“Omar”, la nueva película de Hany Abu-Assad, describe los traumas de la sociedad palestina a través de una imposible historia de amor llevado en secreto.
Una separación más que física
Hany Abu-Assad es un director y guionista neerlandés de origen palestino obsesionado por plasmar en sus obras los devastadores traumas que perturban las partes afectadas por el conflicto árabe-israelí. El autor sorprendió a la crítica diez años atrás con la aclamada “Paradise now”, film en que dos jóvenes palestinos son reclutados para llevar a cabo un atentado suicida en Tel Aviv. Con “Omar” Hany Abu-Assad describe una historia de amor imposible entre Omar (Adam Bakri) y Nadia (Leem Lubany), la hermana menor de su mejor amigo Tarek (Iyad Hoorani). El muro de Qalandia, el tabique que el Gobierno israelí construyó como medida de seguridad entorno a Cisjordania y Jerusalén es sólo el obstáculo físico que separa a los dos amantes. Esta frontera ficticia tres veces más alta y dos veces más larga que el muro de Berlín no es la causa de la desunión entre la pareja. El verdadero motivo del distanciamiento se encuentra en el sustrato de una sociedad que vive del rencor y la venganza.
El clandestino romance entre Omar y Nadia se ve alterado tras la captura de Omar en uno de los rituales de iniciación de las brigadas palestinas. Omar es puesto en libertad con la condición de delatar al culpable del asesinato de un solado israelí. A pesar de que el homicida sea su amigo Amjad (Samer Bisharat), el General Rami (Waleed Zuaiter) quiere que Omar le entregue a Tarek. Con su excarcelación Omar entretendrá al General Rami con el juego del gato y al ratón, sin ser consciente de que en territorio ocupado el cazador siempre es más listo que su presa.
Dirigir desde la parcialidad
El interés de Hany Abu-Assad por describir una preocupación ético-política le ha condicionado en la dirección de sus películas, las cuales suelen estar marcadas por una acertada parcialidad. Su experiencia y nacionalidad le han permitido ahondar en dicha cuestión desde una perspectiva subjetiva que muchos admiran y a otros les parece saturada de lugares comunes. Los personajes presentes en su filmografía pueden parecer demasiado arquetípicos, sobre todo en su último trabajo. En “Omar” los únicos israelís que aparecen son torturadores o amorales miembros del ejército capaces de ayudar al enemigo si reciben algo a cambio. Mientras que, en el otro lado del conflicto, Hany Abu-Assad busca la empatía del espectador con los personajes palestinos revelando unas aficiones muy cercanas a las nuestras. El cineasta describe con total naturalidad el gusto por el cine estadounidense con imitaciones de la interpretación de Marlon Brando en “El Padrino” o la admiración por el futbol europeo con referencias a las tácticas y al currículum de José Mourinho.
La deshumanización de los palestinos
No obstante, la citada inclinación personal de Hany Abu-Assad por una de las partes de la batalla entre los israelíes y palestinos le permite centrarse en la esencia intrínseca del problema. “Omar” alcanza la verosimilitud deseada al realizarse en medio de un clima donde se respira una tensión extrema, esa atmósfera asfixiante que no se aprecia de igual modo en “Inch’Allah” (Anaïs Barbeau-Lavalette) o “Domicilio privado” (Saverio Costanzo), surge efecto en el largometraje de Abu-Assad al concentrarse en las rígidas relaciones entre los cuatro personajes principales, siempre condicionadas por un enemigo acechante que el General Rami personifica. El cineasta se esfuerza en plasmar una sociedad palestina cegada por el fanatismo terrorista y obsesionada por la captura de cualquier traidor colaboracionista. Se trata de una comunidad deshumanizada que necesita héroes impasibles para llevar a cabo la revolución y no individuos con sentimientos. El amor y la amistad, aquello que debería traer la salvación al pueblo, se convierte en una condena para los combatientes.
Frases destacadas de “Omar”:
- Amjad: “Me destroce mis nudillos con sus dientes”.
- Agente Rami: “Si nos dices quien mató a ese soldado olvidaremos tu pasado”.
- Nadia: “Cuando te detuvieron me hice poetisa”.
- Tarek: “Si quieres liberar a tu país debes pagar el precio”.
- Agente Rami: “Tráenos a Tarek o iremos a por ti”.
- Tarek: “¿Nos vendiste por un simple visado a Nueva Zelanda?”.
- Agente Rami: “A Nadia si queremos la podemos convertir en una prostituta”.
- Agente Rami: «¿Hablas hebreo?«
- Omar: «Sólo he entendido dos palabras ‘mamá’ y ‘Spiderman’”.
- Omar: “Dame otra oportunidad. He aprendido la lección. En la prisión no sobreviviré”.
- Agente Rami: “Los secretos son secretos pero los usaremos si nos fallas”.
- Agente Rami: “La única forma de quitarte el localizador es cortándote la pierna”.
- Omar: “Todos nos creímos lo increíble”.
- Omar: “¿Sabes cómo hacen para cazar los monos en África?”