Mar. Mar 19th, 2024
Fotograma de la película "Madame Hyde"

Atrevida vuelta de tuerca al clásico de Stevenson en forma de comedia negra sobre la educación y las taras sociales con una magnífica Isabelle Huppert.

La calidad interpretativa y el carisma de la Isabelle Huppert ha llegado a cotas tan altas, que es complicado no tener la sensación de que, sea cual sea el proyecto en el que se embarque, no transmita la sensación de ser un mero vehículo de lucimiento para la francesa. Sensación que transmite otra titán del cine como es Meryl Streep. Solo grandes directores de carácter como, recientemente, Verhoeven, Haneke o Sang-soo son capaces de elevar su voz a la misma altura que la actriz permitiéndonos ver en sus cintas algo más allá del registro de la todopoderosa Huppert. Sin embargo, la diferencia entre la actriz francesa y la estadounidense es que, mientras que Streep elige deliberadamente papeles de lucimiento, Huppert se arriesga, no solo a salirse de su zona de confort, sino a dejarse en manos de realizadores con una visión cinematográfica tan radical como la del realizador galo Serge Bozon. Algo parecido a lo que está haciendo Nicole Kidman estos últimos años.

En “Madame Hyde”, su segunda colaboración junto a Bozon tras la comedia policíaca “Tip Top” (2013), Huppert interpreta muy convincentemente a una profesora de física de instituto con graves dificultades para conectar con sus alumnos. Su carácter débil y retraído combinado con la soberbia, dibujan un personaje principal grotesco que se aleja de los personajes fuertes, malvados e incluso violentos a los que la actriz gala nos tiene acostumbrados. Pero, sorprendentemente, a pesar de alejarse tanto de su papel más común, se le ve en su salsa abriéndose a un nuevo abanico de matices nunca vistos en ella que no solo sorprenden gratamente, sino que a veces cuesta ver que detrás de ese personaje existe la misma actriz que protagonizó Elle” (Paul Verhoeven, 2016). Por otro lado, si que mantiene un sello marca de la casa: el odio que genera su personaje. Característica que bien conoce Bozon de su actriz y que sabe explotar, no solo de ella, sino de todos sus personajes. Y es que el realizador galo desprecia con regocijo a todos y cada uno de sus creaciones que, al igual que en “Un tipo serio”(2009) o A propósito de Llewyn Davis” (2013) de los hermanos Coen o en Canino” (2009) o Langosta” (2015) de Yorgos Lanthymos, acaba resultando en una finísima comedia negra altamente disfrutable.

Fotograma de la película "Madame Hyde"

El extraño caso de Madame Hyde

El punto de inflexión en la vida de esta suerte de Dr. Jekyll llega tras un accidente de laboratorio en el que madame Géquil adquiere poderes incandescentes sembrando el terror en la ciudad, lo que inevitablemente acaba desembocando en una subida de autoestima que le ayuda a hacerse con sus alumnos. Partiendo de esta premisa tan simple y manida al tratarse de una abierta adaptación libre del clásico de Stevenson, Bozon se permite jugar con los códigos narrativos cinematográficos convencionales en busca de otros más puros e indómitos. El juego entre una fotografía muy realista contrapuesta a iluminaciones radicalmente teatrales y oníricas, montajes bruscos y descompensado con escenas cortas y aparentemente inconexas entre largas tomas, paneos imprevisibles o tempos interpretativos muy poco naturales hacen de su visionado un ejercicio activo por parte del espectador. A esto hay que sumarle un abuso desmesurado de la elipsis narrativa. Los saltos de raccord espacial que Godard puso de moda con “Al final de la escapada” (1960), aquí Bozon los introduce en el guión. Como si de sketches individuales sketches individuales se tratasen, el espectador debe unir los puntos para poder ver el dibujo que hay detrás. Sin embargo, a pesar de la dificultad que esto entraña, Bozon logra hablarnos con claridad del obsoleto sistema educativo francés, su necesidad de renovación, y de la nula cabida de gente diferente dentro de sus paredes.

Al igual que los maestros anteriormente mencionados, Bozon sabe imponer su escritura cinematográfica a la altura de quien la interpreta. Y es que “Madame Hyde” es un brillante ejercicio de estilo puro y duro al que su realizador se ciñe en todo momento funcione o no funcione dependiendo de las exigencias dramáticas de cada escena. Esta falta de plasticidad puede verse como una muestra valentía o como un desapego infructuoso de la historia que nos intenta narrar. Yo, personalmente, me decanto más por la primera idea, pero reconozco hay muy buenos argumentos para defender ambas visiones.

Fotograma de la película "Madame Hyde"

Frases destacadas:

  • Madame Géquil: ¿Creéis que podéis adquirir poderes con magia, un milagro o por accidente?”
  • Malik: “Spiderman no existe pero nos gusta. Son dos cosas distintas. Por ejemplo, sabemos que usted existe pero a nadie le cae bien.”
  • Sr Géquil: ”Cielo, algunos se convierten rápido en profesores y otros no. Tú eres de las lentas.”
  • Fratoni: “Tengo miedo de ser como usted. Débil.”

Tráiler de “Madame Hyde”:

Por Pablo Lujan

Doctor en Biología Celular por la Universidad de Heidelberg. Compagino la ciencia con mi otra gran pasión: el Cine.

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