Tras triunfar en el Festival D’Autor de Barcelona y su exitoso periplo veraniego por los cines de verano se estrena “Los exiliados románticos” de Jonas Trueba.
Todos necesitamos un fresco vital
Para los de mi generación hay un filme español que nos marcó a fuego, se llama “Ópera prima” de Fernando Trueba. Se estrenó cuando andaba viviendo en Valencia, poseído plenamente por las hormonas y estaba idílicamente enamorado de una chica llamada María, con la que fui a ver la película y que obviamente no me correspondió. Aún recuerdo los miles de sentimientos que despertaron en mí Oscar Ladoire, Paula Molina y Antonio Resines. Personalmente considero que es su mejor largometraje, el más sincero. Ahora acabo de ver “Los exiliados románticos” y Jonas Trueba en cierta medida, por la diferencia de edad y por mi actual situación existencial ha conseguido revivir en mí determinados sentimientos. Considero que este nuevo trabajo le confirma como un buen director. Sabe decir las cosas sin retórica, es directo, sincero, tierno y divertido. Creo que me gusta más que Fernando. Rehuye por completo de jugar con estereotipos para crear este fresco vital romántico generacional.
Un romántico tríptico
Es una road movie sincera, tierna, divertida centrada en tres hombres que se lanzan a la carretera en busca del amor. Ellos son Francesco, Luis y Vito. A pesar de que poseen personalidades totalmente diferentes, son amigos. Vito quiere ir a París para reencontrarse con Vahina, con quien vivió un momento idílico a principios de verano. Pero antes harán dos paradas, una en la que Francesco volverá a ver a Renata y la segunda en la que Luis e Isabel retomarán su relación. A través de estos seis personajes Jonás nos demuestra su culto a la naturaleza humana, más allá de arquetipos simples con los que el cine suele jugar como “Los hombres son de marte y las mujeres de venus” y que se suele prodigar mucho en el género de la comedia romántica. Me ha encantado como su sincera y sutil mirada se cierne sobre sus criaturas, se nota que cree en ellos, por eso los mima y los cuida.
Dejar de lamerse las heridas
Trueba es todo un idealista. Quiere contarnos una hermosa historia y lo hace. Da igual el presupuesto. Coge a sus seis personajes con seis marcadas personalidades, y les hace declamar diálogos que suenan a verdad. Desde esta tribuna de opinión pedimos seis sinceros ¡hurra! Uno para cada actor, por la naturalidad con la que han encarado sus respectivas labores. Eso da lugar a que el espectador vea una orgía de sentimientos en la pantalla que llegan a tocar su corazón y que le harán soñar por un instante con que el individuo es libre de elegir. Esas seis miradas, unas más pasionales, otras más idealistas y finalmente, otras más realistas. Todas marcadas por la situación política, social y económica del momento que nos ha tocado vivir. Puede que estos seis personajes tengan la clave a si la humanidad tiene una mínima posibilidad de sobrevivir exitosamente en el planeta Tierra. Puede que la solución sea tan simple como el amor a la vida, al prójimo, a una vocación. Puede que todo sea tan simple como tener un objetivo y no perderlo de vista. Parafraseando a Jim: ser un poco más apasionado y optimista. Jonas hace de la utopía su santo y seña. Por eso personalmente, quiero agradecer que haya tenido la valentía de hacer este bello largometraje, porque era lo que necesitaba escuchar en este momento de mi vida personal.
Trueba hacer calar su discurso en el espectador, cinematográficamente consigue hacer desvanecer la cámara y nos mete dentro de esa furgoneta con destino París de una forma muy simple, sin artificios, dotando de gran naturalismo a sus imágenes. Me ha encantado la fina ironía de Jonás que le sirve para poner ese brillante broche a esta hermosa historia, no es una historia feminista, es una historia llena de humanidad, que nos hace pensar que Trueba es todo un ferviente creyente de la religión del amor.
Frases destacadas de “Los exiliados románticos”
- Luis: “Donde hay pelo hay alegría. Esta tía me cae bien”.
- Francesco: “Yo prefiero más el cine”
- Francesco: “A veces siento que no soy capaz de explicarme a mí mismo”
- Renata: “Creo que te estás escondiendo detrás de esa lectura, y te da miedo ir más allá”
- Renata: “¿Y yo? ¿Quién se ocupa de mí? ¿Quién me salva?”
- Renata: “No podemos ser siempre los enfermos, a veces tenemos que ser enfermeros”
- Canción: “Podría pasarme la vida lamiéndome las heridas y aún no cicatrizarian”
- Luis: “Ella me ha caído de puta madre. Me jodería que Francesco hiciera lo de siempre”
- Isabel: “Lleva escribiendo esta tesis desde que le conozco”
- Sigfrid: “De alguna forma las cosas que están pasando en nuestro país pues te hacen irte de allí”
- Isabel: “¡Ya! ¿Pero la política y la economía hoy no tienen nada que ver?”
- Sigfrid: “Porque el futuro es de las mujeres, lo dicen hasta las estadísticas”
- Francesco: “El amor por la vida genera amor hacia la vida”
- Luis: “¿Sabes por qué no quiero acabar la tesis? Porque eso sería empezar a tomar decisiones”
- Canción: “No importa si eres listo o idiota, te voy a querer igual”
- Francesco “Si perdemos la vocación nos agarraremos a nuestros hijos como si fueran un flotador”