Un filme que ahonda en el malestar de una sociedad iraní cuyas tradiciones lastran la libertad individual y afectan a la moral del pueblo
La mujer en el cine iraní
Sin duda alguna, uno de los temas recurrentes en la filmografía iraní que llega a Europa es toda la problemática que envuelve a la falta de libertad de la mujer. Este mismo mes se podrá disfrutar en Filmoteca Española dentro del ciclo de cine iraní contemporáneo de “Night Shift” (Niki Karimi, 2015), una cinta que ya nos advierte del desamparo que tiene el sexo femenino sin un marido que la pueda guiar. Quizás uno de los directores más incidentes en este tema sea Jafar Panahi, quien en trabajos como “Off side” (2005) y “El círculo” (2000), evidencia la total dependencia de un género hacia otro sin olvidar las aspiraciones libertarias que esconden los distintos gestos de sus heroicas protagonistas. Y por motivos como este resulta cuanto menos sorprendente que en la pasada SEMINCI, Ida Panahandeh, quien presentó “Nahid”, al ser interpelada sobre el director de “Taxi Teherán” (2015), contestara tomando partida por el gobierno que le reprime en lugar de defender a su compañero.
Nahid y su entorno
“Nahid” se constituye como una película austera, lejos de cualquier grandilocuencia y contando tan solo con la ocasional aparición del artificio en forma de música extradiegética que acompaña e impulsa la tensión dramática sin volverse nunca protagonista. Su dirección consiste en hallar el naturalismo que se confecciona por un guion que nace de la construcción de sus personajes. Y es ahí donde radica la esencia de su propuesta, vivimos las miserias de Nahid, una mujer cuyo primer matrimonio fallido le ha dejado un hijo desatendido y un exmarido drogadicto. El peso de la tradición, las bodas negociadas por las familias y la supremacía del hombre se confeccionan como el entramado alborotador que modifica moralmente a los demás protagonistas. El resultado de todo este compendio de circunstancias sustentadas por la sociedad origina un malestar traducido en la nula empatía que puede sentir el espectador con casi ningún miembro de una familia disfuncional impulsada por el egoísmo y la irresponsabilidad. Arduo resulta comprender la psique de Nahid, tan solo percibimos que detesta y con motivo a Ahma y que ama a su hijo Amir Reza (con guiño irónico a La Pietà de Miguel Ángel) aunque no tiene la menor idea de cómo educarlo, obteniendo como resultado un niño malcriado, descarado y con vocación para seguir los errantes pasos de un padre que supone un referente pernicioso. Pero por otro lado, no apreciamos cuáles son sus verdaderas intenciones con Mas’ood, si realmente le ama o es todo una farsa motivada por solventar su precaria situación económica.
Y entre idas y venidas de familiares, problemas jurídicos, viejos avaros y violencia que nace del contexto, podemos apreciar una clara reivindicación de la libertad de la mujer, de liberarse del yugo matrimonial y maternal, de encararse desde el silencio y la resignación al poder falocéntrico focalizado en la figura de su hermano y pensar en si misma.
¿Y ahora qué?
Salvo por la deconstrucción nihilista de las diferentes personalidades que desfilan durante el largometraje, no obtenemos nada que destaque por encima de otras cintas reivindicativas de temáticas similares. La película se padece desde la frialdad, desde la reminiscencia de que estamos ante algo que se ha contado ya otras veces, pero mientras en otras ocasiones vemos cierta rebeldía combativa, Panahandeh se aísla en su propio negativismo, como quien no desea compartir sus ideas con los demás, como aquel que se ha rendido y baja la cabeza ante el régimen, pero inicia la revolución individual en el interior de ella misma. ¿Qué pasará si se atreve a alzar la voz y adquirir una dimensión crítica que la equipare a la de su compatriota Panahi? ¿Seguirá pensando que hay que acatar las leyes de un país que maltrata de esa manera a la protagonista de su propia película?
Frases destacadas:
- Nahid: “Leila, adelántame el sueldo de este mes”.
- Leila: “No deberías llevarlo a un colegio privado. Total, no estudia”.
- Nahid: “Te echo de menos cuando llevamos dos días sin vernos”.
- Mas’ood: “¿Por qué nos encerramos en esta playa desde hace tres meses?”
- Ahmad: “Nahid, te quiero”.
- Nahid: “Yo ya no te quiero”.
- Nahid: “No perdonaré a estos dos, me han destrozado la vida”.
- Nahid: “Primero limpiaba la sangre de la ropa de tu padre, ahora la tuya… un día de estos me traen tu cadáver”.
- Mas’ood: “¿Por qué lo escondes todo?”