Mar. Mar 19th, 2024

La directora francesa Cécile Telerman regresa a nuestras pantallas con un filme sobre el éxito que tiene el curioso título de «Los ojos amarillos de los cocodrilos»

«Me gustan los personajes de la película porque representan una faceta distinta del mismo tema: la visión del éxito, que es un tema muy actual en la sociedad en la que vivimos«. La directora Cécile Telerman durante su visita a Madrid para promocionar su última película explicaba así su interés en adaptar el libro «Los ojos amarillos de los cocodrilos».

En realidad, yo no sé qué entiendo por éxito pero tengo más o menos claro que lo que nos venden como tal no lo es. Cuando salía el vigoréxico de «Dolor y dinero« yendo a un coach que le decía «don’t be a donter, be a doer«, agarra el toro por los cuernos, si quieres puedes, me hacía gracia porque sabía que les estaban timando. Tener trabajo hoy (el trabajo funciona como un poderoso indicador del éxito) no tiene tanto que ver con lo mucho que lo intentes ni con lo mucho que valgas, sino con la posición que ostentes desde el principio y los contactos con los que hayas tenido la suerte de moverte. Al otro lado de los Pirineos funciona igual.

«Los ojos amarillos de los cocodrilos» es una historia de dos hermanas. Iris es atractiva y está bien situada social y económicamente pero no está contenta del todo porque ansía alcanzar la fama (otro indicador del éxito, el reconocimiento de los demás) de algún modo. Un día, decide tirarse el pisto delante de sus amigos y les cuenta que está escribiendo un libro sobre una mujer comerciante de la Edad Media. En realidad, ella no tiene ni idea de la Edad Media. La experta en el tema es Joséphine, su hermana, a la que acaba contratando en negro para que le saque del apuro. El clásico «con mi cuerpo y tu cerebro haremos grandes cosas».

Las dos protagonistas, las dos hermanas, son radicalmente diferentes. A simple vista, ¿Quién tiene más papeletas para triunfar? ¿Joséphine o Iris?

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Como la historia se centra en dos mujeres, se ve también la brecha de género. Da igual que seas licenciada y experta en alguna movida de letras (que, evidentemente, limita tu empleabilidad), porque si te tienes que hacer cargo de tus hijas porque tu marido (Las relaciones sentimentales, otro indicador del éxito) te ha abandonado por una más joven no vas a dejar de ser una precaria pluriempleada que no deja de trabajar ni fuera ni dentro de casa.

Son un poco simplones los personajes de «Los ojos amarillos de los cocodrilos» pero como decía la directora es que cada uno de ellos es una manera de afrontar el éxito y por extensión su complementario, el fracaso, en el siglo XXI. Vivimos en un momento donde quedarse en el paro es vergonzoso, donde se propone que no nos quejemos de nuestro trabajo porque al menos tenemos uno, donde si te abandona tu pareja es probable que sea por tu culpa. Un momento donde tener dinero, posición y contactos es la clave para seguir prosperando y no tener nada de lo anterior, digan lo que digan, te avoca al pluriempleo y la precariedad aunque tengas idiomas y estudios.

No es esta una película especialmente o explícitamente crítica con este marco, del que somos socios a la fuerza, pero el mero hecho de plantear estas situaciones como elementos fundamentales de la historia de las dos hermanas hace que la audiencia avispada se dé cuenta de dónde estamos y de si quiere buscar este éxito o si prefiere enrolarse en la liga de los perdedores.

Quim Gutiérrez en el papel de musa

Ojo, pequeño destripe de la trama

La concentración de personajes y arcos en las dos horas que dura la película termina por, no queda otra, reducir el tiempo en pantalla de cada uno de ellos. Quim Gutiérrez apenas sí aparece pero tiene un personaje clave en la trama. Gracias a él, Joséphine es capaz de inspirarse y escribir el libro que le dará fama a su hermana. Su personaje, Luca, funciona como una musa para la protagonista. Pasivamente, es capaz de activar la creatividad de la autora.

Tradicionalmente, las musas han sitio un personaje femenino que inspiraba a los creadores masculinos, que eran los únicos reconocidos. «Me parece muy bien este tipo de inversión de roles«, dijo Gutiérrez al respecto durante la jornada de presentación de la película en Madrid.

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Frases destacadas de «Los ojos amarillos de los cocodrilos»

Hortense: «Has hecho que mi padre se largue porque eres fea y pesada»
Philippe: «Imagina que mañana resulta que estás sola»
Henriette: «Ahora vas a tener que buscarte un trabajo»
Iris: «El éxito lo llevo bien, bien«

Por Víctor Martín-Pozuelo

Al final, me dedico al marketing, al final.

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