El debut de Hatem Khraiche como director de cine es un nuevo ejemplo de que para hacer una película hace falta algo más que una buena idea.
De todos los géneros que hay en el mundo del cine, el de la ciencia-ficción es uno de los que menos se ha prodigado por nuestra filmografía. Sus últimos representantes más destacados fueron “Autómata” (Gabe Ibáñez, 2014), y “Proyecto Lázaro” (Mateo Gil, 2016), que tenían como principal virtud la potencia visual. Ahora llega a nuestras pantallas “Órbita 9”, que tiene como principales reclamos a dos de nuestros intérpretes más conocidos, Clara Lago y Álex González.
Un romance muy peligroso
Dejando a un lado la referencia a la película dirigida por Steven Soderbergh, “Órbita 9” supone al mismo tiempo el debut como director en el mundo del largometraje de Hatem Khraiche. Igualmente, el propio Khriache es el encargado de elaborar el guión de la cinta, algo que ya hizo en dos películas con anterioridad, “Retornados” (Manuel Carballo, 2013) y “La cara oculta” (Andrés Báiz, 2011). En “Órbita 9” Khraiche nos presenta a Helena (Clara Lago), quien es una joven que lleva preparándose para una misión de supervivencia en el espacio desde su nacimiento. Ella no lo sabe, pero es parte de un ensayo científico de gran envergadura. Su existencia transcurre en soledad hasta que un día llega Álex (Álex González), un ingeniero robótico que le ayudará a descubrir el mundo que la rodea. Ambos se enamoran pero este romance puede poner en peligro el experimento y de paso a toda la humanidad.
Los personajes de Lago y González nos recuerdan en cierta medida a los interpretados por Chris Pratt y Jennifer Lawrence en “Passengers” (Morten Tyldum, 2016). Tienen en común su género y el hecho de que sus protagonistas se conocen en una nave y que acaban teniendo un romance. Igualmente también juegan con el poso moral que aparece en los protagonistas (en especial en el de Álex González) tras la ejecución de algunas acciones, aunque el caso que nos ocupa hay mucha más presencia de las consecuencias de dichos hechos.
Gran variedad de emociones
A lo largo de la hora y media que dura la película, Khraiche nos muestra una gran variedad de emociones humanas, y es sin duda el punto a destacar en “Orbita 9”. Asombro, culpa, remordimiento, incredulidad… todas estas y muchas más tienen cabida en el largometraje. La mayoría de ellas están presentes en el personaje de Clara Lago, quien interpreta a una joven que no tiene conocimiento del mundo exterior porque ha pasado toda su vida preparándose para una misión de supervivencia. En lo que se refiere al desconocimiento de las cosas, salvando las distancias Lago nos recuerda en algunos momentos a Aura Garrido y Nacho Fresneda en “El ministerio del tiempo”. En la serie ambos intérpretes siempre se preguntan el significado de las cosas que son de su época, así como el asombro al ver funcionar algo que creen imposible hacer.
Pero Lago sobre todo brilla cuando está en solitario, en los que se refleja la soledad y el deseo de conocer lo que hay ahí afuera. También se aprecia una buena química con el otro protagonista de la película, Álex González, con el que ya coincidió en la serie “LEX”. Todo esto la confirma como una de las actrices más versátiles que hay en España.
“Órbita 9” destaca especialmente en su primera parte, concretamente en la concepción de una idea innovadora y aparentemente efectiva. Sin embargo, este buen planteamiento se diluye ante una planteación de los elementos que no terminan de encajar y la ejecución irregular de su romance. Y es que en el cine hace falta más que una buena idea para que una película funcione.
Frases destacadas de “Órbita 9”:
- Máquina: “Es el primer humano que vas a conocer en tu vida”
- Helena: “Es el tercero”
- Helena: “Nunca he tenido un invitado ni cenado con nadie que sean mis padres”
- Helena: “Hay que llegar a Celeste, aunque sea por el sacrificio que han hecho mis padres por mí”
- Álex: “Son cobayas humanas. Entran como bebés y salen de allí como adultos”
- Silvia:”Es demasiado peligroso”
- Alex: “Estoy dispuesto a correr el riesgo”