Mila Kunis y otras dos mujeres intentan transformar en alocadas sus aburridas vidas en esta cómica reflexión sobre el papel de las madres en la actualidad.
Las madres. ¿Qué haríamos la gran mayoría de nosotros sin ellas? Hacen lo que sea por su familia muchas veces sin pedir nada a cambio. Pero a veces no pueden más y necesitan expulsar lo acumulado del día a día de una forma u otra. Esta tesitura es la que nos plantean Jon Lucas y Scott Moore con “Malas madres”, que no dejará a nadie indiferente.
Buscando echarlo todo
Amy Mitchell (Mila Kunis) es una mujer que tiene una vida aparentemente perfecta. Sin embargo, las preocupaciones cotidianas y el estrés acumulado hacen que todo esté a punto de estallar. Entonces, Amy se junta con otras dos madres que buscan lo mismo, Carla (Kathryn Hahn) y Kiki (Kristen Bell). Juntas intentan liberarse de las responsabilidades de la vida diaria haciendo todo tipo de locuras, tratando al mismo tiempo de arrebatar la presidencia de la Asociación de alumnos a Gwendolyn Jones (Christina Applegate), el típico ejemplo de “madre perfecta”.
Personalidades definidas
Amy, Carla y Kiki, en busca de esa “libertad” forman un trío peculiar que se complementa bastante bien en pantalla. Son capaces de parecer en momentos una versión más “terrenal” de “Las supernenas”, aquella serie de dibujos animados que buena parte de los que tienen ahora 20 años o más añoramos con cariño, o bien recordar a este trío de mujeres alocadas de “Death Proof” (Quentin Tarantino, 2007), siendo Amy la más tranquila, Kiki la más despistada y Carla la más alocada de un trío descontrolado de por sí.
Obviamente, son dos cintas que no tienen nada que ver una con la otra, pero coinciden en el mismo número de personas y la búsqueda de un objetivo común, la venganza contra alguien en concreto, aunque en el caso que nos ocupa de un modo más cómico. Pero hay un inconveniente, y es el de presentar a veces a mujeres de algo más de 30 años poniéndolas el espíritu de una chica de instituto, perdiendo toda la madurez acumulada con la maternidad.
Una diferencia con respecto a las demás
De las tres, es Amy la que tiene un arco evolutivo más amplio que las demás. Mientras Carla y Kiki buscan sólo el cambio y divertirse, en ella se pueden apreciar las contradicciones que sufre al intentar cambiar, sobre todo al principio, cuando aún está pendiente de lo relacionado con su vida diaria. Mila Kunis no es ni mucho menos la mejor actriz del mundo, ni realiza su mejor papel hasta ahora. Pero al menos está creíble, dentro del “caos” que reina en la cinta. De todos modos el reparto, en especial el trío protagonista, está más o menos al mismo nivel.
Básicamente “Malas madres” pretende reírse en muchos momentos de sí misma. En casi ningún instante procurando transmitirnos que todo el mundo puede cometer errores, y que a las madres podemos permitírselo más que nadie debido a la dedicación que profesan a sus seres queridos. Sin embargo, en ocasiones Lucas y Moore caen en esa contradicción de un objetivo concreto intentando al mismo tiempo buscar la diversión a tope, mezclándolas a veces sin mucho sentido.
A pesar de eso, “Malas madres” no pretende en ningún momento ser una de las mejores películas del verano, buscando únicamente que el espectador se eche unas risas sentado en su butaca mientras ve a unas mujeres pasándolo en grande, siendo un filme divertido y de fácil digestión.
Frases destacadas de “Malas madres”:
- Amy: “No hago más que cagarla pero me encanta ser madre”
- Kiki: “A día de hoy es imposible ser madres perfectas”
- Amy, Carla y Kiki: “¡Seamos malas madres!”
- Mike: “Haré lo imposible por mantener la familia unida”
- Amy: “Quiere que seamos madres nazis y que los hijos estén superestresados”
- Carla: “Vamos a darle un guantazo en las tetas”
- Carla: “Eres la mejor madre que conocemos”