Belén Rueda y Eva de Dominici protagonizan esta película de terror que poco tiene para aportar al género.
Hace ocho años, Gustavo Hernández consiguió cosechar un éxito inesperado con «La casa muda«, una película de terror rodada en un único plano secuencia de casi hora y media. Decenas de festivales, distribución en más de treinta países y un remake norteamericano después, el director uruguayo vuelve a ponerse detrás de las cámaras para intentar aterrorizarnos.
En un hospital psiquiátrico abandonado, un grupo de teatro vanguardista experimenta con el insomnio para la preparación del montaje de una obra creada veinte años atrás por un grupo de pacientes. Con el paso de días sin dormir, alcanzan nuevos umbrales de percepción, que los enfrentan a energías e historias ocultas del lugar. Cuando Bianca (Eva De Dominici), una joven promesa del teatro, se incorpora al elenco, en competencia por el papel principal, debe sobrevivir no solo a la intensidad del trabajo y sus compañeros, sino a una fuerza desconocida que la empuja, como a los demás, al trágico desenlace de la puesta en escena original.
La obra de teatro de sus vidas
«No dormirás» parte de una premisa muy jugosa para enganchar al espectador: los efectos secundarios producidos por la privación de sueño. Bianca experimenta una serie de alucinaciones que poco a poco irán acabando con su cordura, de forma que le será cada vez más difícil distinguir qué es real y qué no lo es. Nuestra protagonista se ve en la obligación de continuar con este experimento, no sólo por motivos personales, sino para intentar desentrañar el misterio que ocultan el hospital y Alma (Belén Rueda), la directora de la obra, quien parece saber mucho más de lo que aparenta.
El problema viene cuando el guion no encuentra la forma de justificar de manera creíble las decisiones que toman ciertos personajes, dando la sensación de que muchas de las secuencias enfocadas hacia el terror y el suspense se hayan ideado antes de tener una buena historia que contar. Gustavo Hernández ha decidido apostar por una estética muy cuidada olvidándose de la solidez narrativa, lo que complica que sigamos la trama con interés. Es por ello que, según nos vamos acercando al clímax, iremos notando cómo las piezas encajan de manera demasiado forzada al apostar por giros alocados y, como consecuencia, inverosímiles.
Un reparto entregado, aunque irregular
Aunque Eva De Dominici consigue dar el callo como protagonista, transmitiendo la calidez que exige un personaje así, no se puede decir lo mismo de algunos miembros del reparto. Natalia de Molina ha demostrado más de una vez que es una actriz patria más que competente, pero su papel no tiene especial relevancia a lo largo de la trama y tampoco consigue disimular al cien por cien su acento andaluz.
Sin duda, la que peor sale parada es Belén Rueda. Aunque no es la primera vez que la intérprete tiene que encarnar a un personaje de dudosa moralidad, no consigue que sus diálogos (la mayoría de ellos pomposos y poco creíbles) suenen naturales. Alma no es un personaje que inquiete al espectador en prácticamente ningún momento, algo que sí se llega a dar en otros miembros del reparto como Juan Manuel Guilera o Eugenia Tobal. Esto se convierte en un auténtico lastre para la película, dando lugar a ciertas escenas que se van al traste por no conseguir generar la tensión buscada.
«No dormirás» se queda en un mero quiero y no puedo que, a pesar de contar con una protagonista a la altura y un punto de partida prometedor, se pierde entre lugares comunes y malas decisiones de guion.
Frases destacadas de «No dormirás»:
- Alma: «El cansancio desactiva su cerebro racional.»
- Dora: «Lo más importante es mantenernos despiertos.»
- Bianca: «¡Dora no va a dejarnos dormir!»
- Craso: «A Alma le gusta experimentar ciertas emociones a fondo. Ahora está retomando una antigua idea que se llama Insomne.»