Este viernes se estrena en España la comedia Plan en Las Vegas dirigida por Jon Turteltaub (Elegidos para el triunfo, 1993), una comedia muy familiar y previsible.
El guión de Dan Fogelman (Crazy, Stupid, Love, 2011) se centra en cuatro amigos: Sam (Kevin Kline), Archie (Morgan Freeman), Paddy (Robert De Niro) y Billy (Michael Douglas). Esta pandilla de amigos de Brooklyn se hacen llamar “los cuatro de Flatbush”. Los años pasan y la vida les lleva por distintos derroteros. A pesar de la distancia y de los avatares, ellos siguen manteniendo su amistad. En la actualidad, Sam vive en Florida, sumergido en la prejubilación. Archie se está volviendo loco viviendo con su hijo sobreprotector en Nueva Jersey. Paddy vive solo en su piso de Brooklyn porque ha enviudado hace un año y no consigue superar la pérdida de su esposa y Billy vive plácidamente en Malibú, pero tras la muerte de su compañero de trabajo comienza a pensar que la vida son dos días y eso le lleva a sentar la cabeza y a pedirle la mano a su novia de 35 años. Billy decide reunirlos de nuevo en Las Vegas, lugar donde tendrá lugar la ceremonia y la pertinente despedida de soltero.
Algo tendrá Plan en Las Vegas
A priori, me resultó muy original la propuesta de ver a cuatro personas mayores haciendo el loco en Las Vegas. Máxime si están interpretados por cuatro grandes actores como Michael Douglas, Robert De Niro, Morgan Freeman y Kevin Kline: uno ni se lo piensa, porque algo habrán visto en el guión de Fogelman para decir si al proyecto. Sin embargo, el resultado final es una comedia demasiado convencional e industrial, sin aristas de ningún tipo.
El largometraje deja poco margen para la crítica social o para el desarrollo de los personajes. Sus arcos están totalmente estereotipados, da tal manera que el espectador puede intuir cómo van a reaccionar, y lo peor de todo es que no se atreve a llevar hasta las últimas consecuencias situaciones cómicas como cuando Sam se lanza a ligar sin las gafas.
Turteltaub intenta acomodar los tiempos de comedia y drama, tejiéndolos de una manera satisfactoria. Es imposible aburrirse en ningún momento, aunque es cierto que todo el desarrollo queda muy precipitado al tener cuatro líneas argumentales en paralelo. Llegando algunos momentos a resultar un tanto inverosímiles.
Ya se sabe lo que pasa en Las Vegas…
Los chistes son muy facilones, así que versan sobre Viagra , la próstata o bromas sobre el funcionamiento de sus genitales. Y si se centra en Las Vegas, lo que no puede faltar son mujeres voluptuosas, mucho alcohol y el eterno Pitbull. Empieza a ser cansino y no porque nosotros seamos, como Morgan Freeman, más de Earth, Wind and Fire y su “September”. El producto de esta manera se enroca con otras comedias al uso como Resacón en las Vegas (Todd Phillips, 2009), con la que es inevitable establecer paralelismos.
“Que no pare la fiesta”-Pitbull
Llegados a este punto es inevitable hablar de esa gran actriz que es Mary Steenburgen y que en este film da vida a Diane, único personaje femenino relevante en la historia y que Fogelman acabará desaprovechando por completo. Porque en el fondo de este largometraje subyace el tema de la asunción de la edad. La pena inmensa es que el guionista no ha sabido rentabilizar tan jugosa protagonista, que bien podría haberles puesto en mil y un aprietos a los cuatro de Flatbush. Así, el film se torna más dulzón, profundamente conservador, familiar y muy amable para con el gran público.
Frases destacadas Plan Las Vegas:
Billy: “Ronnie, I will see you in 30 years”
Billy: “We are ridding again.”
Sam: “We are doing for fun. Do you remember fun?”
Archie: “Where did you get your extra hair?”
Diane: “Are you good in bed, Sam?”
Young girl at Casino: “It’s so cute, when older people get married.”
Billy, Sam, Archie and Paddy: “Invincible”.
Ufff, esto me recuerda un pelín a Space Cowboys. Otra con el recurso facilón de reunir cuatro viejas glorias. Aunque era de Clint Eastwood, rozó el fiasco.
A ver, es el director de esa joya de Disney que es Elegidos para el triunfo, así que uno entró en la sala sin esperar mucho, modo expectativas: low. Encima, era la única persona joven de la sala. Todo era abueletes. Y lo más chocante es que me reía más yo que ellos. Pareció no hacerles ninguna gracia. Y hay algunos gags logrados. Andas en lo cierto JMongil.