de vivir en Oahu (Hawai), vive en un paraíso terrenal. Es un abogado que vive un momento especialmente duro porque se enfrenta a la difícil decisión de vender las tierras de la familia. Herencia de la unión entre la realeza hawaiana y los misioneros, los King poseen algunas de las últimas zonas vírgenes de playa tropical de las islas, de un valor incalculable en fideicomiso. El resto de descendientes deciden vender esos maravillosos parajes para construir un gran Resort de lujo con campos de golf, hoteles y spa. Además, en su casa las cosas no le van mejor, porque como vive entregado a su trabajo, las mujeres de su vida (esposa y dos hijas) se sienten desatendidas. Eso hará que su vida sea lo más parecido a un pequeño infierno en la tierra.
Payne a diferencia de Jason Reitman, demuestra que es un genial director de actores, los moldea como si fueran arcilla, recordad todos las maravillosas “Entre copas” o “Election”. En este caso, dirige con mano firme a Clooney, le hace poner gestos y declamar diálogos con una contención e ironía que os dejará sorprendidos, pero lo mejor es que le saca unos primeros planos en los que debéis fijaros en sus miradas, consigue decirlo todo sin mover los labios, desde ternura a rabia, sobre todo en la secuencia en la que va corriendo a ver a su amigo en chanclas. Simplemente fascinante. Lo absolutamente conmovedor es el desarrollo o la evolución, no sólo del personaje de King, sino de los tres personajes femeninos que le rodean: la precoz Scottie, de 10 años, la rebelde Alexandra, de 17 y por supuesto, su mujer. Amara Miller, Shailene Woodley y Patricia Hastie están inmensas y sus réplicas son antológicas. Me quedo con la secuencia de la piscina entre King y su hija mayor, Woodley se merece un Oscar a la mejor actriz de reparto sólo por ese intenso momento.
El marco referencial del filme está encuadrado entre “American Beauty” de Sam Mendes y “La fuerza del cariño” de Albert Brooks. Pero además, en este nuevo trabajo Payne, nos habla de la capacidad de comprender, la empatía y el perdón, convirtiendo estos tres elementos en el verdadero motor de este increíble drama, con ciertos toques de comedia, que recaen en el personaje de Sid, interpretado por el joven actor, Nick Krause, que con su gran trabajo otorga al espectador los balones de oxigeno necesarios para que el espectador respire en la butaca y se prepare para la catarsis final. Reconozco que me emocioné como un niño pequeño, lloré como hacía tiempo que no lo hacía, es una de las historias más humanas que he visto en mucho tiempo, por todo ello está llamado este largometraje a recibir multitud de premios.
Frases destacadas de «Los descendientes»:
- Matt King: «Mis amigos del continente creen que porque vivo en Hawái, estoy en el Paraíso. Que, como en unas vacaciones permanentes, aquí todos estamos nada más que bebiendo Mai Tais, meneando las caderas y jugando con las olas. ¿Es que están chiflados?»
- Matt King:«Estoy preparado para hablar, para cambiar, para hacerme un marido.»
- Matt King: «Si buscas llamar mi atención, lo has conseguido.»
- Matt King: «Por qué las mujeres de mi vida quieren destruirse.»
- Matt King: «A ti, la inteligencia es algo que te queda lejísimos.»
- Brian Speer: «Todo ocurre porque sí.»
Calificación: 9
Esta sensible mi estimado Alfi, o tal vez un poquito estresado. Como siempre su critica me parece emocionante, es como estar en la butaca del cine viendo la pelicula pero con mas información. Ire a verla se lo aseguro, aunque Clooney no es de mis actores favoritos me recuerda un poco a Alfredo Landa, que tenia personaje inmensos y otros malisimos. Pero le daré un voto de confianza, ya le contaré.
Payne hace de nuevo un ejercicio de templaza y saber marca un tempo diferente al que estamos acostumbrados que hace que te metas en la peli poco a poco y casi veas por los ojos de los protagonistas. Clooney está inmenso y los secundarios son casi todos geniales. Un drama suave y agridulce que da en el clavo. http://unavidadecine.wordpress.com/2012/01/18/criticalosdescendientes/
Mi estimada cinéfila aparque sus recelos y no se la pierda, luego se arrepentirá. Mi estimada Mayka no oincido con su reseña en el aspecto en cuanto que a mí, personalmente, creo que se entra de manera natural y sencilla, como la vida misma en la trama, y no desvelemos más, que hay gente que no la ha visto, y cuanto menos sepan mejor.
Bueno,ayer mismo por la noche disfrute de esta película.A mi gusto tengo que decir que Clooney tal vez tenga papeles mejores que éste pero indudablemente lleva un trabajo que habría que reconocersele llevando toda la carga emocional de una tragedia como la que plantea la película.
La música, los paisajes , los dialogos…me han parecido sensacionales y si,he de reconocer ( yo soy un poco sentimentaloide la verdad ) que he soltado alguna que otra lágrima porque aunque la historia tal vez ya la tenga un poco vista el papel de Clooney y el resto del elenco de los actores me han emocionado.
Sobre todo la hija mayor mi estimado Javi, es brutal la secuencia de la piscina y las tomas bajo el agua, y su interpretación, es de esas secuencias que se te quedan grabadas en la retina y no olvidas, al igual que la carrera entre la casa de King y la casa de sus amigos. Son momentos para la posteridad. Y no se preocupe, yo también me despaché al final de la película, me quedé de un tranquilo.
Es sutil, precisa, emotiva, contundente, sensible (que no sensiblera…) como habitualmente en Payne. Pero, como también le pasa siempre, algo le falta, no termina de reventar, le falta escarbar, excavar más. La gran virtud es que consigue despertar interés por una historia que has visto mil veces y que desde el principio adivinas cómo va a transcurrir, y lo hace captando el tono agridulce y tragicómico de la vida. El gran defecto, bajo mi punto de vista, es que hay más cancha que explorar, y que Payne renuncia a ello para quedarse en una versión «light».
Muy curioso mi estimado 39 escalones, yo la he visto como una elegia al perdón, si se fija todos los personajes tienen que perdirse perdón entre lleos por un motivo u otro. A mi me fascinó pero no acabo de entender explorar a dónde?????
Por cierto, la escena de la piscina la chavala un Oscar ya.
Pues, por ejemplo: me gustaría que por una vez el protagonista de una película americana, además de guapo, no fuera un abogado con la mesa llena de casos, una casa del copón, y cuyo mayor problema, aparte del coma (no es un problema para él abonar los gastos de la clínica privada, por lo visto, qué suertudo, haya cientos de millones de americanos que sí tienen ese problema), es qué hacer con una potencial millonada de dólares. Pero eso es mero gusto. Como dicen los dermatólogos, vamos al grano: sí, la cosa va de perdones, pero con la boca pequeña, porque se concentra mucho en la petición y la concesión de perdón, pero deja difusos, confusos, los motivos. Hay desencuentros, pero no hay traumas, hay desengaños, pero apenas explican nada (la mujer y las hijas estaban desatendidas porque lo dicen así pero, ¿lo sabemos por algo más aparte de que lo digan? ¿Justifica eso «solamente» que ella se líe con un tarambana tan feo? ¿Era ésa la única solución? ¿Por qué? ¿Qué más hay ahí para que esa situación se dé? ¿Cuál era la relación de Clooney con sus suegros antes del accidente y en qué ha cambiado después? ¿Cuál era la relación con su esposa antes de ser absorbido por el trabajo? ¿Qué cruce de relaciones, sentimientos, odios, etc., hay entre tanto primo? ¿Para qué tanto familiar si al final no habla de ninguno más allá de dos pinceladas en un minuto? ¿Qué hay de análisis estructural acerca de lo que significa la idea de clan? ¿Por qué desaparecen las cuitas y los problemas de preadolescencia de la hija menor a mitad de película sin más? ). Todo lo que tiene el guión que se ha filmado me parece muy bien puesto, pero me faltan cosas, y me faltan mejores elipsis que den a entender mejor las cosas. O sea, que no me parece que falle lo que se ve, sino todo lo que no se ve.
En resumen, que se cuentan demasiadas cosas «de oídas», que asistimos al resultado de algo que no hemos visto y que no se nos cuenta bien, lleno de huecos, lagunas, suposiciones, sobreentendidos, cuya dimensión e importancia, bajo mi punto de vista, no está bien trasladada al espectador más allá de los caretos, muy bien puestos y muy bien mostrados, de Clooney y de la hija mayor. Es decir, que vemos la penitencia, pero «sólo» nos cuentan el pecado.
No digo que la película sea mala; digo que es tibia, conformista, y que renuncia a explotar sus premisas hasta las últimas consecuencias, con ese final de reencuentro familiar de sofá que es autocomplaciente, casi diría «feliz». ¿Por qué no aprovechar la ocasión para ser más escéptico con la familia y el amor, por ejemplo? ¿Por qué no dotar al personaje de Clooney de mayor acidez, rencor, perfidia, además de desencanto? ¿Por qué tiene que ser bueno? Pero si es ¡¡¡¡abogado!!!! Y sobre todo, ¿por qué caer en la ciencia ficción de que un norteamericano, pudiendo embolsarse una millonada, renuncia a un negocio por un idealismo trasnochado o por el rencor personal que guarda contra un negociante, teniendo otras ofertas, y más suculentas, sobre la mesa? No digo que ese final esté mal tirado, pero para creérmelo, para no verlo como algo acomodaticio y bienintencionado, tienen que pasar más cosas, y tienen que contarlas.
La chica de la piscina, «chapeau».
Excelente film. Es el segundo film de Payne que veo, el primero fué «A propósito de Schmidt», tengo que ver «Entre copas» y otras más de este brillante realizador. Una historia humana carente de cursileria y de todas las tonterias hollywodenses típicas. Un film redondo.
Mi estimado Félix debe usted ver ya «Entre copas» es maravillosa. A propósito de Schmidt es un tanto fallida. A mí me estomago Mr Nicholson. Esta es redonda como usted dice.
He aparcado hasta el coche en buen sitio, esta vez sin rozarlo jajaja, mi estimado Alfi. Una vez mas tenia usted razón, es una pelicula preciosista. Hecha con ternura, poniendo los sentidos y sacando a los actores lo mejor de ellos. Me ha gustado mucho.
Me alegro, yo acabé con los pañuelos de papel de FOX
George Clooney volvió a la gran pantalla y no lo hizo en vano. El pasado 20 de enero se estrenó «Los descendientes», dirigida por Alexander Payne.
Teniendo como telón de fondo Hawái, Matt King (George Clooney) tiene que replantear su pasado, presente y futuro tras un grave accidente que sufrió su esposa en Waikiki. Era un padre y esposo ausente y ahora deberá decir presente. Sus dos hijas lo son todo para él y es ese amor el que le servirá de sustento para seguir adelante.
Por otro lado, los King poseen algunas de las últimas zonas vírgenes de playa tropical de las islas que tienen un valor incalculable. Unos terceros quieren comprárselas y, en un primer momento, está dispuesto a venderlas pero luego algo lo hará cambiar de decisión.
Si no la viste, aún estás a tiempo.115 minutos que, en mi opinión, pudieron reducirse a 90. Pese a esto, el mensaje es bueno o, al menos, el que interpreté: abandonar (en general) es fácil. Lo difícil es intentarlo pero es posible que intentándolo termine valiendo más la pena.
Opinión final: RECOMENDABLE 🙂