Mar. Mar 19th, 2024

Pixar continua su secuelitis con esta divertida continuación de las aventuras de Bob Parr y añadiendo un estimulante cambio de roles.

En 2004, Brad Bird dirigió una de las cintas de superhéroes más redondas que se ha hecho nunca, «Los Increíbles«. Su equilibrada combinación entre aventuras y comedia familiar, su ejemplar desarrollo de personajes y su final abierto hacían que la película de Bird, como cualquier franquicia superheroica que se precie, mereciese una secuela. Han tenido que pasar catorce años para que finalmente se haya llegado a cabo y, a pesar de mantener el encanto que hacía especial a la primera entrega, nos encontramos ante una segunda parte que funciona mucho mejor como retrato familiar que como cinta de acción.

Tras evitar la destrucción de la ciudad a manos de Síndrome, Helen tiene que liderar una campaña para que los superhéroes regresen, mientras Bob vive su vida «normal» con Violet, Dash y el bebé Jack-Jack —cuyos superpoderes descubriremos—. Su misión se va a pique cuando aparece un nuevo villano con un brillante plan que lo amenaza todo. Pero los Parr no se amedrentarán y menos teniendo a Frozono de su parte.

De superhéroe a superpapá

A partir de un inicio estimulante y que sabe cómo enganchar al espectador (a los que recuerden la primera entrega les sonará un tal Socavador), Brad Bird cambia de golpe el statu quo de sus protagonistas para dar pie a una predecible, aunque bien llevada, inversión de papeles. Helen recibe a una jugosa oferta que, aunque desde el principio duda si aceptarla o rechazarla, le permitiría revivir sus años como Elastigirl y, además, sustentar a su familia. Así es como Bob pasa de ser el cabeza de familia a amo de casa, una tarea que al principio ve como fácil, pero no tardará ni veinticuatro horas en darse cuenta de lo equivocado que estaba. El uso de la fuerza bruta es la solución fácil para Bob a la hora de resolver los problemas, pero para criar a sus hijos deberá aprender a ser delicado, resolutivo, y sobre todo, paciente.

Aunque Helen tenga un papel más activo, al ser la que se ve inmersa en la trama más «pijamera», sigue siendo Bob el auténtico protagonista. La envidia que siente hacia su esposa hieren su orgullo y le obligan a aceptar a marchas forzadas que él no tiene por qué que ser siempre el foco de atención, lo que dará pie a más de una escena dramática que llegará a encogernos un poco el corazón. Mientras tanto, Helen lleva a cabo la mayoría de secuencias de acción de la película, con incursiones propias de un agente secreto que demuestran por qué Pixar sigue siendo un referente en el campo de la animación.

Por otra parte, tanto Dash como Violet se mantienen en unos roles secundarios que suponen una evolución lógica con respecto a la primera entrega, especialmente Violet, quien se encuentra en plena edad del pavo. Gran parte de la comicidad de la película la encontramos en Jack-Jack, el hijo menor de la familia. Si cuidar a un bebé ya es duro, un infante con todos los superpoderes imaginables lo complica todo hasta niveles insospechados. Muchas de las escenas que comparte Jack-Jack con el resto de personajes son entrañables y divertidas, pero su papel es demasiado propenso a convertirse en un deus ex-machina al que es muy fácil recurrir.

Raptapantallas, el punto en contra

Por desgracia, es en la trama que rodea la figura de Elastigirl y al nuevo villano de la función, Raptapantallas, donde encontramos las mayores flaquezas de la película. Raptapantallas es un antagonista que, a pesar de que sus métodos para sembrar el caos poseen cierto potencial, ya que utiliza los monitores de los ordenadores y televisores para hipnotizar civiles y que éstos cumplan sus órdenes, el halo de misterio que intentan generar alrededor de su identidad hace aguas a los pocos minutos. Es muy fácil adivinar quién es realmente este supervillano y, aunque sus motivaciones son interesantes, no están al nivel de ese estupendo personaje que era Síndrome. Aun así, el resto de nuevos personajes creados para la ocasión dan solidez al universo que rodea a los que ya conocemos. El número de justicieros ha aumentado sensiblemente y Bird sabe cómo dar juego a sus poderes y habilidades para que éstos luzcan en pantalla.

El director pone a prueba la suspensión de la incredulidad del espectador según nos vamos acercando al final de la historia. Muchos de los enfrentamientos y persecuciones que se dan lugar en el espectacular clímax serían fácilmente solucionables si las acciones de los protagonistas no se amoldasen tanto a las necesidades del guionista.

«Los Increíbles 2» es una digna continuación de las aventuras de sus protagonistas. A pesar de carecer de imaginación en ciertos momentos y pasar por lugares comunes que poco sorprenderán a los habituados al cine de superhéroes, demuestra que la familia Parr es la mejor encarnación de Los Cuatro Fantásticos que jamás veremos en la gran pantalla.

Frases destacadas de «Los Increíbles 2:

  • Bob Parr: «Why would they change math? Math is math, math is math!»
  • Helen Parr: «You know it’s crazy, right? To help my family, I gotta leave it to fix the law, I gotta break it.»
  • Helen Parr: «Girls, come on! Leave the saving of the world to the men? I don’t think so!»
  • Dashiell ‘Dash’ Parr: «We wanna fight bad guys!»
  • Winston Deavor: «Help me bring supers back into the sunlight. We need Elastigirl!»
  • Lucius Best: «I was approached by this tycoon. Wants to talk… about hero stuff.»

Trailer de «Los Increíbles 2:

Por Imanol De Frutos

Graduado en ESCAC y montador de profesión. Siempre hambriento de ficción.

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