Antoine Fuqua (Training Day) crea y pone en pie la peor pesadilla para un ciudadano medio norteamericano, un ataque brutal al centro neurálgico del país, eso es en el fondo Objetivo: La Casa Blanca.
La autoría intelectual de este filme se debe a dos guionistas nóveles, Creighton Rothenberger y Katrin Benedikt. Nos cuentan como Mike Banning (Gerard Butler), tras no conseguir salvar a la mujer del Presidente de los EEUU en un accidente de coche, deja su puesto como jefe de los guardaespaldas, pasando a tener un trabajo más de oficina, aunque seguirá ligado al FBI y a la Casa Blanca. Un buen día mientras el desempeña su nuevo y tedioso trabajo, un reducido grupo de extremistas norcoreanos fuertemente armados y meticulosamente adiestrados lanza un audaz asalto a plena luz del día contra la Casa Blanca, invadiendo el edificio y tomando como rehenes al presidente Benjamin Asher (Aaron Eckhart) y a su gabinete dentro del búnker subterráneo presidencial, totalmente impenetrable. Su objetivo en teoría es la retirada de las tropas del paralelo 38. Pero para doblegar la voluntad del Presidente les falta algo crucial, por eso deberán secuestrar a su hijo Connor.
Tres visiones para Objetivo: La Casa Blanca
Este largometraje podemos abordarlo desde tres perspectivas. Una se trata de un filme de acción con tintes catastrofistas setenteros. Dos, un trabajo de propaganda, y tres como un thriller. Así que vayamos por partes.
Si eres un amante del cine sin complejos, como la famosa bebida segoviana, que sólo buscas un filme testosterónico, donde haya mil y una peleas y donde imperen las explosiones grandilocuentes y armamento mega-super-sofisticado, y sobre todo, no quede piedra sobre piedra, esta es tu película definitivamente. Verás lo impensable, la Casa Blanca hecha añicos. Fuqua juega a crear su propia Jungla de Cristal, así Banning sigue los pasos de McLane al pie de la letra, salvando todas las distancias formales, porque no posee la ironía del detective neoyorquino, carece de su carisma y nuestro amigo de Washington busca redimir su pasado y salvar a quien sea, para ello no dudará un instante en colarse en la fiesta norcoreana para aguársela.
Como cine de propaganda cumple con todos los cánones. Primero, enemigo único y feroz perfectamente descrito: los norcoreanos. Dos, el público se siente atraído por determinadas aspectos como la bandera, y cuando se ve caer, el público se sobrecoge. En tercer lugar, el presidente Benjamin Asher es presentado como un hombre corriente, que quiere y adora a su familia, por supuesto, enamoradísimo de su mujer, y lo mejor de todo, amante de deportes muy varoniles (boxeo). Y finalmente, nuestro particular héroe, es representado como un tipo cabal, inteligente, de moral intachable, de físico potente y que daría su vida por su Presidente y su patria sin albergar la menor brizna de duda. Pero sin duda, uno de los personajes claves es Leah, la novia enfermera de Banning, ya que gracias a ella podremos apreciar el daño humano.
Pero si analizamos esta película desde la óptica del género del thriller, es aquí, donde la película se cae bastante. Es un guión donde el único giro de guión verdaderamente sorprendente lo tenemos a los veinte minutos, pero el resto del filme es una sucesión de acontecimientos verdaderamente esperables todos. Eso sin analizar su verosimilitud. Además, sus guionistas le dan un desacertado e involuntario matiz de prepotencia al personaje del Presidente, al darles todo lo que quieren, así lo que podemos entender es que lo tiene todo controlado cuando no es así, ni de lejos. Encima, hay una secuencia en la que el público puede llegar a pensar que la Secretaria de Defensa tiene más valor y coraje que el Presidente, al preferir morir antes que dar los códigos.
Así que podemos concluir que Objetivo : la Casa Blanca es un previsible filme donde la acción y la propaganda se dan la mano, y que cuenta con secundarios de lujo como Morgan Freeman, Robert Forster, Aaron Eckhart, Dylan McDermott , Ashley Judd o Angela Bassett. Aunque no debemos olvidar que está realizado a mayor gloria del musculado Gerard Butler, que para eso produce la cinta.
Frases destacadas de Objetivo: La Casa Blanca
President Benjamin Asher: “Where the hell is my son?”.
Mike Banning: “Where is the President?”
President Benjamin Asher: “Don’t negociated!”
Connor: “Mike, I’m scared”.
Speaker Trumbull: “God bless you all. God bless United States”.
Kang: “Mr. Banning, Wellcome to my house”.
Secretary of Defense Ruth McMillan: “Rough day, President. Can be worst?”.
Nota de Objetivo: La Casa Blanca: 4
A partir de ahora los norcoreanos son los malos del mundo, ¿no?
Vale, me lo voy apuntando para futuras referencias.
Si, amigo Arturo, los norcoreanos lo petan, son los más malos ahora.
Joder. Otro cagarro en cartel.
La verdad es que el cartel es un poco totum revolutum, recogiendo el espíritu coral de la película mi estimado JMongil