El director de «The fast and the furious: A todo gas» vuelve a las andadas con esta divertida y absurda cinta de acción.
En ocasiones parece que las reuniones creativas de Hollywood consisten en un grupo de señores trajeados que se dedican a combinar dos palabras, y si no tienen nada que ver entre sí, mejor todavía. A raíz de tan dudosa práctica han surgido títulos tan variopintos como «Sharknado» o incluso algunos blockbusters de la última década. Lo realmente difícil es el proceso posterior, los meses (o semanas) de escritura de guin para determinar qué justificarían tales mezclas y, si es posible, evitar que se convierta en un completo disparate.
Hoy estamos ante un claro caso de historia digna de emitirse directamente en una cadena generalista un sábado por la tarde, con la diferencia de que su director, Rob Cohen, consigue dejarse llevar por la honestidad y la autoconsciencia necesarias para pasar una sesión agradable en el cine.
Una banda de ladrones intenta realizar un enorme robo al Tesoro de los Estados Unidos para hacerse con un botín de 600 millones de dólares mientras un huracán categoría 5 se acerca al lugar…
Rápido como un ladrón
Como deja bien claro su premisa, «Operación: Huracán» combina el suculento sub-género de las películas de atracos con el espectacular (a ratos) cine tan propio de Roland Emmerich. Una mezcla que anuncia a los cuatro vientos la falta de ideas de los estudios norteamericanos pero que, a diferencia de otras producciones de similares características, sabe lo que su público espera de ella y no tarda demasiado en abrazar la tontería y el disparate. Todos los tópicos habidos y por haber de ambos géneros podremos encontrarlos aqui: el topo, los hackers cool, la guarda de seguridad de armas tomar, el meteorólogo temperamental que es el mejor en lo suyo… Todos convergen en una historia simplona y directa que se toma el tiempo justo para que cada personaje sea presentado con un par de líneas de diálogo, a excepción de Will (Toby Kebbell), el meteorólogo anteriormente mencionado y cuyo trauma infantil da comienzo al filme. Es esta amalgama de personajes lo que consigue que cueste ver a la cinta como una película de catástrofes al uso y que, al menos en un par de momentos, consiga caernos en gracia.
Sería redundante afirmar que ninguna de las interpretaciones de «Operación: Huracán» son especialmente destacables, pero lo que uno no puede negar es que se llega a generar una complicidad entre el espectador y casi todo el reparto. Tanto unos como otros saben a lo que atenerse, especialmente actores veteranos y vistos en docenas de producciones como Ben Cross o Ralph Ineson. El trío protagonista formado por Maggie Grace, Ryan Kwanten y el anteriormente mencionado Toby Kebell muestran cierta química entre ellos y se amoldan con facilidad a sus personajes, especialmente Grace, quien da vida a una ex-combatiente con un turbio pasado que resulta ser mucho más de lo que aparenta.
Furioso como el viento
Sólo hay un par de momentos en los que la mano de Rob Cohen se deja notar: durante las escenas de acción. La película cuenta con una set pieces resultonas y bien planificadas que evitan el CGI tanto como pueden, pero cuando deben recurrir a él no hacen sino destapar las carencias presupuestarias de la película. El realismo de estas secuencias no es que esté a la orden del día, pero se amoldan a la perfección al tono disparatado del conjunto y terminan de darle el toque festivo necesario. Como cabría esperar, más de una escena nos recordará a las vistas en la franquicia protagonizada por la familia Toretto, especialmente la persecución final, una suerte de asalto al tren del dinero donde las proezas físicas de que realizan nuestros protagonistas poco tienen que ver con lo que sabemos de ellos.
«Operación: Huracán» podría catalogarse de comedia involuntaria si no fuera por diálogos y acciones puntuales que remarcan la honestidad de sus creadores y que permiten que aquellos que disfruten con las películas con alma de videoclub salgan satisfechos.
Frases destacadas de «Operación: Huracán»:
- Dixon: «I knew today was gonna be a shit show.»
- Will: «We’re about to get crushed by the biggest storm of the century!»
- Perkins: «Stick with me and I’ll bonus you all at twenty million apiece. Don’t mind partners but I do hate witnesses.»
- Dixon: «Fate works in crazy ways, like when I was sitting in a bar on my own, bitching about my lot in life, and right next to me was another man doing the same thing.»