Paranormal Activity: Los señalados es el nuevo spin-off de la saga que revitaliza las últimas entregas aportando un enfoque diferente. Lástima que al final caiga en la reiteración y se alargue en un desenlace que se estira sin necesidad.
La cámara sale a la calle
Christopher Landon, coguionista en Paranormal Activity 2 y guionista en la 3 y la 4, es el encargado de esta nueva entrega que precede a la prevista para el último trimestre de 2014, Paranormal Activity 5. En esta ocasión el proceso previo de contextualización a partir del que comienzan, de forma sutil y paulatina, los fenómenos extraños es una de las principales aportaciones de la película. Un grupo de jóvenes de un barrio de población de origen latina serán los encargados de grabar sus días de vacaciones a través de la cámara que consigue uno de ellos. El día a día de estos jóvenes es retratado con realismo y consigue ofrecer de forma paralela la convivencia con la violencia, las bandas, sus fiestas y forma de vida familiar que enriquecen la película y crea un marco más verídico para lo que nos va a contar a continuación.
El uso de la cámara como único punto de unión entre el espectador y la trama, que es el sello inconfundible de la saga, se realiza con habilidad e inteligencia. Cosa que se agradece después del uso tan retorcido al que se tuvo que recurrir en las anteriores entregas. El situarse en la vida de barrio de unos jóvenes se presta a efectismos interesantes y a un sentido del humor que darán sentido a la curiosidad que les lleva a buscar historias que grabar. Un fundamento cercano, divertido y que hace más creíble la inocencia con que aceptan sus sorprendentes descubrimientos. En principio, el contraste entre gamberrada o juego y desconcierto crea un clima sugerente y muy bien conseguido.
Un aspecto original y que se debe agradecer a este nuevo contexto más juvenil es el enfoque de un “demonio” que se gana a sus “clientes” dándoles lo que quieren. Este aspecto está muy bien utilizado y consigue dinamizar la primera parte de la película en un juego de tensión relajada en el que no sabemos en qué momento las cosas comenzarán a torcerse. La ambigüedad del mal ofrece los momentos más intensos, pero podría haberlos explotado durante más tiempo en lugar de precipitar un desenlace que se hace excesivamente largo.
Un entorno cotidiano que consigue transformar en hostil
Otro de las aportaciones de la película, que se reproduce a lo largo de todas las entregas, es transformar un entorno conocido, seguro para los protagonistas, en un lugar inquietante y lleno de misterios. Este es uno de los principales secretos del éxito de Paranormal Activity, la proximidad del medio en el que se desarrollan hechos que parecían acotados a lugares más estereotipados. En el caso de Los señalados la complejidad del proceso es mayor ya que el territorio se extiende desde todo un barrio a un bloque de edificios. Pero el resultado consigue ser mucho más inquietante.
El efecto de búsqueda de públicos alternativos o el guiño que puede representar esta secuela en la comunidad latina de Estados Unidos parece no tener mucho sentido en mercados fuera de sus fronteras. Sin embargo, ya sea accidental o deliberadamente, dotan a la película de elementos que la enriquecen y le aportan un enfoque original que le hacía buena falta.
Reconducir el final… para acabar como siempre
La parte de desenlace de la película acaba cayendo en errores del pasado y reconduce toda la originalidad del principio al mismo final de siempre. Retoma los mismos entornos y el desarrollo se basa en los mismos sustos. Con el agravante de que se alarga eternamente dando vueltas a un mismo momento que transforma la tensión en aburrimiento. El cine de terror enlaza con emociones muy sensibles, fáciles de conseguir pero también fáciles de perder, por ello deberían cuidar más los tiempos y la intensidad. Sobre todo cuando no necesita respetar el mensaje, que ya sabemos que no tiene ninguna importancia.
Frases destacadas de Paranormal Activity: Los señalados
Arturo: “Siempre me lías para hacer gilipolleces”
Jesse: “¿Habéis oído eso?”
Arturo: “¿Quién te crees que eres? ¿Holmes?”
Jesse: “Al principio molaba, me sentía especial, pero ahora no mola nada”
Arturo: “Ojalá pudiéramos ver qué pasa”