La violencia de género es hoy en Argentina una de los temas de mayor actualidad. Tristemente posee unas cifras altísimas de mujeres asesinadas por sus parejas.
En la pasada edición del Festival de Cannes, dentro de la sección “La quincena de realizadores” se pudo ver “Refugiado”. El filme nos cuenta como Matías, un joven de 7 años, al regresar a casa de una fiesta de cumpleaños se encuentra a su madre, Laura, inconsciente en el suelo. Cuando Laura recupera la consciencia decide escapar con su hijo a un refugio para mujeres maltratadas. Allí pasarán 48 horas hasta que Laura decidirá rehacer su vida en otro lugar. A partir de ese momento, al igual que la tierra gira y gira en un movimiento sin cesar, Matías y su madre Laura también estarán en constante movimiento hasta encontrar su lugar en el mundo.
Una mirada inocente a un tema complejo
Nunca me había angustiado tanto el sonido de un móvil hasta el visionado de “Refugiado” formidable y robusto largometraje firmado por Diego Lerman. El realizador argentino decide mostrarnos toda la acción a través de los ojos tiernos e inocentes del joven Matías. Obviamente es un niño y no comprende la complejidad del mundo de los adultos y su problemática. En frente está el personaje de la madre, que guiada por su instinto maternal sólo busca un lugar seguro donde vivir. El motivo es que su entorno se ha vuelto hostil. Fabián, su marido, es un agresor y teme que ponga en peligro la vida de su vástago.
Este magnífico guion está repleto de aciertos, a pesar de que ha sido escrito a cuatro manos entre el propio realizador, María Meira, Gustavo Cabaña y María Eugenia Castagnino. Que como nos tiene acostumbrado Hollywood, la calidad del mismo es inversamente proporcional al número de personas involucradas. Es muy interesante esta aproximación a un tema tan duro como es la Violencia de género. Nos muestran cómo es la vida en un lugar de acogida, el proceso de integración. De esta manera podemos ver las dos caras de la misma moneda, dos ópticas. Por un lado vemos el dolor psicológico y la preocupación de la madre, frente a la tierna inocencia y la tranquilidad del hijo, que vive el problema desde otra esfera.
Diego Lerman firma un filme muy artesanal
“Refugiado” posee una elaborada narrativa bajo esa aparente simplicidad, que sabe cuando agitar la cámara, ponerla al hombro para crear tensión en el espectador. El realizador argentino no duda en usar otros recursos cinematográficos como el sonido, de este modo el tono elegido para el móvil acaba generando una angustia importante en el la persona que está sentada en la butaca. Sabe de dotar a la trama del suspense necesario. Por un lado consigue que empaticemos totalmente con Matías desde la secuencia del cumpleaños. Sabiamente, siguiendo los parámetros hitchcocknianos, decide que tengamos siempre presente al agresor, pero nunca tendremos le veremos porque realmente no es el protagonista del relato a diferencia de magistral «Te doy mis ojos» (Iciar Bollain, 2003). Para ello jugará con la profundidad de campo o la voz en off. Pero donde se aprecia que Lerman es un gran realizador es la sabia elección de los encuadres, que elementos pone dentro del campo, que relevancia tiene y que significado acaba dotando al plano.
Nos deja claro también que todo buen drama debe tener su momento de catarsis, en este caso protagonizado por el estupendo joven actor Sebastián Molinaro. Donde Lerman obtiene todo lo mejor del niño ante una vibrante cámara que es testigo de la acción y nos acaba demostrando que la violencia es como la energía, se acaba transformado. La violencia psicológica acaba por generar una física, que siempre será algo contra natura. Al finalizar el visionado de este formidable trabajo uno se hace consciente que la violencia de género, por desgracia, es un problema más universal de lo que pensamos. De cómo el machismo tristemente está profundamente arraigado en nuestra aldea global.
Frases destacadas de “Refugiado”
- Matías: “¿Qué pasa mami? Por favor, no llores más”
- Belén: “Tienes que comer. Si no comes no te vas a sentir bien. Te vas a poner mejor más rápido”
- Matías: “Yo quiero volver al refugio”
- Fabián: “Tienes que hablar con mamá, Matías. Tenéis que volver a casa”
- Matías: “Pero si la quieres ¿Por qué la lastimas?’”
- Laura: “Vamos a brindar… porque en la vida todo tiene solución”
- Laura: “Si alguien te dice no le digas que estamos aca”
- Matías: “Mami ¿Cuándo estaba en la panza también te hacía vomitar?’”
- Antonia: “Parece que al final lo dejó”
- Fabián: “Mi amor, te pido por favor que me perdones, te juro que jamás lo volveré a hacer”