Tras varios años de retraso llega a las pantallas españolas este filme alemán centrado en la vida de dos famosos científicos europeos.
La curiosidad mueve la ciencia
Ciertamente la curiosidad por el mundo en el que vivimos, por los elementos que integran la realidad en la que estamos inmersos, todo ello en su conjunto es el verdadero motor de la ciencia. Y eso queda perfectamente descrito en el largometraje “Midiendo el mundo”. Se trata de la adaptación cinematográfica del éxito de ventas “La medición del mundo” del escritor Daniel Kehlmann. En ella nos traslada hasta Alemania a principios del Siglo XIX donde dos jovencitos se encontrarán en una comida ante el Duque de Brunswic. Se trata de dos grandes científicos: el matemático Carl Friedrich Gauss y el investigador Alexander von Humboldt. A partir de ese momento, sus vidas y trayectorias discurrirán en paralelo.
Dos formas de ver la ciencia
En el filme nos muestra dos tipos de científicos totalmente distintos, tanto en su origen, humilde (Gauss) o burgués (Humbold), como en su forma de analizar la realidad, uno mediante un análisis introspectivo (Gauss) y el otro exploratorio (Humbold). El espectador al final del filme podrá llegar a la conclusión que tan científico es aquel que está sólo ante su papel y pluma como el que está viajando, observando y midiendo la naturaleza. Y lo irónico, es que para que el cuerpo del saber se revolucione y avance precisa de ambos. Curiosamente ambos acabarán solos, absolutamente menospreciados por el poder político.
Un correcto resultado
El espectador asiste a un duelo entre Daniel Kehlmann, autor del libro y responsable de la adaptación la novela, y Detlev Buck, el realizador. El resultado es que finalmente obtiene más peso la narrativa que el contenido. Buck crea imágenes muy bellas, de gran fuerza, transiciones imaginativas, siempre cuida el encuadre, dirige muy bien a los actores o nos muestra hechos a cámara rápida para que podamos admirar la belleza de la naturaleza. Además, usa eficazmente recursos como la animación para ilustrar ideas. El problema deviene en el tono del intento de Kehlmann por satirizar a la sociedad del momento que eran incapaces de entender a estas dos mentes tan brillantes.
Frases destacadas de “Midiendo el mundo”
- Alexander von Humboldt: “He dedicado mi vida a comprender la naturaleza”
- Bruttner: “¡En la cabeza no! Pertenece al Duque de Brunswick. No puede dañarla”
- Alexander von Humboldt: “No hay que desdeñar los pequeños enigmas”
- Carl Friedrich Gauss: “Se nos escapan las cosas sencillas”
- Aimé Bonpland: “Soy francés. No leemos a extranjeros”
- Carl Friedrich Gauss: “Hay dos formas de hacerse entender: mediante el amor verdadero y mediante la razón pura”
- Johana Gauss: “Dudo que alguien pueda ser feliz a tu lado. Tienes mucho que hacer. Alguien como tú no debería casarse”
- Alexander von Humboldt: “La investigación es movimiento. Un movimiento sin fin. Por definción.”
- Alexander von Humboldt: “La enfermedad es el desorden”
- Alexander von Humboldt: “La familia es un gran desafio. Tal vez el mayor que hay.”