Esta comedia policiaca que mezcla actores y marionetas de guata está dirigida para el disfrute del público adulto y contiene sexo, violencia y asesinatos.
La pandilla dicharachera
En 1945, el realizador George Sidney mezcló por primera vez animación y personajes reales integrándolos en un número musical en el filme “Levando anclas” donde Gene Kelly y el ratón Jerry. En 1964, Robert Stevenson ganaba cinco Oscars con “Mary Poppins” donde nuevamente los espectadores podías disfrutar de música, animación con actores de carne y hueso. Para que el mundo de los títeres se mezclase con los humanos con gran éxito se tuvo que esperar hasta 1976, momento en que Jim Henson creara «The Muppets Show», más conocidos como «Los teleñecos». Fueron tales sus beneficios en la pequeña pantalla que Hollywood no se pudo resistir a ficharlos. El show televisivo estuvo en antena ininterrumpidamente hasta 1981, y vieron once largometrajes realizados entre 1997 y el 2014, a pesar de que Henson falleciera en 1990 a la temprana edad de 53 años. Esto es así porque su hijo Brian Henson heredó «The Jim Henson Company» y continuó haciendo películas con Kermit y sus amigos. Su padre abandonó el mundo de las célebres marionetas en un par de ocasiones creando dos clásicos del cine de los ochenta, nos referimos a “Cristal Oscuro” y “Dentro del laberinto”. A su hijo le ha costado más de tres años para levantar este loco proyecto donde también abandona a los míticos Teleñecos para brindarnos un filme donde se mezclan personajes de carne y hueso con marionetas.
El argumento sigue los cánones de toda buena película o novela negra. El filme nos lleva a la ciudad de Los Ángeles, donde cohabitan moñecos y humanos. El detective privado Phil Philips, fue antaño el primer poliñeco hasta que un día mata por accidente a un humano en una reyerta. Su compañera, la detective humana Connie Edwards continuará en el cuerpo. Un buen día, el elenco de «La Pandilla Dicharachera», un exitoso programa de marionetas de los años 80, comienzan a ser asesinados. Esto llevará a trabajar juntos por obligación a los dos detectives para averiguar quién está detrás de estos asesinatos.
No es un robo, es un asesinato
Henson hace un brillante y divertido homenaje a la novela y cine negro clásico, hasta tal punto que el personaje principal Phil Philips es totalmente heredero de Philip Marlowe, el detective privado creado por Raymond Chandler. El cinéfilo aguerrido le llevará a pensar en “¿Quien engañó a Roger Rabbit?” firmada por Robert Zemeckis en 1988, donde mezclaba cine negro, animación y personajes reales. Las dos grandes diferencias es que en lugar de animación tenemos marionetas de guata y que a la corrección política ni está ni se la espera. Ese puede que sea el motivo por el que le ha costado tanto encontrar la financiación. Es un filme absolutamente irreverente, lleno de palabrotas, sexo, por ese motivo es una cinta no apta para los menores de la casa. La sátira e ironía campan a sus anchas a lo largo y ancho de los fotogramas. Este trabajo de Henson está más cerca de esa joya titulada “Marquis”, célebre filme firmado por Henri Xhonneux en 1989. El cineasta francés usaba marionetas para contarnos las aventuras del Marqués de Sade de una forma que hasta el momento nunca habíamos visto. Y su nivel de irreverencia está a la altura de “La fiesta de las salchichas”.
Todd Berger, guionista del filme, juega con todos los clichés de las buddie movies, los explota acertadamente para no dejar títere con cabeza, nunca mejor dicho. Henson por su parte, sabe explotar las dotes de comedia de Melissa McCarthy, Elizabeth Banks y Maya Rudolph, que están estupendas en sus papeles, y se entregan al proyecto con total soltura. La narración de Henson posee una gran fuerza, sabe crear una ambientación propicia para meter al espectador en este bizarro universo. Otorga un gran ritmo al relato, de tal forma que carece de tiempos muertos, y no se pierde en jardines extraños. Garantizamos al gran público noventa minutos de lo más delirantes. Sólo esperamos que el título “¿Quién está matando a los moñecos?” no juegue en contra del filme, y que los adultos de la casa acudan a ver esta cinta desternillante, loca, amena, y certera. Realmente es un soplo de aire fresco en un mundo dominado por lo políticamente correcto. Es una apuesta segura y muy recomendable.
Frases destacadas:
- Phil Phlillips: “No quiero ver una paja a ocho brazos”
- Detective Connie Edwards: “Los moñecos no sois polis”
- Phil Phlillips: “Nunca había tumbado a un tío con sus propias bolas”
- Detective Connie Edwards: “ Es una buena oferta. ¡Ojala tuviera una polla para que me la chuparas!”
- Jenny: “Todo veneno tiene su antídoto”
- Phil Phlillips: “¡Apágalo por Dios! Parece un anuncio de tampones.”
- Bubbles: “Las chicas deben tener sus recursos”