Finalizamos la cobertura de las distintas secciones de la Berlinale analizando el documental estadounidense visto en la sección Panorama sobre la figura de Lorca.
¿Cómo puede un país excavar en su pasado si está tan profundamente enterrado? Esto nos pregunta en «Bones of Contention», traducido, «Los huesos de la disputa», la estadounidense Andrea Weiss. Este documental trae el no del todo desenterrado tema de las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo, que continúan desaparecidas en fosas comunes no identificadas a lo largo y ancho de la geografía de España.
«Un muerto en España está más vivo como muerto que en ningún sitio del mundo«, escribió premonitoriamente Lorca en uno de sus poemas. Con su figura como eje central de la narración y símbolo del resto de asesinados, Weiss nos hace recordar que las víctimas no sólo lo fueron por su condición política, sino también por su condición sexual.
Antoni Díaz, presidente de la Asociación de Expresos Sociales de España, nos cuenta cómo es denunciado por ser gay por su propia madre, y acaba en la cárcel bajo el amparo de la llamada «Ley de Peligrosidad Social». Una ley que era aplicada tanto en el ámbito privado como en el público. «Sin abogado y bajo el argumento de que por ser gay eras peligroso para la sociedad te podían llevar a la cárcel o reformarte con electro-shocks«, explica Díaz en el documental.
Pero ¿qué pasó con las mujeres homosexuales durante el franquismo?, se pregunta Weiss. Simplemente se les negó su existencia. Palabras clave como «¿eres librera?» o «¿entiendes?» eran la llave a relaciones clandestinas, cuenta la activista Empar Pineda.
Otro hecho que revela la documentalista, gracias a Antoni Díaz y a la transexual Silvia Reyes, es que con el llamado Pacto del Olvido, acordado en la Transición, se concedió la amnistía a los presos políticos pero no a los presos sociales. Los homosexuales y transexuales permanecieron en las cárceles de España hasta años después. «El movimiento LGTB comienza en la Transición por gente que venía de las presiones y que le daba igual que la llevaran detenida porque ya habían sido violados en una cárcel«, explica Díaz.
En definitiva, Andrea Weiss vino a la Berlinale a desenterrar un oscuro capítulo de nuestra Historia y nos advirtió de la necesidad de «un diálogo honesto entre los españoles, como ha sucedido en Alemania o en Sudáfrica. Ahora más que nunca -basta mirar mi país o Europa- están claras las consecuencias de ignorar el pasado,» dijo al público del festival.