Siempre que salen pingüinos en una película es una plusvalía. Los ejemplos son variados, desde la franquicia “Madagascar” pasando por la de “Happy Feet” de la que ahora tenemos pendiente la llegada de su secuela. Pues bien, este viernes se estrena “Los pingüinos del Sr. Poper”. Jared Stern, John Morris y Sean Anders han sido los encargados de trasladar a la gran pantalla la novela homónima escrita por el matrimonio Richard y Florence Atwater. En ella, Jim Carrey interpreta a Tom Poper, un promotor inmobiliario de éxito en Manhattan, que ha crecido con la permanente ausencia de la figura paterna que siempre estaba de viaje realizando grandes aventuras. Un buen día, Poper se entera que su padre ha fallecido y le hacen entrega de su legado: seis adorables, encantadores y traviesos pingüinos, que como todos bien supondréis pondrán su vida patas arriba.
Estamos ante una convencional historia de corte realmente infantil con el final ad hoc que no alberga la menor sorpresa, pero eso es lo de menos ya que son los pingüinos son las verdaderas estrellas, en cuanto desaparecen de la pantalla pides a gritos que regresen. Es un producto que da lo que se le pide: valores familiares y ciertas dosis de humor, ya que veremos la transformación de la personalidad de Tom Poper gracias a los elegantes animalillos.
El momento de la película, por ser uno de los más divertidos, es sin duda alguna el que tiene lugar en el Museo Guggenheim de Nueva York. Es una secuencia muy bien planificada en la que los efectos especiales se ponen al servicio del desarrollo de la situación cómica. Además, en ella brilla con luz propia la incombustible Angela Lansbury, que le roba todo el protagonismo a Jim Carrey, más reposado, pero que de vez en cuando le sale la vena histriónica a la que nos tiene acostumbrados, como en ese prefacio en el que intenta convencer al gran Jeffrey Tambor de que debe hacer un viaje en barco. Por cierto, que este gran secundario últimamente no deja de trabajar, y está en varias películas de la cartelera española, así que aprovechamos para recomendar su maravillosa actuación en “Win, Win.Ganamos todos”.
Realizada de una manera absolutamente impersonal, Mark Waters genera tiempos muertos en su narración con lo que los menores de la casa pueden correr el peligro de perder el foco de atención. Pero el astuto realizador tiene un potente as en la manga, los pingüinos. Así que cuando cae en la sensiblería o en el aburrimiento pone secuencia protagonizada por Capitán, Mimoso, Mordisco, Ceporro, Mofeta o Bocazas, en la que ponen de manifiesto alguno de sus rasgos distintivos. Lo más destacable del filme es el continuo homenaje tanto a la figura como al tipo de comedia que realizaba el actor Charles Chaplin. Waters lo realiza de forma explícita al mostrar algunas de las secuencias maravillosas protagonizadas por este genial maestro del slapstick, e implícita por la forma de rodar algunas situaciones cómicas.
Frases destacadas de «Los pingüinos del Sr. Poper»:
- Tom Poper: «Me gusta el olor del toner».
- Mrs. Van Gundy. «Yo no consumo drogas Sr Poper».
Calificación: 3
Visto lo visto (o leído lo leído) creo que me mantendré en mi idea de verla cuando dentro de unos años la den en Tele-5 o Antena-3 (y no tenga nada que hacer en ese momento).