Y otra ganadora de Berlinale 2012 que nos llega. En este caso el premio a la mejor actriz, otorgado a este drama sobre los niños soldados con un pequeño giro.
Rebelde es una historia sobre los niños soldados. Eso lo primero. Negarlo no tiene sentido, aunque a muchos el tema puede tirarles ya hacía atrás (a mi en muchas ocasiones así me ocurre). Sin embargo, se distingue bastante de muchas de las películas de esa misma temática que se han hecho hasta el momento.
Rebelde habla sobre este gran problema y, de hecho, en su primera parte de media hora, la trama es bastante similar a la que nos han mostrado hasta entonces en otro tipo de películas. Los soldados rebeldes llegan a un pueblo, cogen a varios niños, entre ellos Komona, la obligan a matar a sus padres y después se une a ellos. Y no hay mucho más, en lo que a cuestión dramática se refiere este tipo de historias no tienen muchos más giros o ángulos que poder observar.
Sin embargo, el director y guionista de la película Kim Nguyen sí que se mueve muy bien dentro de este campo y consigue añadir puntos interesantes en la historia. Como, por ejemplo, el hecho de que todos consideren a Komona una bruja al (supuestamente) ver fantasmas que le advierten de los soldados del gobierno que están cerca (siempre después de tomar la «sabia mágica»).
La bruja y el mago
Uno de los puntos a favor de la película es la dinámica que crea entre los dos personajes más principales de la película: Komona (protagonista absoluta) y el Mago. Entre los dos se construye una relación de amistad/amor (dentro de todo lo que puede salir de ello en niños de 14 años) que funciona como motor de la trama.
Es gracias a la relación de ellos dos (y a dónde esta lleva la trama) que la película consigue desmarcarse de sus anteriores. Consigue salirse de los clichés más convencionales en películas que hablan sobre la África más profunda.
La película fue rodada en el Congo, algo que da mucha más sensación de realismo a todo lo que sucede y no es tan sencilla como puede parecer a simple vista. En muchas ocasiones, películas de este tipo de temática tienden a ser muy directas en su mensaje, por temor, creo yo, o bien a que no se comprenda del todo qué se está contando; o que la gente pueda pensar que se está trivializando con un tema con el que no se debería. Rebelde en este sentido también es muy directa, sin embargo, usa sabiamente algún elementos más simbólicos. Durante varios minutos de la película el personaje del mago está buscando un gallo blanco. El hecho de que durante tanto tiempo un personaje albino esté buscando un animal de su misma condición, hace que funcione perfectamente como símbolo y metáfora durante el resto de la película.
Lo único que realmente en materia de realización no terminó de gustarme fue el uso de la voz en off de Komona durante toda la película. Este recurso es complicado de lograr que sea eficaz y, si bien en muchas partes de la película ayuda para comprender de mejor manera dónde o cómo nos encontramos; muchas veces peca de ser demasiado redundante.
Niños adultos antes de tiempo
Pero, indudablemente, Rebelde es una película dura. Al fin y al cabo estamos hablando de personajes de 12 a 14 años que, sin embargo, son obligados a comportarse como casi ni un adulto haría. Estamos hablando de exterminios, de violaciones, de masacres en una África abandonada y olvidada por la mano occidental que mece la cuna.
Tenemos a niños que por la fuerza del AK-47 dejan de ser niños. Y que en muchos casos tampoco se convierten en hombres, sino que se acaban transformando en marionetas vacías para cumplir los deseos de aquellos malintencionados que lo deseen.
El personaje de Komona cuya vida vemos entre las 12 y los 14 años sufre en este período por cuatro vidas completas. Y es de esperar que una vez la película ha acabado todo vaya a ir en aumento.
Sin duda una película interesante. De estas que te hacen pensar y al salir darte cuenta de lo afortunado que eres por haber nacido donde lo hiciste. Mientras marcas tu posición en foursquare.
Frases de Rebelde (War Witch):
Komona: Le dije lo que siempre me había dicho mi padre que respondiese. Que podría casarse conmigo si me traía un gallo blanco.
Uno de los rebeldes: Venimos para llevarnos de vuelta a la bruja del Gran Tigre.
Komona: Cuando bebía de la sabia mágica veía a los muertos a mi alrededor.