Mar. Mar 19th, 2024

Miramonte y Delcojón regresan a la gran pantalla veintitrés años después de su debut en una comedia tan rancia como el hedor de sus medievales protagonistas.

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A nadie le amarga una buena comedia, y mucho menos si es Francesa. Los logros del género galo durante los últimos tiempos están resultan indiscutibles, ya no sólo en términos de recaudación y rentabilidad, sino también en cuanto a calidad, haciendo gala de un humor que siempre ha sabido hibridar la acidez más recalcitrante con una inteligencia asombrosa. Títulos como “La cena de los idiotas” (“Le dîner de cons”, Francis Veber, 1998), Bienvenidos al Norte(“Bienvenue chez les Ch’tis”, Dany Boon, 2008), o el rotundo éxito comercial “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?” (“Qu’est-ce qu’on a fait au Bon Dieu?”, Philippe de Chauveron, 2014) son buenas muestras de ello.

A título personal, en cuanto a comedias realizadas en el país vecino se refiere, guardo un especialmente buen recuerdo, más probablemente por cariño y nostalgia que por su valía real, de primera “Los visitantes” (“Les visiteurs”, Jean-Marie Poiré, 1993). Su demencial premisa en la que el noble Godofredo de Miramonte y su escudero, el infame Delcojón el Bribón se trasladan por arte de magia al siglo XX, su espíritu cafre y escatológico y, sobre todo, el magnífico dúo Reno-Clavier, justificaron por completo su triunfo absoluto en taquilla.

Hoy, veintitrés años más tarde, y tras estirar el chicle con una secuela innecesaria en 1998 cuya premisa buscaba repetir la fórmula de la original guardando algún as en la manga, y después de un deleznable remake americano en el que el reparto original dio vida a personajes distintos a los del original, Jean-Marie Poiré se une a la turba de realizadores que se han subido al carro del revival, decidiendo dar una nueva oportunidad a sus salvajes medievales. En esta ocasión, Godofredo y Delcojón se transportan por primera vez a un nuevo marco temporal tal jugoso como el de la revolución francesa en “Los visitantes la lían” (“Les visiteurs: La révolution”, 2016), ofreciendo un par —a lo sumo— de carcajadas a lo largo de sus interminables dos horas de duración, diluídas entre un contexto socio-político cuyo tratamiento se alza como lo mejor de todo el largometraje.

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No cabe duda que la comedia basada en la chabacanería y el festival excrementicio puede funcionar a las mil maravillas, pero de no saber medir estos elementos precisión, el resultado acaba saturando y anulando su efectividad. Se dice que en la variedad está el gusto, y ejemplos recientes como Agente Contrainteligente(“Grimsby”, Louis Leterrier, 2016) confirman que este tipo de artificios se transforman en un grotesco manjar al emplearse con inteligencia; factor clave que parece faltarle a “Los visitantes la lían”, y que la termina enterrando entre una sobresaturación de gritos, exabruptos, fluidos corporales y una suerte de celebración del mal gusto —que, no nos equivoquemos, nos encanta— vacía y reiterativa.

Por suerte, el trasfondo revolucionario hace respirar en algunos tramos al trabajo de Poiré, ofreciendo una sátira made in France en la que la inversión de los roles habituales de la dupla protagonista se traduce en un juego de enredos en el que el revanchismo del oprimido históricamente y el descenso en picado de la nobleza acostumbrada a las más sofisticadas comodidades generan mayor comicidad que todo el pus, las heces, y las flatulencias que el director se empeña en disparar contra la pantalla sin descanso.

Para los que aún reímos al recordar a Godofredo de Miramonte perseguir la furgoneta de un hombre negro blandiendo una maza al grito de «¡sarraceno!», “Los visitantes la lían” es una sonora decepción. Un rescate de unos personajes antológicos interpretado con ganas y vehemencia, pero ensombrecido por una sobresaturación de gags cuya efectividad se reduce a sus dos primeras repeticiones. El claro ejemplo de la típica frase de abuela que afirmaba que «lo poco agrada, y lo mucho enfada».

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Por Víctor López G.

Sociópata altamente funcional. Ex-gordo. Ex-ESCAC. Superhéroe a tiempo parcial y cinéfilo a tiempo completo

2 comentarios en ««Los visitantes la lían»: Comedia flatulenta»

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