Jodie Foster dirige una cinta que cuenta con un mediático dúo protagonista y destaca por su gran capacidad de mantener la tensión hasta el final de ésta.
El mayor de los desafíos
Si repasamos algunas de las mejores interpretaciones de Jodie Foster nos vienen a la cabeza por ejemplo “El silencio de los corderos” (Jonathan Demme, 1991), “The accused” (Jonathan Kaplan, 1988) o “La habitación del pánico” (David Fincher, 2002). ¿Qué tienen en común estas películas? La fuerza arrolladora de Foster y la enorme capacidad de mantener la tensión hasta el final, pudiéndose cortar con un cuchillo en cualquier momento. Estas premisas vuelven a repetirse con “Money Monster”, pero no delante de las cámaras como suele ser habitual, sino detrás, afrontando sin duda su mayor reto como directora hasta la fecha.
Lee Gates (George Clooney) es el peculiar presentador de Money Monster, un programa sobre finanzas de mucho éxito. Un día Gates recomienda invertir en Ibis, una compañía que tiene como director a Walt Camby (Dominic West). Sin embargo, Ibis cae y muchos inversores pierden su dinero. Uno de ellos, Kyle Budwell (Jack O´ Connell) busca venganza secuestrando a Gates y a su equipo, encabezado por Patty Finn (Julia Roberts). Gates y Finn intentarán descubrir la verdad tratando al mismo tiempo de salvar sus vidas.
Parecidos razonables
El mundo de las retransmisiones televisivas no es algo que nos pille de nuevas en el mundo del séptimo arte. Sin ir más lejos, el año pasado James Vanderbilt estrenó “La verdad”. En ella intentaba mostrarnos la posibilidad que se pudo dar si George Bush no hubiera ganado las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2004. “La verdad” y “Money Monster” coinciden en tres aspectos: en primer lugar la denuncia de un suceso corrupto y del que se benefician ciertas personas. La segunda coincidencia es que Clooney y Roberts ocupan los mismos puestos que Cate Blanchett y Robert Redford en el largometraje de Vanderbilt. Finalmente, tienen en común el mimo y el cuidado de las retransmisiones televisivas.
Dos puntos fuertes bien diferenciados
Aunque “Money Monster” cuenta con un dúo protagonista de sobra conocido por todos, esa no es la principal razón por la que la cinta de Foster destaca. Aunque George Clooney y Julia Roberts, los Blanchett y Redford de turno, están notables, no llegan al nivel de ambos, perdiendo sobre todo Roberts en la comparación. Es algo obvio sobre todo cuando la actuación de la actriz australiana hizo un trabajo de cómo mínimo nominación al Óscar. Vamos, que si no hubiera estado nominada a mejor actriz protagonista por “Carol” (Todd Haynes, 2015), habría tenido opción de llevarse la estatuilla por “La verdad”.
También me gustaría resaltar la actuación del joven Jack O´Connell, que representa mucho mejor de lo esperado su papel de inversor estafado con tendencias destructivas, llegando en algunos momentos a “robarse” la película. Supera a Clooney en algunos instantes, y eso que el bueno de George está bastante divertido en su rol de presentador estrafalario de un programa que cuenta con más show que otra cosa.
Pero ya digo que si hay un motivo por el que “Money Monster” es uno de los atractivos de este verano es por cómo Jodie Foster es capaz de transmitir esa tensión al espectador, de mantenerlo en vilo en todo momento. Aquellos que están sentados en la butaca no tienen ningún momento de respiro, sabedor de que en cualquier momento todo puede saltar por los aires. Realmente hay pocos largometrajes que logren esa angustiosa sensación, y por eso hay que felicitar a Foster por lograr esto de forma tan realista.
Aunque cuenta con unos notables Clooney, Roberts y O´Connell, “Money Monster” tiene como principal reclamo su asfixiante capacidad para mantener al espectador sentado en su butaca. Sin duda, Jodie Foster ha sacado con nota su trabajo detrás de las cámaras más ambicioso hasta la fecha.
Frases destacadas de “Money Monster”:
- Kyle: “¡Todo este puto circo está amañado!”
- Patty: “Yo dirijo el programa. Tú lo presentas”
- Diane: “Todo esto nos está afectando a todos”
- Kyle: “Estoy cansado de oír las mismas mentiras una y otra vez”
- Lee: “¿Tan jodida es tu vida que tiras la toalla a las primeras de cambio?”
- Molly: “¡No eres un hombre. Eres una puta niñata!”
- Lee: “La verdad es que no sabría qué hacer sin ella”