Cercano y lúcido acercamiento a una relación de pareja durante los nueve meses del embarazo
«Los días que vendrán», de Carlos Marques-Marcet se entiende como una trilogía improvisada e involuntaria que engloba su corta carrera como cineasta. Abierta con la laureada «10.000KM» (2014), filme que exploraba la cotidianidad de la vida en pareja truncada por oportunidades laborales que la obligaban a convivir a diez mil kilómetros de distancia, y seguida por «Tierra Firme» (2017), filme que reflexionaba sobre la decisión de tener o no tener hijos, esta última película del director catalán sigue explorando las distintas posibilidades que ofrece una relación de pareja en los tiempos que nos ha tocado vivir. Lo hace desde la cercanía, colocando la cámara en la intimidad del hogar, optando por los primeros planos, las tomas sostenidas y una apuesta por la verosimilitud. Lo logra en parte por su valía tras las cámaras ya demostrada en su obra anterior, pero también gracias al estado de gracia de la pareja de actores David Verdaguer y Maria Rodriguez Soto. Interpretan a Lluis y Vir, un abogado y una periodista que experimentan la inestabilidad laboral de la juventud. En realidad, lo que se está filmando es el embarazo real de la pareja, seguidos por la mirada de Marques-Marcet durante nueve meses, pero dotándoles de toques de ficción, acercándose a la realidad pero huyendo de la privacidad de sus actores.
El filme se abre de una manera muy similar a la de la ya mentada «10.000KM», una pareja se despierta en mitad de la rutina. En este caso, con una leve preocupación. A Vir le sigue sin bajar la regla. A los pocos minutos de metraje, la posibilidad del embarazo empieza a ser una opción y tras comprobarlo, comprenden que están embarazados. La decisión sobre tenerlo o no no será la que priorice la narración, sino la reflexión sobre si están preparados o no para afrontar esta realidad. Con un solo año de convivencia, empiezan a comprender que no se conocen. Que tienen diferentes objetivos y distintas vías de encarar la paternidad. Las discusiones se acelerarán a la vez que también entenderán que en ocasiones están condenados a comprenderse e incluso a ceder.
Si bien «Los días que vendrán» sigue una lógica dentro de la obra de su director, es curioso que esté filme también se pueda incluir dentro de una corriente ajena. Con «Las amigas de Àgata» (Laia Alabart, Alba Cros, Laura Rius, Marta Verheyen, 2015), cuatro estudiantes de Barcelona nos narraban la historia de cuatro jóvenes que abandonan el instituto para ingresar en la universidad. Un proceso de transformación que se complementaba con «Julia Ist» (Elena martín, 2017), historia sobre una universitaria de Erasmus perdida en la vida. A estos dos podríamos sumarle «Yo la busco» (Sara Gutiérrez Galve, 2018), película que narra la historia de unos graduados también perdidos en la vida tras salir de la facultad. En este contexto, parece que «Los días que vendrán» podría seguir este mismo sendero del cine barcelonés. Jóvenes que han superado la transformación y el cambio de la universidad y la entrada en la vida adulta, y ahora se enfrentan a la paternidad sin si quiera saber por donde empezar a construir una vida que se les hace cuesta arriba.
«Los días qe vendrán» se entiende en útima instancia como un acercamiento a la vida en pareja en nuestro tiempo. En la complejidad de las relaciones donde la distancia emocional en muchas ocasiones supera la física. Es por ello que se toma su tiempo y sus silencios para sumergirse en la psique de sus personajes. Nos entrega a los espectadores pequeños retazos significativos de su vida. De su realidad social, de clase, familiar y laboral. De sus raíces y su personalidad propia. La inclusión del material de archivo facilitado por los padres de Vir en la ficción, sirve como aliciente para tejer un lazo intergeneracional, para comprender como se mantiene o se transforma la concepción de la natividad en el siglo XXI. El filme, tras hora y media en la que nos obliga a comparar el pasado con el presente, finaliza con una interpelación silenciosa hacia el espectador. ¿Y ahora qué? Esos parecen ser los días que vendrán a los que hace mención el título de la película.
Frases destacadas:
- «No no quiero tenerlo»
- «No nos conocemos»