«Paris-Manhattan» tiene tres elementos que casan a la perfección: París, fetichismo y comedia. Resulta coherente que ese objeto de admiración sea Woody Allen.
París y Woody Allen
Alice (Alice Taglioni) es una mujer pragmática e independiente que trabaja en la farmacia que pertenecía a su padre. Los treinta ya no los cumple y no le preocupa lo más mínimo su estado de soltería, a pesar de que para su familia es un asunto de preocupación. Desde los 15 años vive obsesionada por Woody Allen y espera asiduamente cada estreno.
El cineasta neoyorkino no es sólo un referente cultural para ella, sino que actúa como gurú para todas las decisiones y conflictos existenciales que se le presentan. Esta temática de adoración recuerda mucho a la que utilizó Gurinder Chada en “Quiero ser como Beckham”, donde nos contaba la historia de Jess, una joven inglesa de origen hindú que sentía fascinación por el ex jugador del Real Madrid y le inspiraba para conseguir sus objetivos.
Confesiones de alcoba
Alice se dedica a conversar diariamente con su poster gigante de Allen y éste le aconseja sobre todas sus vicisitudes, que, como no podía ser de otra forma, caminan por derroteros melodramáticos, freudianos y obsesivos.
Víctor (Patrick Bruel) aparece en el momento más inesperado, como ocurre siempre en este tipo de historias, y ambos comienzan a conocerse sin atracción alguna. La parte interesante de la trama es que no cumple con los arquetipos de comedia romántica convencionales: ambos son ya adultos con un gran bagaje a sus espaldas y no se dedican a conocer el mundo de la mano. Ella tiene un rol antiheroína muy Bridget Jones, que junto al sarcasmo de Víctor provoca que entre ellos se desarrollen unos diálogos ácidos e hilarantes, que son sin duda el punto fuerte del film.
Sophie Lellouche tenía las ideas muy claras a la hora de idear esta producción y, aunque “Paris-Manhattan” no nos cuente nada nuevo y sea una historia del montón, sabe darle un tono fresco y amable en un ambiente tan agradecido como París.
Frases destacadas de “Paris-Manhattan”
- Woody Allen: “Sin ley, todo es oscuridad”
- Woody Allen: “Donde nací en Brooklyn, nadie se suicidaba”
- Alice: “Me pregunto si la vida merece ser vivida”
- Alice: “Woody Allen me hace sentir mejor que otros”
- Víctor: “Ser ateo es muy judío”
- Woody Allen: “Las tradiciones sólo sirven para dar la ilusión de felicidad”
- Woody Allen: “Lo que no sabes no te hará daño, te matará”
- Woody Allen: “Los dioses no aman, sólo se dejan amar”