Mar. Mar 19th, 2024

Jaime Rosales nos entrega una desapasionada tragedia griega moderna que se postula como uno de los filmes españoles del año

Jaime Rosales reinventa la tragedia griega. Lo hace desenvolviendo las posibilidades que ofrece el dispositivo cinematográfico para adaptar una esctructura teatral. Porque no se basa en el orden establecido hace más de dos mil años por Eurípides, Sófocles o Esquilo, sino que decide valerse de sus propias armas a la hora de enfrentarse a su nueva película. Si en su anterior largometraje «Hermosa juventud» (2014), el realismo de su dirección y la linealidad de su narración nos quería sumergir en la miseria laboral de la población joven actual con desbordado realismo, «Petra», también presente en Cannes, no puede ser más distinta. Su propia estructura ya destila la voluntad de dejar entrever el artificio. Al contrario que las tragedias clásicas, en esta ocasión pueden haber más de cinco episodios, y además, Rosales decide invertir el orden de alguno de ellos. Lo hace con mera voluntad de enriquecer el relato, de levantar nuestro interés, de tejer un thriller que juega con la sucesión de los tiempos. Y en sus transiciones o escenas cumbre dentro de estos, una música extradiegética de un coro, emulando a la representación teatral clásica, pero utilizando de simple recurso que subraya el carácter trascendental de la escena, sin dejarle inmiscuirse con comentarios propios como pasaba con los dramaturgos de la época.

Tragedia en ocho escenas

La cámara de Rosales se mueve sin cesar. Lo hace en su continua sucesión de diálogos entre dos personas. Primero filma el primer plano de una, desplazándose muy lentamente por el siempre extenso espacio que le separa del rostro de la segunda. Ahondando en la idea de la lejanía emocional. Una  propuesta formal que puede desconcertar en su infatigable reiteración, pero que, sin desvelar en este texto la conclusión a la que llega el largometraje, nos atrevemos a aventurar que es precisamente el plano final el que justifica satisfactoriamente la decisión tomada hasta el momento. Y entretanto, asistimos a las desventuras de Petra, una joven artista interpretrada por Bárbara Lennie. Las dudas que despiertan en ella sus orígenes, la llevarán a iniciar una sucesión de desdichas, pero también algunas alegrías, abarcando distintos lugares y personajes que pasarán a formar parte activa de su vida. Aprovechando su interacción con los roles secundarios, se desenvolverán distintas subtramas que conectan a su vez con la principal. Ingeniosos giros del guion que servirán de excusa,como en las susodichas tragedias griegas, para desenfundar un seguido de tormentosas reacciones emocionales de distinta índole. Porque desde su quietud  y desapasionamiento extremo, el título nos hablará de las pasiones más portentosas del ser humano. De las dudas y el miedo a la muerte, los conflictos fraternales, el amor prohibido, la vileza moral o la usura. Todo ello confeccionado casi como la antítesis emocional de «Todos lo saben» de Asghar Farhadi, demostrando que se pueden abrcar temas muy profundos desde la distancia de una mirada fría y análitica que asiste como espectador a lo que se le muestra delante de sus ojos.

Frases destacadas de «Petra»:

  • Petra: «¿Tú por qué eres así?»
  • Jaume: «No entiendo por qué eran amigos. Uno tan echado para alante y el otro tan parado…»

Tráiler de «Petra»:

 

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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